“Mambrú” Trump se va a la guerra, también contra el Congreso de EE.UU.
CLAE / Rebelión
09.05.2019
Tras sus sucesivos
fracasos en el ámbito internacional, en medio de sus retóricas bélicas
contra Irán y Venezuela y el caos y el conflicto permanentes de su
gobierno, el presidente Donald Trump provocó el martes el desplome de
las bolsas de valores al amenazar con una guerra comercial con China.
En
Washington sorprendió la decisión de Irán de “reducir su compromiso”
con el acuerdo nuclear de 2015 ante la creciente presión de EEUU, y
planea reactivar parte de su programa atómico congelado a resultas de
aquel pacto (firmado por el Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y
China), pero no abandonarlo por completo. Mientras el golpe promovido en
Venezuela, además de fracasar por falta de apoyo militar y sobre todo
popular, hizo que varios de sus aliados abandonaran la tesis bélica y
buscar negociaciones en el país sudamericano-caribeño.
Asimismo,
el gobierno de Trump sigue negándose a cooperar con órdenes del Congreso
para comparecer y entregar documentos que requiere en sus
investigaciones de un amplio abanico de temas que van desde obstrucción
de la justicia hasta corrupción, mientras se intensifica el debate entre
demócratas sobre si iniciar un proceso de juicio político contra el
presidente.
La oficina de asuntos legales de la presidencia
estadounidense ordenó a su exabogado Donald McGahn - testigo clave en la
investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre posible colusión
y obstrucción de la justicia de Trump y sus socios- que no entregara
documentos al Comité Judicial de la Cámara de Representantes, invocando
como justificación el "privilegio ejecutivo" (que no es ley sino norma
aceptada),y que en algunos casos permite mantener en el ámbito
confidencial comunicaciones internas del Ejecutivo.
La decisión
del presidente es no colaborar con el Congreso (tiene minoría en el
Parlamento) y tratar de evitar que todo ex funcionario del Ejecutivo
testifique ante el Congreso: "estamos combatiendo toda citación (orden
legislativa)", dijo Trump, desconociendo la separación de poderes. Trump
está llevando esto a un nivel sin precedentes. Un editorial del New
York Times afirma que "al declarar la guerra contra la supervisión
legislativa, Trump no está buscando mantener el equilibrio entre los
poderes. Está buscando cómo destruir la balanza".
Poco antes el
procurador general, William Barr, se negó a comparecer ante el Comité
Judicial y tampoco quiso facilitar una versión no censurada del informe
de Mueller. El secretario del Tesoro rehusó entregar las declaraciones
de impuestos de Trump solicitadas por una orden de la Cámara de
Representantes (de mayoría demócrata), y también trató de obstaculizar
las investigaciones sobre los negocios privados del presidente, entre
muchos ejemplos más.
El demócrata Richard Neal, presidente de la
comisión parlamentaria, había exigido al Tesoro que le entregara antes
del lunes las declaraciones de impuestos de Trump, con el fin de
identificar sus lazos empresariales y descartar que haya conflictos de
interés en sus acciones.
El Senado, aún en manos republicanas,
pretende congelar investigaciones legislativas, y su líder, Mitch
McConnell, declaró que en el asunto de la investigación Mueller, "el
caso está cerrado". Nancy Pelosi, presidenta de la cámara baja, y la
demócrata electa más poderosa del país, declaró que estas
"provocaciones" y decisiones de no responder a las órdenes del
Legislativo podrían ser violaciones que ameriten un impeachment (juicio
político) y advirtió que Trump está intentando provocar a los demócratas
a proceder con la destitución, ya que ante eso lograría "consolidar sus
bases".
Pelosi ya había argumentado que un impeachment podría
beneficiar más a los republicanos políticamente antes de la elección de
2020, y que al final tendría nulas posibilidades de que culmine, dado
que los demócratas no controlan el Senado. No todos los demócratas están
de acuerdo con ella: la senadora y candidata presidencial Elizabeth
Warren reiteró su llamado a un proceso de impeachment y afirmó que "si
cualquier otro ser humano en este país hiciera lo documentado en el
informe Mueller, sería arrestado y encarcelado".
El “éxito” de Trump: como evadir impuestos
Donald
Trump llegó a la presidencia presentándose como un exitoso hombre de
negocios en casinos, hoteles y edificios residenciales. Pero la realidad
es que su conglomerado empresarial reportó pérdidas por unos 1.170
millones de dólares entre 1985 y 1994, según declaraciones de impuestos
reveladas por el diario The New York Times.
El diario explicó que
las altas pérdidas comerciales de los negocios de Trump provocaron que
el ahora presidente evitase pagar impuestos durante ocho de los diez
años analizados. Pese a que el Times reconoció que no obtuvo las
declaraciones de la renta reales de Trump, aseguró que recibió "la
información contenida en las declaraciones de alguien que tuvo acceso
legal a ella”.
La noticia del Times llega en medio de una
batalla entre los demócratas de la Cámara de Representantes y la
presidencia por la solicitud de las declaraciones de impuestos
personales y comerciales del actual mandatario desde 2013 hasta 2018.
Trump es el primer presidente estadounidense desde Gerald Ford
(1974-1977) que no publica cada año su declaración de impuestos, una
tradición que sus predecesores consideraban parte de su deber de
transparencia y rendición de cuentas ante el pueblo.
Lo más curioso es que Trump se queja permanentemente de cómo, a pesar de ser un "gran presidente", es tan mal tratado.
Mirko C. Trudeau:
Economista-jefe del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva
York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro
Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
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