¿A QUÉ JUEGA LA SEÑORA PROSPERAL DEL PP?
La señora sub-sub feudala Cospedal, o Prosperal particular (Pp), como algunos han empezado a llamarla con más razón que siete santos juntos (de estos santos que siempre tienen razón), dado que tiene un marido que antes de empezar a llevarse de Red Eléctrica casi 200.000 euros al año en plan consejas en virtud de enchufe-enchufa otorgado por Mariano Rajoy en su función de sub delegado de banco amo, se ha tenido que desenchufar él sólito porque los que acompañan a Rajoy en el gobierno han protestado (no se sabe si por la inmoralidad que ello suponía o porque todos querían enchufe eléctrico en Red Eléctrica), tiene también más razón que una santa que no sea del PP cuando ha afirmado en Sevilla de cara al negocio sub-secreto que tienen planteado en forma de elecciones democráticas en Andalucía que “es el momento de hacer lo absolutamente imprescindible; sé que no es el mensaje más popular, pero es el más real; se han acabado los tiempos de la demagogia, son tiempos de mirar la realidad y de hacer una política a ras de tierra”.
Démosle la razón a la señora Prosperal particular (Pp) que es posiblemente de lo más piadoso, evangélico y beneficioso para la sociedad (he escrito beneficioso para la sociedad, no para los cargos del PP y la banca ama, no me malinterpreten) que podamos hacer.
Ha dicho ella: “Es el momento de hacer lo absolutamente imprescindible…” Sea, señora Prosperal particular (Pp). Es absolutamente imprescindible que sin dejar pasar un instante, todos nos pongamos a pensar en quién es el que trabaja y con su trabajo crea la riqueza, y que Prosperales, Botines, Urdangas, Matutes, Ratos, Infantas e Infantos, Reinas y Princesas, Arenas, Montoros, Almunias, De Guindos, Aznares, Fábregas, Aguirres, Cascos, Rudis y etcétera, disfrutan de esas riquezas.
Ha dicho ella: “…sé que no es el mensaje más popular…” ¡Y tanto que no es el mensaje más popular, señora Prosperal particular (Pp)! No tiene nada de popular, porque para saber quiénes somos los que trabajamos y producimos la riqueza y encima nos quedamos a dos velas viendo como los parásitos sociales se enriquecen, se alimentan diariamente tuti plen puta madre güeno tía y se visten con las ropas más caras, hace falta previamente saber cómo funciona la sociedad, qué es el salario directo, el indirecto, el diferido, el nominal, el valor de uso, el valor de cambio, el dinero, el capital, el crecimiento económico, el desarrollo económico, las técnicas de falsificación de la realidad, la Constitución española… y una etcétera como un castillo de grande, y saber todo esto y veintisiete veces más que todo esto, exige seriedad, responsabilidad personal, esfuerzo personal, trabajo personal, sacrificio personal… y otra etcétera, lo cual, evidentemente no tiene nada de popular, pero hay que hacerlo popular, porque hasta que no lo hagamos popular, el pan nuestro de cada día, las bestias más insensibles y con menos entrañas nos seguirán dirigiendo y conduciéndonos como a piaras de cerdos, pero sin tan siquiera engordarnos. Esto, además de impopular sí que es lo más real, cuando lo sea, para que todos empecemos a vivir como seres civilizados.
Dice la “… se han acabado los tiempos de la demagogia, son tiempos de mirar la realidad y de hacer una política a ras de tierra”.
Señora Prosperal particular (Pp), pues a hacerle caso que vamos de cabeza. Como la demagogia no es más que decir una parte de la verdad, ocultando otra para que se entienda lo que el dicente quiera que se entienda, faltando a la verdad, que de eso trata la demagogia, de faltar a la verdad, y que el Partido Popular maneja rozando la perfección, lo que hay que establecer como premisa previa es que todo cuanto diga el Partido Popular, dada su filosofía de hacer más rico al más rico y sanguijuela, y más pobre al pobre. Donde además anida la corrupción que es un primor de caso Gürtel o de información privilegiada obtenida en función del cargo que se utiliza para negocios propios, caso Aznar, sin ir más lejos (aunque al PSOE y otros partidos no le falten), hay que establecer como premisa previa, que todo cuanto diga no puede estar encaminado más que al engaño de incautos a fin de obtener el poder y de ese poder obtener beneficios personales, caso marido de la señora Prosperal particular (Pp) para no perder mucho tiempo.
Y, “como son tiempos de mirar la realidad y de hacer una política a ras de tierra”, según esta misma señora, hay que mirar la realidad actual y ver en que situación de corrupción, política y económica nos han dejado quienes han practicado la política que propugna el PP, pero sin decirla abiertamente, que los jefes del PP serán ricos y más que se quieren hacer, pero de tontos naranjas de la china, para poderles llamar inmorales y sinvergüenzas con todas las palabras y no votarles.
Y como lo que más a ras de la tierra hay es el trabajo, porque lo de las alturas subterráneas lo que se hace no es otra cosa que planear y ejercitar la apropiación de la riqueza que crea el trabajo entre los cuatro cafres que además tienen la desfachatez de hacerse pasar por nuestros representantes y nuestros defensores, pero que en la práctica lo que nos representan y defienden es hacernos trabajar más por menos y en peores condiciones, habrá que decirles que “miau”, y que la producción, base de toda la sociedad la tenemos que decidir los que trabajamos y no los que ni han trabajado ni piensan trabajar se enriquecen más cada día a costa del pueblo trabajador, y ya de paso, le damos el primer campanazo de aviso a la señora Prosperal particular (Pp) para decirle que no puede estar durante cuatro años encariñándose negociablemente y eléctricamente con su marido, y que no son méritos suficientes para estar en el gobierno de un país el haber leído cuatro librillos, y eso quiero decir, cuatro librillos, sin haber trabajado en su vida, por muy moderna que se vista, que eso también, ¿o no?
Démosle la razón a la señora Prosperal particular (Pp) que es posiblemente de lo más piadoso, evangélico y beneficioso para la sociedad (he escrito beneficioso para la sociedad, no para los cargos del PP y la banca ama, no me malinterpreten) que podamos hacer.
Ha dicho ella: “Es el momento de hacer lo absolutamente imprescindible…” Sea, señora Prosperal particular (Pp). Es absolutamente imprescindible que sin dejar pasar un instante, todos nos pongamos a pensar en quién es el que trabaja y con su trabajo crea la riqueza, y que Prosperales, Botines, Urdangas, Matutes, Ratos, Infantas e Infantos, Reinas y Princesas, Arenas, Montoros, Almunias, De Guindos, Aznares, Fábregas, Aguirres, Cascos, Rudis y etcétera, disfrutan de esas riquezas.
Ha dicho ella: “…sé que no es el mensaje más popular…” ¡Y tanto que no es el mensaje más popular, señora Prosperal particular (Pp)! No tiene nada de popular, porque para saber quiénes somos los que trabajamos y producimos la riqueza y encima nos quedamos a dos velas viendo como los parásitos sociales se enriquecen, se alimentan diariamente tuti plen puta madre güeno tía y se visten con las ropas más caras, hace falta previamente saber cómo funciona la sociedad, qué es el salario directo, el indirecto, el diferido, el nominal, el valor de uso, el valor de cambio, el dinero, el capital, el crecimiento económico, el desarrollo económico, las técnicas de falsificación de la realidad, la Constitución española… y una etcétera como un castillo de grande, y saber todo esto y veintisiete veces más que todo esto, exige seriedad, responsabilidad personal, esfuerzo personal, trabajo personal, sacrificio personal… y otra etcétera, lo cual, evidentemente no tiene nada de popular, pero hay que hacerlo popular, porque hasta que no lo hagamos popular, el pan nuestro de cada día, las bestias más insensibles y con menos entrañas nos seguirán dirigiendo y conduciéndonos como a piaras de cerdos, pero sin tan siquiera engordarnos. Esto, además de impopular sí que es lo más real, cuando lo sea, para que todos empecemos a vivir como seres civilizados.
Dice la “… se han acabado los tiempos de la demagogia, son tiempos de mirar la realidad y de hacer una política a ras de tierra”.
Señora Prosperal particular (Pp), pues a hacerle caso que vamos de cabeza. Como la demagogia no es más que decir una parte de la verdad, ocultando otra para que se entienda lo que el dicente quiera que se entienda, faltando a la verdad, que de eso trata la demagogia, de faltar a la verdad, y que el Partido Popular maneja rozando la perfección, lo que hay que establecer como premisa previa es que todo cuanto diga el Partido Popular, dada su filosofía de hacer más rico al más rico y sanguijuela, y más pobre al pobre. Donde además anida la corrupción que es un primor de caso Gürtel o de información privilegiada obtenida en función del cargo que se utiliza para negocios propios, caso Aznar, sin ir más lejos (aunque al PSOE y otros partidos no le falten), hay que establecer como premisa previa, que todo cuanto diga no puede estar encaminado más que al engaño de incautos a fin de obtener el poder y de ese poder obtener beneficios personales, caso marido de la señora Prosperal particular (Pp) para no perder mucho tiempo.
Y, “como son tiempos de mirar la realidad y de hacer una política a ras de tierra”, según esta misma señora, hay que mirar la realidad actual y ver en que situación de corrupción, política y económica nos han dejado quienes han practicado la política que propugna el PP, pero sin decirla abiertamente, que los jefes del PP serán ricos y más que se quieren hacer, pero de tontos naranjas de la china, para poderles llamar inmorales y sinvergüenzas con todas las palabras y no votarles.
Y como lo que más a ras de la tierra hay es el trabajo, porque lo de las alturas subterráneas lo que se hace no es otra cosa que planear y ejercitar la apropiación de la riqueza que crea el trabajo entre los cuatro cafres que además tienen la desfachatez de hacerse pasar por nuestros representantes y nuestros defensores, pero que en la práctica lo que nos representan y defienden es hacernos trabajar más por menos y en peores condiciones, habrá que decirles que “miau”, y que la producción, base de toda la sociedad la tenemos que decidir los que trabajamos y no los que ni han trabajado ni piensan trabajar se enriquecen más cada día a costa del pueblo trabajador, y ya de paso, le damos el primer campanazo de aviso a la señora Prosperal particular (Pp) para decirle que no puede estar durante cuatro años encariñándose negociablemente y eléctricamente con su marido, y que no son méritos suficientes para estar en el gobierno de un país el haber leído cuatro librillos, y eso quiero decir, cuatro librillos, sin haber trabajado en su vida, por muy moderna que se vista, que eso también, ¿o no?
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