LOS CINÍCOS DEMOSTRANDO QUE SON CÍNICOS
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(El Rey y Rajoy en Cádiz viéndolas venir y a ver que pasa)Porque Rajoy le llama Pepe a Juan y Juan a Pepe es un cínico. Y para hacerle justicia, a lo de cínico hay que añadirle unas gotas de demagogia, que consiste en decir una parte de la verdad ocultando otra, de manera que se termine diciendo no lo que es, sino lo que uno quiera que sea porque así le conviene.
El artículo tercero de la Constitución de 1812 establece por primera vez en España que la soberanía reside en la nación y no en el Rey, y por consiguiente, tampoco en Sarkozy ni en Ángela Merkel ni en la banca, que son los que deciden hoy que hay que hacer en España a los que Rajoy, como amos suyos que son, debe obediencia y nos hace obedecer a nosotros, aunque sea contra nuestros propios intereses personales y como nación.
Por tanto, si no entra en el origen de la Constitución de 1812 es obvio que tampoco le interesa tocar su análisis histórico ni lo que llegó a representar como avance político en aquel tiempo.
A Rajoy lo que le interesa, según su natural nivel socio-político intelectual plano, o lacio como moco de pavo, según se prefiera, es formar un batiburrillo de palabras vacías para marear la perdiz y llegar a la conclusión, poco menos, de que la Constitución de Cádiz de 1812 la hizo él con sus propias manos, Y así, afirma el hombre y se queda tan pancho, que «la reforma (Constitución de 1812) trajo el cambio, y hoy como antes, el cambio es la reforma»., que traducido al buen cristiano desprovisto de cinismo y demagogia, Rajoy tiene la desfachatez cínica y demagógica de pretender que nosotros entendamos que la reforma laboral que ha hecho el PP para empeorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad tiene algo que ver con aquella reforma de 1812 en al que se establecía por primera vez en la historia de España que la soberanía reside en la Nación.
Efectivamente en la política de Rajoy con su reforma hay un cambio. Pero un cambio a peor, que también es cambio. El número de despidos ha crecido a raíz de la reforma laboral de Rajoy, que es la que pretende instaurar a raja tabla en Andalucía si llega a ganar las elecciones como todo apunta, con lo que los andaluces verán crecer su paro que en estos momentos está en un millón doscientas mil personas. Pero esto no era lo que pretendían los constitucionalistas de 1812 en Cádiz.
Los constitucionalistas de Cádiz de 1812 no pretendían bajar los salarios, ni debilitar la protección social de los trabajadores que son quienes crean la riqueza, ni privatizar el Estado de Bienestar, ni que los bancos tuvieran cada vez más poder, que es lo que se esconde bajo la reforma laboral de Rajoy, y es para lo que esta utilizando la conmemoración de los doscientos años de la Constitución de Cádiz con el consentimiento del Rey, que como se sabe, no se mete en política ni en esto ni en lo otro, pero ayuda a su señor.
El artículo tercero de la Constitución de 1812 establece por primera vez en España que la soberanía reside en la nación y no en el Rey, y por consiguiente, tampoco en Sarkozy ni en Ángela Merkel ni en la banca, que son los que deciden hoy que hay que hacer en España a los que Rajoy, como amos suyos que son, debe obediencia y nos hace obedecer a nosotros, aunque sea contra nuestros propios intereses personales y como nación.
Por tanto, si no entra en el origen de la Constitución de 1812 es obvio que tampoco le interesa tocar su análisis histórico ni lo que llegó a representar como avance político en aquel tiempo.
A Rajoy lo que le interesa, según su natural nivel socio-político intelectual plano, o lacio como moco de pavo, según se prefiera, es formar un batiburrillo de palabras vacías para marear la perdiz y llegar a la conclusión, poco menos, de que la Constitución de Cádiz de 1812 la hizo él con sus propias manos, Y así, afirma el hombre y se queda tan pancho, que «la reforma (Constitución de 1812) trajo el cambio, y hoy como antes, el cambio es la reforma»., que traducido al buen cristiano desprovisto de cinismo y demagogia, Rajoy tiene la desfachatez cínica y demagógica de pretender que nosotros entendamos que la reforma laboral que ha hecho el PP para empeorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad tiene algo que ver con aquella reforma de 1812 en al que se establecía por primera vez en la historia de España que la soberanía reside en la Nación.
Efectivamente en la política de Rajoy con su reforma hay un cambio. Pero un cambio a peor, que también es cambio. El número de despidos ha crecido a raíz de la reforma laboral de Rajoy, que es la que pretende instaurar a raja tabla en Andalucía si llega a ganar las elecciones como todo apunta, con lo que los andaluces verán crecer su paro que en estos momentos está en un millón doscientas mil personas. Pero esto no era lo que pretendían los constitucionalistas de 1812 en Cádiz.
Los constitucionalistas de Cádiz de 1812 no pretendían bajar los salarios, ni debilitar la protección social de los trabajadores que son quienes crean la riqueza, ni privatizar el Estado de Bienestar, ni que los bancos tuvieran cada vez más poder, que es lo que se esconde bajo la reforma laboral de Rajoy, y es para lo que esta utilizando la conmemoración de los doscientos años de la Constitución de Cádiz con el consentimiento del Rey, que como se sabe, no se mete en política ni en esto ni en lo otro, pero ayuda a su señor.
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