sábado, 7 de julio de 2012

QUE DIGO YO, EN CONFIANZA, SEÑOR RAJOY ¿ANTES DE DIMITIR Y DE RESPONDER ANTE LA JUSTICA POR LOS DAÑOS CAUSADOS A MILLONES DE ESPAÑOLES, CUANDO VA A RECORTAR LOS GASTOS QUE SE DICEN MAS ABAJO? :


" EXTERIORES GASTA EN AJUAR Y SUMINISTROS LA MISMA CANTIDAD QUE RESTA A LAS ONG

 LUIS DíEZ | 6 de mayo de 2012  (cuartopoder.es) 

 Trescientos mil euros en cubertería, 141.000 en ropa de cama y toallas de baño, 374.000 para restaurar un zaguán y limpiar e iluminar un patio de la embajada española ante el Vaticano, 115.640 euros en banderas, peanas, escudos y banderines para los coches, 109.000 en ampliar la potencia eléctrica en la embajada de Moscú… Son algunos “contratillos” del Ministerio de Asuntos Exteriores para mantener el decoro en las más destacadas de las 118 embajadas, 11 representaciones diplomáticas permanentes, 95 consulados y sus respectivas residencias (440 edificios).
Los gastos de material, suministros y “otros” de la red exterior del Estado se elevan a 44,5 millones de euros este año, una cantidad que, paradójicamente, viene a coincidir con la que el ministro de Asuntos Exteriores ha resuelto suprimir este año en ayuda desinteresada de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) a través de los planes plurianuales de las ONG a países del tercer mundo. La mitad de ese dinero iba a dotación de servicios básicos, desarrollo rural, salud sexual y reproductiva, y a paliar el hambre y las enfermedades de la gente de países empobrecidos. Pero si añadimos los 9, 2 millones de euros en obras y los 26, 7 presupuestados en arrendamientos, el gasto diplomático se eleva a 80,4 millones de euros y casi duplica la ayuda suprimida a cooperación desinteresada. 
El titular de Exteriores, José Manuel García Margallo, ya advirtió que su departamento se enfrentaba a un “Presupuesto de guerra” este año. De hecho, el primer ajuste, de 30 de diciembre, le restó de un plumazo 12,8 millones de euros: 5,6 en personal, 3,7 en bienes y servicios corrientes, 2,9 en inversiones y el resto en transferencias corrientes. Pero cuando el diputado de ERC, Alfred Bosch, se interesó por algunos “gastos menudos” de la red exterior, si quiera fuera para conocer la parte proporcional con la que tendría que correr Cataluña en el caso de integrar sus oficinas comerciales en las embajadas y consulados, como ha ofrecido el ministro, Exteriores comenzó a desgranar y justificar datos de interés sobre algunos contratos que requerían el visto bueno oficial.
Así sabemos que el mantenimiento de la embajada en Washington cuesta 496.363 euros anuales, pero es que el año pasado costó 545.975. Vale que el cuidado de la embajada de Tokio salga por 141.890 euros, pero es que incluye la revisión de los aparatos de aire acondicionado. Vale que la limpieza de la embajada de Berlín se haya contratado por 324.000 euros, pero el contrato es por dos años y la cuantía del gasto “es adecuada” si tenemos en cuenta que estamos hablando de un complejo de 12.000 metros cuadrados, distribuidos en ocho plantas, con seis puertas de entrada, 500 puertas interiores, pasillos y despachos enmoquetados, un auditorio para cien personas y una gran superficie acristalada. En la sede de Berlín trabajan 140 personas y en ella se celebran muchos actos públicos, exámenes de la Universidad de Educación a Distancia, recepciones, visitas oficiales, atención al público… Si es que habría que dar las gracias a la Gegenbauer Services GMBH por el ventajoso precio de la limpieza, según se deduce de la argumentación ministerial. 
La presión demográfica creciente obliga a redistribuir y ampliar la cancillería de Moscú. La redacción del proyecto cuesta 570.233 euros, pero es que incluye la gestión para la obtención de la licencia de las obras, el informe sobre las empresas interesadas en ejecutarlas, la dirección facultativa de la construcción por un equipo ruso-español y sus honorarios y gastos de viaje. Por cierto, que la embajada en la capital rusa ha tenido que ampliar la acometida eléctrica de 93 kilovatios de potencia que tenía asignados a 153 que son menester, con un coste de 109.890 euros entre aperturas de zanjas en terrenos de dominio público, soterramiento de cables e implantación de arquetas de distribución.
Ya en materia eléctrica, nadie puede decir que no esté justificado el gasto de 374.159 euros en la restauración e iluminación del zaguán y el patio central del palacio de la embajada española ante el Vaticano. Téngase en cuenta que estamos hablando del Palacio de España, con fachada principal a la Piazza di Spagna, lugar de enorme concurrencia turística de los visitantes de la ciudad eterna. Y no sólo eso: es la primera embajada permanente de España en el extranjero, la estableció Fernando el Católico en 1480 y su sede fue adquirida por España en 1647, siendo el maestro del Barroco italinao, Borromini, quien diseñó la ampliación del edificio y trazó la escalera principal que sube, justamente, desde el zaguán ahora remozado e iluminado. El Gobierno considera “adecuada la inversión”, que ya venía siendo necesaria desde hace años. El edificio, con una superficie construida de 11.000 metros cuadrados y tres patios de diferente morfología –uno central y representativo y dos laterales– iba necesitando una mano de limpieza, sobre todo en el zaguán y el patio central –columnas, solados, bóvedas y fuente– porque con el uso continuado había acumulado demasiada cochambre o, según dice el Gobierno “bastante suciedad, que perjudicaba notablemente la percepción de los espacios”.
El valor histórico-artístico ha obligado asimismo a destinar 270.000 euros a remozar el edificio del Consulado en Alejandría que, como en otras muchas ciudades, alberga también la sede al Instituto Cervantes. Está situado en una de las principales arterias de la ciudad –la avenida Horreya, 101–, y las autoridades egipcias tuvieron la ocurrencia de incluirlo en el catálogo de edificios protegidos, lo que ha justificado la necesidad de meterle mano, máxime si, como es el caso, pertenece al Estado español. La obra incluye la renovación de la instalación eléctrica, la revisión del saneamiento y los desagües, la climatización y otros detalles no menos importantes como la impermeabilización de las cubiertas y la eliminación de humedades. 
A nadie se le escapa que las embajadas y residencias de los embajadores necesitan un ajuar presentable. Para eso, nada mejor que El Corte Inglés. Estos grandes almacenes y Pedro José Villalba SA han vendido a Exteriores mantelerías de gala, de diario e individuales, cubertería oficial y servicios de mesa para las residencias de los diplomáticos por valor de 330.000 euros en los seis últimos meses. La compra centralizada y en lote permite homologar los modelos y resolver “la dificultad de la adquisición en algunos países”. La técnica de adquisición central se extiende a la ropa de cama y a las toallas, con un gasto centralizado de 141.000 euros en el último contrato. Y asimismo, abarca a las banderas, peanas, escudos y banderines por valor de 115.640 euros. En este punto cabe recordar que José María Aznar exigía, cuando era presidente, que le pusieran detrás una bandera de España antes de comparecer ante los medios de comunicación. Y si estaba en un hotel o en otro lugar y no había bandera, mandaba a buscarla a la embajada o el consulado y retrasaba la comparecencia hasta que la trajeran. 
Si luego, como es el caso, hay que prescindir de la rehabilitación y ampliación de la embajada en Asunción (Paraguay) para ahorrarse la equivalencia de la provisión de símbolos, mástiles, peanas, banderas, banderines y ajuar, tanto da. Lo importante es que la bandera permanezca aunque se arríe la cooperación. Luego ya, para racionalizar el gasto, el ministro García Margallo negocia la integración de personal diplomático español en el naciente Servicio Europeo de Asuntos Exteriores (SEAE) como “expertos nacionales” con el fin de poder clausurar algunas sedes diplomáticas y de tener representación donde hoy no la tenemos. Pero tampoco la fórmula saldrá gratis."

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