26 dirigentes de
UGT-Canarias, al banquillo por apropiarse de 872.000 euros de formación
Por M.A. Montero
Kaosenlared
10.03.2019
La cúpula del sindicato en el
archipiélago usó Fundescan para financiar la organización de fondos regionales
El juez abre procedimiento abreviado a los 26 encausados.
La trama de UGT-Canarias se apropió de
unos 872.000 euros de los fondos públicos que el sindicato recibió de 2006 a
2010 para la formación de trabajadores. La organización usaba la Fundación para
el Desarrollo Social (Fundescan) como instrumento para financiarse con las
subvenciones que le concedía el Gobierno regional. Así consta en el auto de
procesamiento contra los 26 encausados y contra el propio sindicato que el 28
de febrero, hace apenas una semana, dictó el Juzgado de Instrucción número 4 de
Las Palmas de Gran Canaria. El juez , pues, ha hallado indicios racionales de
culpabilidad.
La resolución judicial expone que la
dirección de UGT-Canarias no solo controlaba totalmente la fundación -nombraba
a los miembros del patronato, que pertenecían al sindicato-, sino que la
utilizaba “como un instrumento para la financiación de forma indirecta de
UGT-Canarias”. Y como el dinero que manejaba Fundescan procedía
fundamentalmente de las arcas públicas, eran estas las que alimentaban
indebidamente la caja del sindicato. “Principalmente mediante la obtención de
subvenciones concedidas por el Gobierno de Canarias destinadas a la formación
de trabajadores, y más concretamente para el desarrollo de los denominados
planes de formación”, reza textualmente el auto de procesamiento.
El modus
operandi de la trama era sencillo. UGT solicitaba las subvenciones al
Servicio Canario de Empleo (SCE), organismo que depende del Ejecutivo
autonómico, y después subcontrataba a su propia fundación para que ejecutara
las tareas de formación de los trabajadores. Hasta aquí no había nada ilegal.
Pero el caso es que los responsables del sindicato en aquellos años no
transferían todo el dinero público a las cuentas de Fundescan, sino que
ordenaban que una parte se la quedara UGT. Así, fondos que debían servir para
actividades formativas acabaron pagando “gastos propios del sindicato
totalmente ajenos a los planes de formación”, ahonda el auto.
En el escrito se detallan de forma
pormenorizada las cantidades que recibía UGT, las que transfería a Fundescan y
las que se quedaba irregularmente. A finales de 2006, y para acciones de
formación profesional continua, el SCE concedió al sindicato un montante de,
exactamente, 2.375.249,26 euros. A mediados de 2007, el Servicio Canario de
Empleo autorizaba a UGT a subcontratar a Fundescan, de modo que iba a ser la
fundación, como “entidad vinculada al sindicato”, la que llevaría a cabo la
encomienda. Fue UGT la que pidió a la dirección del SCE que permitiera la
subcontrata. Sin embargo, de los casi 2,4 millones de la subvención solo
llegaron a la caja de la fundación 2.217.866,78 euros. Los 157.382,48 euros que
faltaron fueron la primera apropiación, un dinero que por orden de los
imputados se quedó UGT-Canarias para “cubrir gastos totalmente ajenos a los
cursos”.
La historia se repitió con el mismo
guión en la siguiente convocatoria de subvenciones. De los 2.569.578 euros que
el SCE le concedió al sindicato el 28 de diciembre de 2007, solamente acabaron
en manos de Fundescan -UGT había vuelto a pedir permiso para que fuera la
fundación la que llevara a cabo la encomienda pública- un total de 2.307.927,5
euros. Otros 261.659 euros se fueron así a la caja del sindicato de manera
irregular. “También en este caso los imputados ordenaron que UGT-Canarias se
quedara con la diferencia entre el importe de la subvención concedida y la cantidad
transferida a Fundescan […], cantidad que se aplicó a cubrir gastos de
UGT-Canarias totalmente ajenos a estos cursos de formación”, recoge el auto.
Lo mismo ocurrió también con 424.522
euros de la subvención concedida en diciembre de 2008, un total de 2.924.522
euros.
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