África en el punto de mira del
imperialismo anglosajón. Marruecos es socio preferente, España obedece
DIARIO OCTUBRE / junio 22, 2024
C. Suárez (Unidad y Lucha).— El imperialismo anglosajón (reforzado en su flanco sionista) ha arrodillado a los países de la UE (OTAN) ante sus intereses estratégicos. La voladura del Nord Stream 2 fue necesaria cuando ese sometimiento se retrasaba de forma inaceptable para los déspotas de Washington.
Con el inicio
del siglo XXI África empezó a ser una preocupación mayor para ese eje
imperialista (Bill Clinton año 1998). Un continente que, en los siglos
anteriores, había sido un soporte fundamental para el desarrollo capitalista de
las potencias europeas: Francia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, e incluso
España.
En los procesos
independentistas africanos la aportación soviética dejó una destacada impronta
en muchos de esos países. Argelia (donde Cuba también contribuyó), bajo el
liderazgo de Houari Boumédiène, quedó como la posición más consolidada de la
defensa de la independencia y la soberanía en la ruptura con las antiguas
metrópolis.
La presencia
china, por ese tiempo, estuvo marcada por una negativa orientación sectaria.
Pero posteriormente China cambia radicalmente su orientación en política
internacional, y es hoy un socio de confianza para muchas economías africanas.
Estas coordenadas
previas son necesarias para comprender la compleja relación de la monarquía
española y sus gobiernos con la dictadura alauita. También para entender la
posición de Pedro Sánchez en relación a Marruecos.
El eje
imperialista anglosajón desarrolla su geopolítica africana a partir de estas
coordenadas.
NUNCA SERÁ UNA
RELACIÓN ENTRE IGUALES
Tan solo con
mirar la geografía se aprecia de inmediato la desigualdad extrema en las dos
orillas del Estrecho de Gibraltar, que separa físicamente a África de los
países del eje anglosajón. La superficie de África es de 30,37 millones de km2,
mientras que la de España es de apenas 0,5 millones de km2. La superficie de la
UE es de 4 millones de km2. África tiene una población de 1.480 millones de
habitantes.
El Estrecho de
Gibraltar tiene hoy mayor importancia estratégica, después del bloqueo de Bab
al Mandeb por parte de Yemen. Ahora, Gibraltar, es el único acceso operativo al
Mediterráneo, no solo para las rutas occidentales sino también para las que
tienen origen en el sur asiático.
Estos datos, de
escalas tan desiguales, se aplican igualmente a las riquezas y recursos
naturales. África tiene petróleo, coltán, madera, oro, uranio, pesca, etc. Casi
nada de esto tienen España, o la UE.
Esas riquezas
son las que explican el sometimiento de la República Democrática del Congo a
una guerra continua en las últimas décadas, que deja dantescas cifras de
muertes y desplazamientos. Congo tiene minas de oro, diamantes, estaño y
tantalio, además del 50 % de las reservas mundiales de cobalto, y entre el 70 y
el 80 % del coltán.
La barbarie del
colonialismo y el racismo (siempre vinculados), caracterizan la historia del
eje anglosajón en el continente. Por ello África tiene unas condiciones de vida
dramáticas, a pesar de toda su gran riqueza.
Esa violenta
base histórica y la ausencia total de voluntad, por parte de sus protagonistas,
de modificar estas líneas de intervención, llevan a que los pueblos africanos
se alejen progresivamente de este polo imperialista. El eje anglosajón, hoy más
desesperado por su decadencia, afila de nuevo sus garras para un nuevo ataque
feroz contra los pueblos africanos.
UN ALIADO
SANGUINARIO
En ese
contexto, y por la posición geográfica de su territorio, Marruecos es el gran
aliado para ese nuevo ataque del imperialismo anglosajón.
La monarquía
alauita y el majzén son los aliados necesarios para el desarrollo de los
futuros planes de saqueo. Lo ocurrido en la valla de Melilla en el verano del
año 2022 fue una demostración puntual de esa orientación política preferencial,
y de la impunidad con la que se ejerce todo tipo de violencia criminal en esta
situación.
La alianza de
la dictadura marroquí con el sionismo es un elemento reforzado de esa elección
bárbara para el futuro próximo.
Nunca la UE, y
tampoco España, cuestionan la barbarie brutal de la monarquía marroquí con su
propia población, con la población migrante de paso, y también con la población
saharaui en los territorios ocupados. Antes al contrario, dirigentes tanto del
PP como del PSOE, se refieren al sistema político marroquí como un sistema
democrático y de libertades.
Sobre la
violencia de las fuerzas represivas marroquíes, sobre las torturas y
asesinatos, sobre las condiciones terribles de su sistema carcelario, los
portavoces de la monarquía española no dicen ni una sola palabra. Son amigos.
EL GRAN
MARRUECOS
El imperialismo
anglosajón-sionista apoya las ansias expansionistas marroquíes del Gran
Marruecos, que incluye el Sáhara Occidental y Mauritania. La creación de un
país de tales dimensiones facilitaría la creación de una gran zona de control
del noroccidente del continente, y del Atlántico. Marruecos reclama también
territorios pertenecientes a Argelia. Buscando la confrontación con este país
que es un actor muy especial en la zona, por sus importantes recursos
energéticos, y por su firme posición política independiente.
Ese Gran
Marruecos sería una pieza fundamental tanto para el tránsito de personas, como
para el flujo de todo tipo de mercancías y, también, para el control militar
del Sahel y del área subsahariana.
En Marruecos se
proyectan importantes instalaciones portuarias, la ubicación de grandes bases
militares de la OTAN y el paso de ductos de todo tipo hacia Europa. Todos esos
proyectos se extienden desde el Estrecho de Gibraltar hasta los Territorios
Ocupados saharauis, y Mauritania.
El cambio de
posición de Pedro Sánchez, en 2022, se inserta en esta lógica. Fue una traición
al pueblo saharaui que fue, sin ninguna duda, un acto de obediencia a los
dictados de Washington y la OTAN. La socialdemocracia siempre como instrumento
útil del dominio imperialista. Lo mismo habría hecho el PP, caso de ser
gobierno, aunque ahora en la oposición se desmarque verbalmente.
CANARIAS, ABAJO
A LA IZQUIERDA
España, en esta
cuestión, enfrenta otro factor más de complejidad. Canarias está abajo a la
izquierda, frente a la costa saharaui, latitud 28º. Y, para complicar más la
cosa, en los fondos marinos canarios se han localizado muy importantes recursos
minerales: teluro, manganeso, cobalto, etc.
España nunca se
ha atrevido a delimitar el Mar Canario, conforme a lo establecido por el
Derecho Internacional Marítimo. Y, en consecuencia, tampoco ha presentado
ninguna propuesta para trazar la mediana con el continente. Pero sí presentó en
NN. UU. una petición de ampliación de la Plataforma canaria hasta 350 millas al
sur del archipiélago.
Marruecos, con
su política de hechos consumados aprobó, en enero de 2020, dos leyes de
delimitación de sus aguas, incluyendo en ellas el litoral saharaui. Buena parte
del archipiélago canario queda dentro de los límites marinos establecidos en
esos textos. El gobierno de España calla y mira para otro lado. Nunca quiere
molestar a Marruecos.
Al sur de la
isla de El Hierro, está el monte Tropic, con sus laderas llenas de tierras
raras, con un altísimo nivel de concentración. Tanto la armada española como la
marroquí patrullan periódicamente la zona para dejar constancia de sus
reivindicaciones de soberanía.
Marruecos
chantajea a España con la reivindicación de Canarias como territorio marroquí,
y amenaza con cualquier acción terrorista de falsa bandera, que ahuyentaría el
turismo de las islas y quebraría todo su sistema económico.
Para la UE, la
OTAN y el Gobierno de España, Canarias tiene un futuro asociado al uso
preferencial como plataforma militar en la logística de los futuros escenarios
de la guerra imperialista.
Por todo ello,
Marruecos manda y España obedece.
FUENTE: unidadylucha.es
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