Investidura
Acuerdo PSOE-UP: memorias y desmemorias
Sabino Cuadra Lasarte
Vientosur
10.01.2020
Fumata blanca: Habemus
papam. Y habemus también vicepapas, cardenales y arzobispos varios. La
francoderechona brama y se revuelve. El cambio galopa y corta el viento. Punto
de inflexión, dicen.
Tras suscribir
el acuerdo de gobierno, Pablo Iglesias afirmó vehemente que éste era una
“referencia en el mundo en modernidad, progreso social y feminismo”. Y lo dijo
así, como si nada, sin coger aire siquiera, como si todo el mundo mundial,
empezando por Bolivia, India y Sudáfrica, pasando por Portugal, Ecuador y Reino
Unido y terminando por Noruega, Argelia y Japón, se asombrara de ver por fin
descubierta para la izquierda la cuadratura del círculo.
Se habla
también de que estamos ante “el Gobierno con el perfil más progresista desde la
II República”. Lo que pasa es que, en muchas ocasiones, mirar las cosas de
perfil y no de frente, engaña mucho. Así por ejemplo, en 1982, el perfil
electoral del PSOE hablaba de nacionalizar bancos en crisis, impulsar el sector
y las empresas públicas, crear 800.000 puestos de trabajo, salir de la OTAN,
impulsar la planificación democrática de la economía, reducir la edad de
jubilación… No estaba tan mal, ¿no?
Pero luego, el
PSOE comenzó a sacarse las fotos de frente y mostró su verdadera cara. Donde
dijo digo, pasó a decir Diego. Y así fue que nos metió en la OTAN, privatizó la
Banca estatal (Argentaria), vendió las empresas públicas (Repsol, Telefónica,
Endesa), en vez de crear 800.000 puestos de trabajo, destruyó otros tantos más,
favoreció la precariedad laboral, aumentó edad de jubilación. Del GAL y Filesa,
mejor no hablar. Por eso, sin pretender ser pájaro de mal agüero, es obligado
preguntar: ¿a santo de qué viene cantar gratuitas loas y adornar con
inmerecidos laureles este Acuerdo (“referencia mundial”, “perfil progresista”
histórico...), ¿a quién cuenta con semejante pedigrí?
Quien esto
firma no es partidario del “cuanto peor, mejor”. He defendido la abstención en
el debate de investidura, para evitar así la entrada en tromba de la derechona
y el facherío en el gobierno, pero ahí se acaba todo. Me encantaría que Pedro
Sánchez pudiera convertirse en algo parecido al Jeremy Corbyn laborista, pero
mucho me temo que ni en él ni en el PSOE hay mimbres que permitan hacer un
cesto de ese pelo. Me apunto pues a la de San Mateo: cuando vea, creeré, pero
mientras tanto me abstendré de hacer alabanzas vacías y, mucho menos aún, de
dar cheque en blanco alguno.
Hacer de la
necesidad virtud no es algo recomendable. Algunas veces, obligados por las
circunstancias, tomamos decisiones en nuestra vida que no nos terminan de
gustar ni agradar. Pero ahí debe quedar todo, sin elevar al capítulo de
virtudes teologales lo que no es más que un trágala impuesto. Me lo dijo un
viejo comunista vallecano, en Madrid, allá por el año 1968: “Mira, Sabino, peor
aún que tragar sapos, pues hay ocasiones en que no hay más remedio –él sabía de
algo de esto por haber tenido que pasar por la cárcel y por batallones
disciplinarios-, es decir que están buenos”. Pues eso.
Jugando al mus,
como en cualquier juego, hay siempre posibilidades de ganar o de perder. Las
cartas que te vienen no las elije uno y es con ellas con las que hay que jugar.
Ahora bien, partiendo de ahí hay dos tipos de jugadores que siempre suelen
perder: los que juegan a la pequeña y los que van siempre a órdagos. Peores son
aún los que con aires prepotentes, teniendo solo cartas para la pequeña, tratan
de esconder su escaso juego liándose a dar órdagos a la grande. Suelen salir
siempre trasquilados.
En una
situación como la actual, las grandilocuencias que afirman haber conseguido
logros nunca hasta ahora conocidos, a lo único que conducen es a fomentar la
pasividad entre la gente. Porque, ¿para qué movilizarse ni preocuparse si
contamos con líderes que son capaces, en un pis pas, de conseguir unos acuerdos
y conformar un gobierno que será la admiración del mundo? ¿No sería mejor
afirmar que no, que no son tan buenos, que tienen muchas cosas mejorables, que
otras importantes ni siquiera aparecen y que, por último, algunos puntos
firmados no son sino puros sapos que se han tenido que tragar? ¿No sería mejor
decir lo anterior y llamar a la gente a movilizarse y a seguir exigiendo sus
reivindicaciones con mayor fuerza aún, a fin de conseguir que la actual
correlación de fuerzas social, política e institucional cambie a favor de las
mujeres, la juventud, la clase trabajadora y los pueblos?
La abstención
ha servido para cerrar el paso al gobierno a la derecha franquista, pero a
partir de ahora comienza la partida de verdad. La investidura ha terminado y
existe ya un nuevo gobierno PSOE-UP. No hay mus. Comienza la partida con nuevas
cartas. El gobierno presentará pronto su proyecto de Presupuestos. Con toda
seguridad, incluirá en ellos algunas zanahorias y pretenderá así,
sobredimensionando su importancia, ocultar todos los rotos y descosidos
políticos, sociales e institucionales derivados de los anteriores gobiernos del
PP… y también del PSOE: reformas laborales y de las pensiones, privatizaciones
generalizadas, política cementera, fortalecimiento del Estado policial y
securitario, criminalización de la disidencia social e independentista,
condescendencia con el auge fascio-franquista...
Hoy más que
nunca es evidente que el Estado español está impregnado de franquismo hasta el
tuétano (monarquía, judicatura, estamento militar y policial, jerarquía
eclesiástica…) y que sus políticas económicas y sociales están supeditadas a los
antojos e intereses del IBEX-35 y el Banco Central Europeo. El enemigo es
fuerte y las cartas que tenemos no son las mejores, pero son más que
suficientes (feminismo no domesticado, juventud inconformista, sindicalismo de
pelea, pensionistas de dignidad, nacionalismos de izquierdas...), para jugar
una buena partida. Mientras tanto, no dejemos que nos distraigan ni engañen con
paralizantes cantos de sirena institucionales. Lo dicho, no hay mus. Para
empezar, el 30 de enero, huelga general en Euskal Herria en defensa de nuestros
derechos sociales.
Iruñea,
10/1/2020
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