No me meto yo en asuntos de teología, porque como ni me gusta ni entiendo de electricidad, lo trifásico no me va. Eso del Hijo, Padre y Espíritu Santo, como son tres en uno, de ahí lo trifásico, y como el tres en uno es un afloja todo, que tampoco me va, pues lo dicho, que no me meto en lo que no entiendo.
Además, como tampoco soy Papa con el señor Benedicto XVI, ni a mi me importa si cuando sale elegido Papa ha habido linternazo o fogonazo de luz divina, nada me obliga a decir gilipolleces de a kilo y medio cada una, como las que él dice camino de México y Cuba, al afirmar que "la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad".
No quiero acusar al Papa de mala fe, por tanto, no lo puedo acusar más que de ignorante. El marxismo, señor Papa, no es una ideología, por tanto mal puede tener validez o dejar de tenerla.
El marxismo es una ciencia (materialismo histórico) y una filosofía (materialismo filosófico). Y la razón es bien simple, señor Papa: toda ciencia tiene su filosofía. Claro que, algunas “ciencias”, la Teología, por ejemplo, que es la ciencia que estudia a Dios, es una de las pocas “ciencias” y hasta puede que la única, que sin tener objeto concreto que estudiar (puesto que la existencia de Dios no está demostrada y tampoco se sabe si es uno o una docena) se inventa primero el objeto de estudio y después el método para estudiar lo que ella misma y previamente inventa.
Y por supuesto, como no está demostrada la existencia de Dios no entra en mis planteamientos presentes ni en el futuro el negarlo. Y si acaso existiera y por h o por b nos llegáramos a ver, tendríamos unas palabras de tú a tú, y punto pelota, que esto es privado.
Sí me parece más lógico que sea Díos invento del hombre que el hombre de Dios, pero esto es sólo hipótesis de chicihinabo mía, por tanto, no la someto a discusión.
El marxismo lo que sostiene, porque es una ciencia y no un pegote ideológico como otros, señor Papa, es que la ideología, toda ideología sin excepción, no sirve más que para falsear la realidad, y por tanto, quien quiera estudiar lo que quiera estudiar de forma objetiva, es decir, científica, debe hacerlo cuanto más lejos de la ideología mejor, señor Papa. Y que muy buenas las tenga usted, que es que ahora me coge muy liado para seguir con tontadas papales.
Además, como tampoco soy Papa con el señor Benedicto XVI, ni a mi me importa si cuando sale elegido Papa ha habido linternazo o fogonazo de luz divina, nada me obliga a decir gilipolleces de a kilo y medio cada una, como las que él dice camino de México y Cuba, al afirmar que "la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad".
No quiero acusar al Papa de mala fe, por tanto, no lo puedo acusar más que de ignorante. El marxismo, señor Papa, no es una ideología, por tanto mal puede tener validez o dejar de tenerla.
El marxismo es una ciencia (materialismo histórico) y una filosofía (materialismo filosófico). Y la razón es bien simple, señor Papa: toda ciencia tiene su filosofía. Claro que, algunas “ciencias”, la Teología, por ejemplo, que es la ciencia que estudia a Dios, es una de las pocas “ciencias” y hasta puede que la única, que sin tener objeto concreto que estudiar (puesto que la existencia de Dios no está demostrada y tampoco se sabe si es uno o una docena) se inventa primero el objeto de estudio y después el método para estudiar lo que ella misma y previamente inventa.
Y por supuesto, como no está demostrada la existencia de Dios no entra en mis planteamientos presentes ni en el futuro el negarlo. Y si acaso existiera y por h o por b nos llegáramos a ver, tendríamos unas palabras de tú a tú, y punto pelota, que esto es privado.
Sí me parece más lógico que sea Díos invento del hombre que el hombre de Dios, pero esto es sólo hipótesis de chicihinabo mía, por tanto, no la someto a discusión.
El marxismo lo que sostiene, porque es una ciencia y no un pegote ideológico como otros, señor Papa, es que la ideología, toda ideología sin excepción, no sirve más que para falsear la realidad, y por tanto, quien quiera estudiar lo que quiera estudiar de forma objetiva, es decir, científica, debe hacerlo cuanto más lejos de la ideología mejor, señor Papa. Y que muy buenas las tenga usted, que es que ahora me coge muy liado para seguir con tontadas papales.
*++
No hay comentarios:
Publicar un comentario