LOS CINÍCOS DEMOSTRANDO QUE SON CÍNICOS
(Rajoy mostrando el nivel de veracidad de todo cuanto dice, porque le dicen que diga)
El anti cinismo por excelencia lo representa Isaac Newton cuando afirma, demostrándolo, clara está, que la manzana cae del manzano por la atracción que sobre ella ejerce la fuerza de la gravedad.
Los cínicos en cambio vendrían a decir que es la tierra la que se acerca a la manzana y no que esta cae sobre aquella.
La conmemoración que se está haciendo estos día en Cádiz de la Constitución española de 1812, está resultando un campo magnifico en el que cada cínico demuestra su grado y calidad de cinismo.
Los de menor cuantía, como es el caso del candidato a la presidencia andaluza en las elecciones autonómicas del próximo 29, señor Griñán del PSOE, aparenta escandalizarse por la utilización partidista-política-monárquica que de tal conmemoración están haciendo tanto el Rey como el presidente del gobierno Mariano Rajoy, y especialmente este último. Como si el señor Grinán en la política fuera tan escrupuloso y para mear se la cogiera con papelillos de fumar.
Cierto que Rajoy mete en la batidora de hacer mierda cuantos elementos políticos sueltos le lleguen a mano que le puedan resultar favorables para obtener votos, vengan o no a cuento, y obtener así una política de mierda que luego aventa con el ventilador de aventar mierda. Y esperar que los votos le vayan cayendo, lo que no deja de tener su lógica en un sistema político en el que la normalidad es la mentira, la hipocresía y corrupción.
A Rajoy le importa un comino, o si se prefiere un huevo y la yema del otro, caso de que el lector sea muy sensible, de dónde llega y por qué surge la Constitución de 1812, que llega porque el Tío Jorge del Rabal zaragozano, panadero, trabuco al hombro, tirotea a más de dos gabachos del ejército de Napoleón que tan ricamente dejó entrar en España un ascendiente del Rey Juan Carlos I, Carlos IV, porque más de dos partidas de bandoleros andaluces descabezan a gabachos, mamelucos y polacos a las órdenes de Napoleón, al que felicitaba el hijo de Carlos IV, El Rey Fernando VII, el más nefasto de todos los reyes españoles, que también fue ascendiente del Rey Juan Carlos I, cuando Napoleón aplicaba mano dura contra los españoles y le daba por fusilarlos; porque las mujeres madrileñas descubrieron que tirando los tiestos de las macetas por los balcones al paso de los soldados franceses, si le daban en la cabeza le reventaban los sesos (precisamente por los efectos de la fuerza de la gravedad)…, en suma, que la Constitución de 1812 no fue algo llovido del cielo ni otorgada benévola y graciosamente por rey alguno, ni por ningún bondadoso señor que se apiadara del pueblo y lo quisiera hacer ciudadano.
A Rajoy lo que le interesa de la Constitución de 1812, es que se conmemora en Cádiz, que Cádiz está en Andalucía, que en Andalucía se celebran elecciones autonómicas el próximo día 29, y que por tanto, representa para el PP una magnífica tribuna propagandística electoral, a la que desde luego no está dispuesto a renunciar, y lo demás son chiribitas en el aire. ¡Viva el cinismo!
Los cínicos en cambio vendrían a decir que es la tierra la que se acerca a la manzana y no que esta cae sobre aquella.
La conmemoración que se está haciendo estos día en Cádiz de la Constitución española de 1812, está resultando un campo magnifico en el que cada cínico demuestra su grado y calidad de cinismo.
Los de menor cuantía, como es el caso del candidato a la presidencia andaluza en las elecciones autonómicas del próximo 29, señor Griñán del PSOE, aparenta escandalizarse por la utilización partidista-política-monárquica que de tal conmemoración están haciendo tanto el Rey como el presidente del gobierno Mariano Rajoy, y especialmente este último. Como si el señor Grinán en la política fuera tan escrupuloso y para mear se la cogiera con papelillos de fumar.
Cierto que Rajoy mete en la batidora de hacer mierda cuantos elementos políticos sueltos le lleguen a mano que le puedan resultar favorables para obtener votos, vengan o no a cuento, y obtener así una política de mierda que luego aventa con el ventilador de aventar mierda. Y esperar que los votos le vayan cayendo, lo que no deja de tener su lógica en un sistema político en el que la normalidad es la mentira, la hipocresía y corrupción.
A Rajoy le importa un comino, o si se prefiere un huevo y la yema del otro, caso de que el lector sea muy sensible, de dónde llega y por qué surge la Constitución de 1812, que llega porque el Tío Jorge del Rabal zaragozano, panadero, trabuco al hombro, tirotea a más de dos gabachos del ejército de Napoleón que tan ricamente dejó entrar en España un ascendiente del Rey Juan Carlos I, Carlos IV, porque más de dos partidas de bandoleros andaluces descabezan a gabachos, mamelucos y polacos a las órdenes de Napoleón, al que felicitaba el hijo de Carlos IV, El Rey Fernando VII, el más nefasto de todos los reyes españoles, que también fue ascendiente del Rey Juan Carlos I, cuando Napoleón aplicaba mano dura contra los españoles y le daba por fusilarlos; porque las mujeres madrileñas descubrieron que tirando los tiestos de las macetas por los balcones al paso de los soldados franceses, si le daban en la cabeza le reventaban los sesos (precisamente por los efectos de la fuerza de la gravedad)…, en suma, que la Constitución de 1812 no fue algo llovido del cielo ni otorgada benévola y graciosamente por rey alguno, ni por ningún bondadoso señor que se apiadara del pueblo y lo quisiera hacer ciudadano.
A Rajoy lo que le interesa de la Constitución de 1812, es que se conmemora en Cádiz, que Cádiz está en Andalucía, que en Andalucía se celebran elecciones autonómicas el próximo día 29, y que por tanto, representa para el PP una magnífica tribuna propagandística electoral, a la que desde luego no está dispuesto a renunciar, y lo demás son chiribitas en el aire. ¡Viva el cinismo!
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