Contra
la hipocresía imperialista, contra toda forma de dictadura: Solidaridad con
América Latina
Por CGT
kaosenlared
9 de diciembre de 2025
En las últimas semanas
asistimos atónitos a una serie de acontecimientos bélicos y asesinatos
extrajudiciales que tienen que ver con Venezuela y Colombia. La administración
de Donald Trump ha decidido volver a la senda conocida de la injerencia
política y las agresiones militares al más puro estilo del siglo pasado, cuando
su interferencia cortocircuitó los procesos de transformación en muchos países
de América Latina. Entonces, a través de la siniestra mano de la CIA y la
Escuela de las Américas ejecutó a líderes de izquierda e indígenas, intervino
en procesos de liberación y auspició una política de intervención que fue de la
mano del narcotráfico, el militarismo y las ejecuciones sumarias. La lista de
víctimas es larga: Guatemala, El Salvador, Granada, Paraguay, Chile, Argentina…
Si entonces la excusa era la “amenaza comunista” hoy es “el narcoterrorismo”.
En ese ejercicio de hipocresía sin caretas, el Gobierno de Estados Unidos en
estos días ha liberado al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, que
estaba en la cárcel acusado de “narcotráfico patrocinado por el Estado”
con una pila de pruebas que le incriminaban a él y buena parte de su familia.
Un presidente que recordemos, auspició el asesinato contra la líder
ambientalista Berta Cáceres. Ahora, gracias a la intervención de Trump la
ultraderecha corrupta regresa al poder en el pequeño país centroamericano.
Trump ha decidido empezar
por Venezuela y Colombia su nueva estrategia de dominio en el “hemisferio”. En
su estilo de rico desalmado se ha vanagloriado incluso de los asesinatos que
comete sin ninguna base legal, sin atender al derecho internacional más básico.
Es evidente que la situación en Venezuela es dramática, con millones de
personas migrantes repartidas por todo el mundo y un gobierno de Nicolás Maduro
corrupto y autoritario. Una deriva de lo que se llamó el “socialismo del siglo
XXI” que se ha convertido en una caricatura de lo que un día dijo representar.
Con los movimientos sociales de base totalmente machacados, lo que allí ha quedado
es una oligarquía “bolivariana” cuya única voluntad es perpetuarse en el poder,
que además tampoco ha modificado la correlación de fuerzas del capitalismo. En
Venezuela los que peor están hoy en día son los sectores populares y la
diezmada clase trabajadora. Pero esa crítica no elude que la situación a la que
ahora nos enfrentamos es una agresión imperialista intolerable. Un ejercicio de
soberbia criminal que debemos denunciar porque marca una senda de intervención
militar en un mundo cargado de testosterona bélica y líderes machoalfa como
Trump, Putin, Netanyahu, Erdogan y compañía. No cabe ninguna duda que hay que
parar el negocio del narco, detrás del cual está esta por cierto el asesinato
de activistas populares, el feminicidio, la trata de personas, el blanqueo de
capitales, el exterminio de poblaciones originarias… Un negocio que además va
de la mano de la venta de armas, de la corrupción política, de la
evangelización como recurso de dominación social. Pero no nos dejemos engañar,
el indulto al expresidente y narcotraficante hondureño Juan Orlando Hernández
pone en claro cuál es el propósito de estas agresiones: dominar el negocio en
primera persona, eliminar los liderazgos políticos hostiles y volver a someter
a América Latina para ser el patio trasero del imperialismo criminal de Estados
Unidos.
Por la libertad de los
pueblos: solidaridad con América Latina
No a la intervención
imperialista en Colombia y Venezuela

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