Muertes,
suicidios y accidentes: otro extraño fallecimiento implicado en la corrupción
del PP
Este mes se dio a conocer la noticia
de la muerte de Rafael Naranjo, antiguo presidente de Sufi
elplural.com Domingo, 13 de octubre de 2019
El empresario Rafael Naranjo.
Hace un par de semanas se conocía la noticia de la
muerte de Rafael Naranjo, antiguo presidente de Sufi,
empresa que mantuvo entre 2001 y 2007 una estrecha vinculación con los
Ayuntamientos de Boadilla del Monte, Majadahonda y Alcalá de Henares así como
con municipios de otras autonomías como Castilla y León.
Rafael Naranjo reconoció ante el juez Pedreira que
pagó un millón de euros a una "tercera persona" por la adjudicación
del servicio de limpieza del distrito madrileño de Moratalaz, una adjudicación
con la que obtendría 48 millones de euros en 10 años y admitió haber efectuado
ese pago desde una cuenta personal que tenía en Suiza a otra ubicada en ese
mismo país. Cuando se produjeron los hechos, en 2002, Alberto López Viejo
ocupaba la concejalía de limpieza en el Ayuntamiento de Madrid.
El juicio llevaba a la espera desde 2016. Pero no es el primer vinculado a
la trama que fallece mientras la corrupción le persigue:
Miguel Blesa
El expresidente de Caja Madrid tenía
una condena en firme por las tarjetas black de
seis años aunque se encontraba en libertad sin fianza ya que el juez así
lo quiso por un comportamiento intachable durante el suceso. Blesa había
recurrido al Tribunal Supremo la sentencia dictada por la Audiencia Nacional y
se había convertido en el acusado que más pena había sumado de todos los
integrantes de la trama de las tarjetas black.
Por otra parte, también tenía una imputación por
crédito fallido al Grupo Marsans. Asimismo, también fue condenado por delito
societario, apropiación indebida y falsedad documental por la compra
fraudulenta del City National Bank de Florida. Tardo menos de 24 horas en pagar
los 2,5 millones de euros de fianza.
María José Alcón
Saltó a la fama al ser conocida como la garganta
profunda del blanqueo de dinero en el Ayuntamiento de Valencia durante
la legislatura de Rita Barberá. La exedil popular estaba imputada
en el caso Taula sobre blanqueo de dinero y presunta financiación
irregular del partido.
Rita Barberá
Fue la ‘muerte’ relacionada con la Gürtel más comentada
en las últimas fechas. Como se recordará, su fallecimiento por infarto
de miocardio se produjo menos de 48 horas después de tener que
comparecer ante el Tribunal Supremo para declarar sobre su posible pérdida de
aforamiento e imputación en el caso Taula.
Leopoldo Gómez
En Marzo de 2016 moría Leopoldo Gómez, un imputado
poco mediático, pero un hombre que conocía al dedillo todo lo que había
sucedido en torno a uno de los brazos más productivos de la
trama: la ramificación de Pozuelo de Alarcón. Leopoldo Gómez había sido
arquitecto municipal de este municipio, el más rico de España, y era conocido
como el cobrador de Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato,
y durante los años de los maletines, alcalde de Pozuelo. Gómez
estaba imputado por delitos de prevaricación y cohecho y se había ganado ese
‘sobrenombre’ después de que se supiera, en declaraciones del exGal José Amedo
a OKDiario, que se encargaba de cobrar deudas de
constructores.
Isidro Cuberos
Más extraña aún resultó la muerte de Isidro
Cuberos, que apareció en un barranco entre Mijas y Benalmádena, y donde
habría caído con su moto. Imputado por el caso Jerez, Cuberos
aparecía como una pieza clave para entender cómo había operado la trama Gürtel
en Andalucía. Cuberos tenía mucha influencia en el PP gracias a haber sido
durante años el exjefe de comunicación, aunque en realidad era mucho
más que eso, de Javier Arenas y también después del PP durante tres
años mientras Arenas fue secretario general del partido.
Francisco Yáñez
Conocido como el amigo de todos que sabía todo del
dinero. Su muerte, como la de Cuberos, fue también sorpresiva. Clave
en los movimientos del dinero producido por la trama,
Francisco Yáñez, amigo personal de Luis Bárcenas y de los tesoreros
anteriores a él, Álvaro Lapuerta y Ángel Sanchís, con los que había trabajado
durante años, murió pocos días después de ser imputado y cuatro días antes de
tener que ir a declarar ante el juez Pablo Ruz. Yáñez, durante años, había
trabajado como contable para el PP. Padre del apoderado de las cuentas en Suiza
de Bárcenas, Yáñez estaba acusado por el entonces juez de la Audiencia Nacional
de haber colaborado “en la ocultación del patrimonio opaco para la Hacienda
Pública y de procedencia indiciariamente ilícita de Luis Bárcenas Gutiérrez y
Rosalía Iglesias Villar con la finalidad de desvincularlo tanto de su origen
como de sus verdaderos propietarios”.
María del Mar Rodríguez Alonso
La más oscura de todas estas muertes, en enero
de 2015 el cadáver de esta mujer apareció en un hotel de
Bilbao a causa de lo que la policía dictaminó que había sido un
suicidio. Esta mujer era la esposa del senador del PP Tomás Burgos
Beteta, y el juez Pablo Ruz la había imputado por la utilización que la
trama Gürtel habría hecho de su empresa MR&Asociados como tapadera de
Francisco Correa, entre otros casos, en la organización de un Congreso de
Parques y Jardines Públicos en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. La
investigación concluyó que María del Mar Rodríguez Alonso se había suicidado,
deprimida por el rechazo de los juzgados a sus repetidas peticiones de
ser desimputada, y por la muerte del familiar de una amiga, a cuyo
funeral había acudido a Bilbao.
José Martínez Núñez
Dueño de Tecnología de la Construcción (Teconsa), este
empresario también murió durante la investigación por la Gürtel. La
burbuja y el escándalo de la propia trama, le costaron a Mártínez Núñez un
imperio que había llegado a facturar por encima de 6000 millones de euros y
contar con 650 trabajadores. Un ‘dictador’ para quienes
trabajaron con él, por sus métodos y formas, tanto en el trato personal como
profesional, Martínez Núñez y su empresa había sido señalado ya como
relacionado con Correa por el primer juez que llevó el caso, Baltasar Garzón.
Francisco Sánchez Arranz
En algunos medios se presenta a este exconcejal del PP
en la localidad madrileña de Boadilla del Monte y exconsejero de Iberia como
otro de los muertos Gürtel. En realidad, ni siquiera llegó a
estar imputado, sin embargo, porque cuando el juez instructor, José de
la Mata, quiso hacerlo ya había fallecido meses antes. Se le acusaba de
haber sido un presunto prevaricador, por haber favorecido la adjudicación de
una parcela de terreno público de acuerdo con Francisco Correa y con el alcalde
de Boadilla, Arturo González Panero, el Albondiguilla. Llegó a
declarar como testigo por este mismo asunto.
Álvaro Lapuerta
El que fuera protector, amigo y supervisor de Luis
Bárcenas como tesorero del PP, no ha fallecido, pero sí que a partir del
estallido del caso Gürtel ha sufrido dos caídas en extrañas circunstancias, que
afectaron dramáticamente su situación física. La segunda de ellas, de hecho,
casi le costó la vida, ya que pasó un tiempo en coma. Las secuelas de las
caídas fueron argüidas por su defensa para retrasar o evitar comparecencias
ante los diferentes jueces que instruyeron la causa. En un comunicado que
hicieron público tras la segunda caída, los propios hijos calificaron
como "de extraños" los accidentes de su
padre, que se produjeron uno en marzo de 2013, al poco de estallar
en toda su plenitud el escándalo por ‘los papeles Bárcenas’, y la segunda y más
grave, en abril de ese año, ambas a la entrada de su domicilio. Para añadir más
ingredientes al asunto, hay que recordar que apenas medio año antes, Lapuerta
había acudido a la policía para denunciar que había recibido llamadas
amenazantes en las que se le decía que él ya era un hombre mayor, pero se le
pedía “piensa en tus hijos y en tus nietos, ten cuidado con lo que haces”.
Antonio Pedreira
Fue el que durante más tiempo controló la mayor
investigación por corrupción en la democracia española y sus compañeros siempre
lo recordarán como “un gran jurista y una gran persona”. El juez Antonio
Pedreira falleció en agosto de 2015 tras casi tres años hospitalizado por
un accidente cerebral.
Juan Pérez Mora
Mora era un comercial que, en un cambio de los
acontecimientos, se hizo pasar por juez para engañar a Francisco Correa,
cabecilla de la trama Gürtel. Cuando se apreció la falacia, el falso juez
decidió quitarse la vida en el verano de 2009.
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