(Mariano Rajoy cazado infraganti en claro abandono de su puesto de trabajo y mostrando su honda preocupación por los graves asuntos de Estado. Y es que don Marino es pedazo, cacho o trozo de carne común como cualqueir otro mortal, lo que pasa es que para que nos joda, encima le pagamos el sueldo y le garantizamos el porvenir a él y su familia)
Congelar pensiones y quitar (ya lo dice la palabra, quitar…, y la palabra quitar ya es una buena pista de lo que voy a decir) una paga a los funcionarios, que dicho sea de paso, no son como usted sino que trabajan como funcionarios para poder vivir, no son recortes, como ya ha anunciado usted, sino un robo.
Las pensiones de los trabajadores no son regalos de nadie hacia los trabajadores, sino una parte de su salario que durante su vida laboral le han ido descontando para que transcurrido un tiempo y al final de su vida laboral, tengan unos ingresos asegurados para poder seguir viviendo, porque los trabajadores, cuando se jubilan no son como José María Aznar, Felipe González y Zapatero (y como lo será usted cuando deje el gobierno por la puerta de atrás) que además de no haber trabajado y habiendo sido ambos tres más dañinos (usted ya lo está siendo) para la sociedad que una cabra en un sembrao, les queda coche, el cochecito Leré me dijo anoche Leré…; secretaria, supongo que para secretariarse; oficina, supongo que para hacer negocios propios en base a la información obtenida durante el ejercicio del cargo, lo cual está muy feo, pero que muy feo, y protección policial de por vida, cosa que si me parece lógica, pues después de haberse pasado una temporada haciendo chandrios contra la sociedad es lógico que cuando salgan a la calle el primero que pase se lo quiera comer, lógico.
De manera que congelar pensiones en realidad significa disminuirlas, quitar, porque sube la luz, el gas, el pan, los huevos (aunque de huevos no tanto, no se crea), es decir, don Mariano, constituye un robo.
Y no es que sea usted un ladrón que roba al rico para dárselo a los pobres, sino que roba usted al pobre porque el amo que le manda, y que es rico, claro está, le manda a usted a que robe para él. Esto es pecado, don Mariano, le advierto, y como además de pecaminosos sea usted un embustero, que lo es y además rico, usted no pasara por el ojo de la aguja y ya sabe lo que es eso, aquello que dijo Cristo: por mi Padre que no pasa uno, más o menos, no me lo vaya a tomar al pie de la letra.
Lo de quitar una paga a los funcionarios, o lo que es lo mismo, quitarles una doceava parte del salario a un trabajador del Estado es tan robo como lo anterior, pero aquí ya le veo yo su gota, la suya, don Mariano, de mala inquina; su punto de cálculo frío y traicionero; su puntito de peligrosidad social, o sea, lo que a en mi pueblo le venimos llamando mala leche o acción propia de un mal nacido, porque aprovecha la creencia generalizada y, desde muy recientemente e intensamente fomentada desde los poderes públicos, de que funcionario y vago es algo parejo y por lo tanto, bajarle el sueldo a un vago casi es obra “misericordiosa”, sin reparar y sin decir (esto es por lo menos alevosía) que para el Estado trabajan muchos eventuales, y también laborales fijos, que cobran al mes pedito burra a los que también se les va a quitar una paga, lo cual (para desgracia del parado que son unos cinco millones) resulta muy aceptable socialmente (para desgracia de cualquier trabajador) que s ele baje el sueldo, porque claro, el funcionario tiene lo que casi hoy es un lujo tener: trabajo y salario fijo, por consiguiente, como yo no tengo trabajo y si lo tengo es en precario y a salario de mierda mierdeta, a tomar por el culo la bicicleta, ¡todos como yo! A joder a los funcionarios, que es mi proclamación pública de que tengo menos conocimiento que un botijo y que además por este camino yo no voy a tener ni trabajo ni salario digno en la puta vida. Y este es el razonamiento que aprovecha don Mariano para anunciar que le va a quitar una paga a los funcionarios que es la garantía de que en un futuro no muy lejano (como no hagamos algo) ningún trabajador va a tener para vivir como hoy es posible vivir.
Claro que esta táctica de fomentar la desinformación y aprovechar el descontento social, precisamente contra los propios trabajadores ya la utilizó el “amigo” de Rajoy dame la manita Pepe Luís, Rodríguez Zapatero, de la que no estuvo nada alejado Rubalcaba, y por esto y por tantas otras cosas, con más razón que un santo el 15-M decía: “PSOE, PP, la misma mierda es” (y es necesario volver a aclarar que PSOE y Socialismo no son cosas necesariamente coincidentes).
Mentira es y la mentira, no hace falta que lo diga yo, es lo propio del embustero, que lo que anuncia Rajoy como recortes sean recortes (exactamente igual que Zapatero). Y mentira es que con los “recortes” realizados y los que tienen previsto realizar sea para crear trabajo. El trabajo no se crea despidiendo trabajadores ni abaratando el despido ni facilitando a los defraudadores que pueden seguir defraudando a la Hacienda Pública.
Los recortes que no son recortes sino robos, no tienen más propósito que detraer de las rentas más bajas, trabajadores, pensionistas y, pequeños y medianos empresarios no ligados al gran capital (que a estos también les hace falta un buen des modorre intelectual para que vean que sus intereses están más cercanos del asalariado que del gran capital, con lo que ingenuamente se confunden) lo que el capital financiero necesita para mantener la tasa de beneficios que tenían prevista, que por otra parte no puede ser mantenida en el tiempo indefinidamente ni siquiera por la fuerza.
Garantiza el robo a los trabajadores, jubilados y rentas más bajas de la sociedad la modificación del artículo 135 de la Constitución que de dame la manita Pepe Luis hicieron el PSOE de Zapatero y el PP de Rajoy, por cuanto garantiza la prioridad del pago a los acreedores del Estado sobre todas las cosas, incluidos sueldos de funcionarios (los maestro también lo son) y demás prestaciones sociales. Es decir, que como ahora se plantea dejar de pagar una paga a los funcionarios, mañana se podría hacer, siendo perfectamente constitucional, dejar de pagar la segunda paga, o un sueldo de un mes, al igual que se podría de dejar de pagar una paga de la jubilación o cualquier otro servicio social, porque lo prioritario, según la Constitución es pagar las deudas que hayan podido contraer los gobierno, sea por compra de material militar o por haber construido tres aeropuertos sin ninguna viabilidad, pero que sirvió para enriquecer a los amiguetes, por ejemplo, que aquí no acaba la cosa. Y más clarito, el agua clarita, mis sufridores lectores.
*++
No hay comentarios:
Publicar un comentario