China, “el hombre enfermo de Asia” 2.0
La “militarización” del coronavirus
Rebelión
Observatorio de la Política China
14.02.2020
A finales del siglo
XIX, la maquinaria imperialista occidental, durante su infame misión
“civilizatoria” de expolio generalizado en el Medio Oriente, África y
Asia, tildó a China de ser el “hombre enfermo de Asia”. Tal retrato
despectivo y racista de China fue esgrimido por las potencias
imperialistas para legitimar sus aventuras coloniales. En un artículo
publicado en 1897 en una revista de la prensa china del momento, el
reformista confuciano Liang Qichao ( 梁啓超 ) escribió sobre el
imperialismo occidental que estaba azotando a un imperio Qing ya en
decadencia y fase terminal. Liang analizó cómo la prensa occidental de
finales del siglo XIX se había convertido en un arma propagandística de
los intereses imperialistas occidentales en China. Sobre ésta, Liang
expresó: “leo la prensa occidental e informa sobre el desorden del
sistema político chino…esto ha estado sucediendo durante las últimas
décadas. Desde setiembre o octubre del año pasado (1896), la prensa,
cada vez más, ha publicado descaradamente sobre lo salvajes e
incivilizados que son los chinos y sobre la ignorancia, deshonestidad y
vacuidad del confucianismo. El significado está claro: la prensa se
moverá para eliminar a China de inmediato”.
Si uno lee cómo los
medios de comunicación occidentales, especialmente los anglosajones,
están narrando los efectos globales del coronavirus, es fácil llegar a
la conclusión de que la reflexión que hizo Liang a finales del siglo XIX
recobra una gran fuerza para interpretar lo que está sucediendo en la
actualidad. Bajo mi entender, la prensa occidental ha militarizado (weaponised
en inglés) los efectos sociales y percepciones generados por el
coronavirus. En la práctica, esto quiere decir que tales efectos y
percepciones se han convertido en un arma que puede ser utilizada para
atacar a un contrincante político y económico, en este caso el gobierno
chino. Desde esta perspectiva, el coronavirus ha pasado de ser un
problema de salud global a ser un problema de seguridad global que tiene
que ser “securitizado”. Según los expertos en Relaciones
Internacionales Ole Waever y Barry Buzan, la securitización es
“un proceso a través del cual ciertos actores, como la prensa o el Poder
ejecutivo, presentan ante el público la existencia de supuestas
amenazas (militares o no militares) como un pretexto para desplegar
ciertas medidas de emergencia”. La militarización y securitización
del coronavirus por parte de la prensa occidental no es casual. El
ávido lector no debería olvidar el contexto global de guerra comercial
entre Estados Unidos y China.
Si bien es cierto que no pretendo
frivolizar los serios efectos de salud del coronavirus ni eximir al
gobierno chino de los errores cometidos a la hora de lidiar con el
coronavirus y otras aventuras en su periferia, considero que es
importante analizar de forma crítica tal fenómeno. ¿Cómo es posible que
un virus con una tasa de mortalidad del 2,2% -según fuentes de la ONU y
la Organización Mundial de la Salud publicadas el 31 de enero de 2020-
haya causado tanto revuelo mediático? La respuesta se encuentra en la
geopolítica actual de competición capitalista. Esta está teniendo un
papel fundamental a la hora de configurar los procesos sociales,
políticos y económicos causados por el coronavirus. Por un lado, la
“militarización” del coronavirus promovida por los medios de
comunicación ha permitido el ataque mediático hacia China, cuyo objetivo
principal es generar un cuadro de desorden que cuestiona la gestión de
la crisis por parte del Partido Comunista chino. El deterioro de un
régimen que de momento no se puede lograr a través de las protestas de
Hong Kong, se podría conseguir a través de una campaña mediática de
desinformación global sobre el coronavirus. En este sentido, el medio
alemán Deutsche Welle publicó un artículo donde se relacionaba la
naturaleza autoritaria del gobierno chino con la expansión del virus.
Sin embargo, los medios de comunicación occidentales se han olvidado de
poner en portada las 10.000 muertes por gripe en Estados Unidos –el gran
baluarte de la democracia liberal- entre 2019 y 2020. ¿Alguien se
imagina al gobierno de España enviando un gigante Airbus para
rescatar a los españoles residentes en Nueva York para evacuarlos de la
crisis causada por la gripe en Estados Unidos? Por otro lado, la securitización
del coronavirus ha permitido la implementación de medidas de
emergencia, que a pesar de estar enmarcadas dentro de una campaña de
rescate de ciudadanos occidentales residentes en China, considero que se
deben entender como medidas que afectan a la economía china. Dicho en
otras palabras, las misiones de rescate han sido un pretexto para
“vaciar” de recursos humanos y económicos a China.
Respecto a los efectos económicos del coronavirus, el 3 de febrero de 2020, la BBC publicó un artículo donde comentaba que el Shanghái Composite index,
el índice bursátil de las acciones que se negocian en la bolsa de
Shanghái, había “caído un 8%, la mayor caída diaria de los últimos
cuatro años”. Según el medio británico, empresas de materiales y
manufactura y del sector del consumo fueron las más golpeadas por tal
desplome. En un infame artículo titulado “China es el hombre enfermo de
Asia” publicado en el Wall Street Journal, el profesor de
Relaciones Internacionales Walter Russel Mead mencionaba que el
“resultado a largo plazo del coronavirus será el fortalecimiento de una
tendencia global de las compañías para “desinificar” sus cadenas de
suministro”. En esencia, lo que Trump no ha conseguido durante los
últimos impases de la guerra comercial con China, quizás será logrado a
través de la militarización de los efectos y percepciones creados por la
campaña de desinformación sobre el coronavirus.
En este
contexto, el rampante racismo que ha experimentado la comunidad china en
occidente no es fruto de la casualidad. Sino más bien de una
irresponsable campaña mediática de unos medios liberales que otra vez
más están apoyando unos intereses políticos y económicos que no se
diferencian demasiado de aquellos a los que Liang Qichao criticó a
finales del siglo XIX. Así pues, no tengan miedo del coronavirus, tengan
miedo de una geopolítica agresiva que cada día que pasa nos lleva hacia
el abismo colectivo.
Ferran Pérez Mena es doctorando en Relaciones Internacionales por la Universidad de Sussex (UK) Fuente: https://politica-china.org/areas/sociedad/china-el-hombre-enfermo-de-asia-2-0-la-militarizacion-del-coronavirus
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