Determinan
con precisión el tiempo mínimo entre hogares neandertales
TERCERAINFORMACION /
06.06.2024
Uno de los grandes desafíos
de la arqueología prehistórica consiste en precisar la escala temporal en la
que se llevaron a cabo actividades humanas en el Paleolítico. Este estudio lo
ha delimitado gracias a nuevas técnicas arqueomagnéticas en varios fuegos
neandertales de la unidad X del yacimiento alicantino de El Salt.
Yacimiento de El Salt
(Alcoy, Alicante). / UBU
Un equipo interdisciplinar conformado por
investigadores de las universidades de Burgos, La Laguna, Valencia, Alicante,
Complutense de Madrid, y el Instituto de Geociencias, ha logrado determinar con
enorme precisión el tiempo mínimo transcurrido entre varios fuegos
neandertales en el yacimiento de El Salt (Alcoy, Alicante).
La investigación, publicada en la revista Nature,
aborda uno de los grandes desafíos de la arqueología prehistórica: la escala
temporal en la que se llevaron a cabo actividades humanas en el Paleolítico.
Este avance ha sido posible gracias al estudio
de los fuegos u “hogares”, y sus restos arqueológicos asociados, mediante
una metodología muy novedosa que combina análisis
arqueomagnéticos y arqueoestratigráficos.
El estudio, desarrollado durante casi diez
años, analiza una secuencia de seis hogares procedentes de una misma unidad
arqueológica (unidad X), de unos 52 000 años de antigüedad.
El abrigo de El Salt es
un yacimiento neandertal conocido, entre otras cosas, por
los numerosos hogares documentados en un excepcional estado de
conservación. Estos hogares pueden aparecer sobre una misma superficie o
separados por pocos centímetros de sedimento, y se asocian a numerosos restos
de utensilios de piedra, fragmentos de hueso y carbón derivados de distintos
episodios de actividad humana.
Acercarse al tiempo mínimo entre hogares
Hasta ahora, el orden y el tiempo transcurrido
entre este tipo de conjuntos de hogares y restos de actividad, que son comunes
en el registro paleolítico a nivel mundial, era una incógnita que
dificultaba el estudio de las sociedades prehistóricas. El estudio determina
que, con una alta probabilidad, transcurrieron como mínimo
unos 200 a 240 años entre la realización del primer hogar y el
último, con diferencias de al menos 2 o 3 décadas entre algunos de ellos.
Según Ángela Herrejón, investigadora del
departamento de Física de la Universidad de Burgos y primera autora del
trabajo, “se trata de una resolución sin precedentes en
la arqueología paleolítica y que cambia de manera significativa las
concepciones previas sobre la frecuencia de las ocupaciones humanas en las
sociedades cazadoras-recolectoras prehistóricas”.
Hasta ahora, las técnicas de datación
disponibles para contextos tan antiguos como la unidad X de El Salt suelen
tener incertidumbres temporales muy altas. No es posible aplicar la datación
por carbono 14 a materiales más antiguos de 50000 años y otras técnicas, como
la luminiscencia, suelen tener errores de varios miles de años.
Mediante estudios de arqueoestratigrafía se
infirió la posición estratigráfica relativa en la que se encuentran los hogares
y sus restos asociados. Es decir, qué es anterior y qué posterior,
seriando la secuencia de fuegos.
La enorme cantidad de restos
arqueológicos de estos contextos, la topografía irregular del
sustrato y los complejos procesos de formación y alteración implicados
dificultan mucho aislar las ocupaciones neandertales. Ello requiere de un
proceso de excavación y registro del material arqueológico muy
minucioso, donde cada resto arqueológico y cada facies sedimentaria es
coordenada tridimensionalmente y relacionada entre sí.
Una vez inferido el orden estratigráfico de los
fuegos, se procedió a cuantificar el tiempo mínimo transcurrido entre sus
quemas y este es el principal aporte metodológico del estudio. Para
ello se recurre al arqueomagnetismo, disciplina geofísica que estudia el
registro de la dirección y/o intensidad del campo magnético terrestre (CMT) en
materiales arqueológicos quemados.
La enorme cantidad de restos
arqueológicos de estos contextos, la topografía irregular del
sustrato y los complejos procesos de formación y alteración implicados
dificultan mucho aislar las ocupaciones neandertales. Ello requiere de un
proceso de excavación y registro del material arqueológico muy
minucioso, donde cada resto arqueológico y cada facies sedimentaria es
coordenada tridimensionalmente y relacionada entre sí.
Una vez inferido el orden estratigráfico de los
fuegos, se procedió a cuantificar el tiempo mínimo transcurrido entre sus
quemas y este es el principal aporte metodológico del estudio. Para
ello se recurre al arqueomagnetismo, disciplina geofísica que estudia el
registro de la dirección y/o intensidad del campo magnético terrestre (CMT) en
materiales arqueológicos quemados.
Además, es una metodología aplicable no solo a
cronologías paleolíticas, sino a cualquier otro período que
tenga estructuras de combustión bien preservadas. Sin duda, se trata de un
gran paso adelante para la arqueología que nos
ayudará a entender mucho mejor el comportamiento humano en el pasado.
Referencia:
Ángela Herrejón et al. “The time between Paleolithic
hearths”. Nature, 2024
Fuente: UCM
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