Ante el nuevo gobierno socialdemócrata.
DIARIO OCTUBRE / enero 11, 2020
ANTE LA CRISIS DEL SISTEMA DE DOMINACIÓN TOCA GOBIERNO SOCIALDEMÓCRATA
GOBIERNO
SOCIALDEMÓCRATA, ÚLTIMA ESPERANZA DE LA BURGUESÍA PARA TRATAR DE SUPERAR SU
PROFUNDA CRISIS
La elección de
Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno, en un escenario de extrema tensión
en el debate parlamentario, expresa la magnitud y el alcance general de la
crisis que afecta a las distintas estructuras de legitimación del poder de la
burguesía española.
A la gravísima
inestabilidad del capitalismo internacional, que no solo se expresa en que la
deuda mundial haya alcanzado la impagable cifra de 32.500$ cada uno de los más
de 7.000 millones de personas que habitamos el Planeta i, sino que, además, en
los más diversos escenarios, los intentos desesperados y aventureros de los
EE.UU para tratar de revertir sus dificultades para mantenerse como primera
potencia hegemónica mundial, nos sitúan en el gravísimo riesgo del estallido de
un conflicto bélico generalizado; el capitalismo español añade un buen
número de factores de quiebra que hacen ingobernable su desarrollo que no
tienen solución dentro de los límites del actual marco institucional.
La constatación
del constante debilitamiento de los consensos del 78, es el punto de partida
para analizar la totalidad de los factores que se expresan en la elección de
este gobierno, cuya prioridad absoluta es la de tratar de gestionar la
superación de la crisis global del capitalismo español, para, en lo que debe
ser una profunda refundación orgánica de su existencia, establezca las
condiciones que permitan iniciar un nuevo periodo en el ejercicio de la actual
dictadura de clase.
Más allá de los
mediáticos exabruptos de una derecha cortijera, envalentonada por décadas de
políticas conservadoras desarrolladas por la alternancia PSOE/PP en los
gobiernos centrales, autonómicos y locales, es necesario entender que, tal vez,
la alternativa que ofrece el gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas
Podemos, sea la última oportunidad con que cuente el núcleo dominante de la
oligarquía española para gestionar una salida de la crisis que le garantice la
unidad del mercado que conquistó por las armas en 1939, y que logró
consolidar durante estos 40 años con la Transición pactada tras la muerte del
tirano en 1975.
Bien definido
por la portavoz de EH Bildu, como el último tren con el que cuenta el estado
español para abordar la crisis territorial con una propuesta fundamentada en
el reconocimiento efectivo de la plurinacionalidad del Estado Español,
nuevamente recae en la socialdemocracia (la nueva y la vieja) la tarea
de gestionarle a la burguesía una salida con paz social. Una salida en la
que los intereses y necesidades de la clase obrera y los sectores populares
queden en un subordinado segundo plano. La socialdemocracia española de PSOE y
Unidas Podemos, con el concurso de sus compañeros vascos, catalanes y gallegos,
de EH Bildu, ERC y BNG, más un PNV muy consciente de sus responsabilidades e
intereses institucionales, enfrentan la tarea de buscar una salida
superadora “al régimen monárquico del 78” para evitar que salte por los aires
la arquitectura actual del Estado. En una situación, en la que cada vez más
amplios sectores de las burguesías vascas y catalana se sitúan liderando las
legítimas aspiraciones de libertad de sus pueblos, con la finalidad de lograr
un espacio político diferenciado para la gestión exclusiva de sus propios
mercados; la oligarquía española juega su última carta de formalidad
democrática antes de optar definitivamente por el recurso de la represión y la
tiranía como su única jugada posible.
Frente a esta
posibilidad, que empezará a gestionar con pleitesía palaciega el nuevo
gobierno, se sitúa la reacción heredera del abrazo de Vergara y de la
Restauración decimonónica. Esa oligarquía, determinada por su carácter
reaccionario y parasitario, de querencia aristocrática, como fracción más
conservadora y ultramontana de la burguesía española mantiene, como única
opción para el ejercicio de su poder, la violencia como garantía de la
constante negación de derechos a cualquier fracción de la sociedad que no sean
ellos mismos.
Por la gracia
de Dios y de la Conferencia Episcopal, en su España solo caben ellos, y quienes
aceptan ser sus esclavos sumisos. PP, VOX y Ciudadanos, con un programa
ultraliberal de privatizaciones generalizadas y liquidación de derechos
civiles, sociales y laborales en una España Una, son la alternativa política del garrote, los grilletes y el rosario, a la
gestión de la crisis capitalista que tratará de realizar el gobierno de la
socialdemocracia.
LOS GRANDES
AUSENTES; LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO TRABAJADOR.
En el
desarrollo de estos acontecimientos no se nombra a quiénes, sin duda, hemos
sido los grandes ausentes del debate parlamentario. Nadie, más allá de
menciones puntuales a asuntos muy concretos de especial significación, como
puede ser el caso de algunos aspectos de la última reforma laboral o la ley
mordaza, situó una agenda detallada para la recuperación de derechos para la
clase trabajadora y los sectores populares. Sólo se oyeron voces para ensalzar
la llamada “cultura del emprendimiento” y para facilitar la creación de PYMEs;
pues en boca de la socialdemocracia, la nueva y la vieja, queda claro que la
ciudadanía, hace tiempo ya que, en aras del interclasismo, derrotó a la clase
obrera.
La garantía de
la paz social pasa por amordazar al pueblo trabajador, ocultar sus necesidades,
y desmovilizarlo con el espantajo de la “derecha fascista” y la necesidad de
ajustarse a los límites que marca la realidad de la “compleja” coyuntura
económica nacional e internacional.
La necesidad de
institucionalizar el discurso del “mal menor” que, desde los Pactos
de la Moncloa, ha servido para legitimar décadas de pacto social y conciliación
de clases, será la divisa del nuevo gobierno. Un gobierno que, muy
probablemente, partiendo de alguna medida de indudable interés social como, tal
vez, la subida del SMI o cierta regularización del mercado del alquiler o de
las casas de apuestas que inundan los barrios obreros, acabará aplicando todos
y cada uno de los mandatos que, desde los poderes fácticos del Estado y las
instituciones europeas e internacionales, se le impongan para gestionar la
crisis estructural del capitalismo. Es muy posible que repitamos el escenario
del gobierno de Zapatero, que inició su mandato retirando valientemente las
tropas de Iraq, pero que acabó siendo el gobierno que más militares españoles
desplegó a lo largo y ancho del Orbe.
Igualmente, la
política exterior de España fue la otra gran ausente del debate. Ni nada se
habló de ella, ni nadie osó cuestionar el consenso que, no solo, subordina la
soberanía económica y monetaria a la UE y el BCE, sino que, además de ceder el
territorio español a la OTAN y al ejército yanqui para sus bases de guerra, nos
implica directamente con tropas en el terreno y un coste multimillonario, en la
mayoría de los conflictos bélicos con los que el Imperialismo asola a la
Humanidad. La nueva socialdemocracia de Podemos, IU y el PCE, en aras de su
soñada legitimación institucional con sillón en el Consejo de Ministros,
parecen olvidar para siempre, no solo, el OTAN NO, BASES FUERA, sino también el
NO A LA GUERRA.
Por ello, frente
a la maniobra de la socialdemocracia con el objetivo de desmovilizar al pueblo
trabajador y a los sectores populares, con el concurso de sus correligionarios
sindicales y sociales que seguirán jugando su papel de intermediación y
conciliación de clases, la opción de los y las comunistas, del PCPE y su
Juventud, la JCPE, es levantar la más amplia alianza social que, sobre la
base de una Plataforma política y social de recuperación de derechos, sitúe a
nuestra clase y a sus aliados a la ofensiva.
La clase
obrera, el campesinado empobrecido por los monopolios, falsos autónomos,
pequeños empresarios autoexplotados y condenados a la proletarización, mujeres
trabajadoras doblemente esclavizadas, jóvenes sobreexplotados y forzados a la
emigración, trabajadores inmigrantes sin derechos…, todos y todas unidos contra
la pauperización de nuestra realidad y en pro de un futuro sin explotadores y
organizados y movilizados en torno a un programa fundamentado en un nuevo
proyecto histórico para una España, que sea unión voluntaria de pueblos libres
y soberanos, articulada en una República Socialista de carácter Confederal.
Ese es el proyecto histórico de soberanía, progreso y libertad por el que lucha
el PCPE.
Se impone la
necesidad de armar una potente contraofensiva obrera y popular que enfrente
la agresión capitalista y los grandes retos sociales sobre la base de la
defensa intransigente de todos los derechos y libertades arrancadas a la
burguesía con nuestra lucha, derecho a la Autodeterminación, igualdad de
derechos entre hombres y mujeres que acabe con la doble opresión a la que son
sometidas las mujeres trabajadoras, desmercantilización de la Educación y la
Sanidad, derechos de la Juventud, salida del Euro, la OTAN y la UE en el marco
de un proyecto de recuperación de la soberanía popular centrada en el mundo del
trabajo, nacionalización de los sectores estratégicos, fundamentalmente, banca,
energía, obra civil, transportes y telecomunicaciones, reducción de los
presupuestos militares, salario y pensión mínima de 1.200€, gestión del medio
ambiente a favor exclusivamente de las necesidades sociales. Estas son solo
algunas de las medidas del programa en torno al cual armar y organizar nuestra
lucha.
Una vez más,
la lucha obrera y la movilización popular continuadas, volverán a ser la única
garantía de victoria frente a las clases parasitarias que todo nos lo roban.En
una situación en la que la clase dominante enfrenta graves dificultades para
mantener su dominación, el bloque obrero y popular tiene que aprovechar la
ocasión para golpear de forma continuada y conseguir cambiar la correlación de
fuerzas y hacer avanzar sus posiciones clasistas. Es el momento de trabajar
para poner en marcha un amplio proceso, de unidad y movilización, que impida a
la oligarquía española consolidar su poder en una fase superior de explotación
y violencia con la ayuda del gobierno de la socialdemocracia.
POR LA UNIDAD
EN EL FRENTE OBRERO Y POPULAR POR EL SOCIALISMO
POR LA REPÚBLICA
SOCIALISTA DE CARÁCTER CONFEDERAL
POR LA SALIDA
DEL EURO, LA UE Y LA OTAN
a 7 de Enero de
2020
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