Primero de Mayo: la lucha sigue siendo el camino
Publicado el 29 de abril de 2024 /
Por Victor Arrogante / KAOSENLARED
En 1890, se
estableció como Día Internacional de los Trabajadores, en homenaje a los
Mártires de Chicago ejecutados y a las 5.000 huelgas simultaneas que se
produjeron, por lo que el Primero de Mayo es una fecha emblemática para la
clase trabajadora, en la lucha por conseguir derechos, mejores salarios,
seguridad y dignidad. Se abandonaron las fábricas, para ganar las calles:
¡Ningún obrero debe trabajar más de 8 horas por día! ¡8 horas de trabajo! ¡8
horas de reposo! ¡8 horas de recreación!.
Aquel Primero de
Mayo de 1886, Chicago salió a la calle reivindicando una jornada laboral de 8
horas que permitiese a las obreras y obreros hacer en su día algo más que
producir, pudiendo descansar, atender a sus familias o formarse. Han pasado más
de 100 años y seguimos teniendo condiciones precarias, jornadas laborales que
hacen incompatibles compaginar familia, ocio o cuidados, y salarios de miseria
que no permiten acceder a los mismos productos que la propia clase trabajadora
produce, con dificultades para adquirir los más básicos como comida, vivienda,
sanidad o educación.
Este año, las
organizaciones sindicales mayoritarias CCOO y UGT, salen a la calle
reivindicando el pleno empleo: reducir jornada, mejorar salarios, en un momento
de recuperación y de conquista de derechos, para defender lo ganado hasta ahora
y continuar avanzando en nuevos retos laborales y sociales.
A finales del
siglo XIX, las condiciones de vida de los trabajadores seguía siendo de miseria
y esclavitud; no podían ser peores: jornada laboral de 16 horas, salario escaso
y sin derechos. Niños trabajando desde los 6 años y mujeres de noche para
completar el salario familiar. La miseria y la explotación eran un lugar común
entre la clase trabajadora y la represión policial al servicio del patrón. Ante
esta situación extrema por sobrevivir, empezó la lucha obrera a partir de la
década de 1880.
El Primero de
Mayo de 1886 la huelga por la jornada de ocho horas estalló de costa a costa de
Estados Unidos. Más de cinco mil fábricas fueron paralizadas y 340.000 obreros
salieron a calles a manifestar su exigencia. En Chicago los sucesos tomaron un
sesgo violento, que culminaron en la masacre de la plaza Haymarket (4 de Mayo).
En el posterior juicio amañado contra los dirigentes anarquistas y socialistas,
cuatro de los cuales fueron condenados a morir en la horca y ejecutados un año
y medio después. Una lucha que aún continúa. La historia ha sido olvidada,
ocultada o eliminado todo contenido de lucha social. En algunos países, como
ocurrió en España durante el franquismo, el Primero de Mayo se transformó en un
mero día festivo. Tenemos que recuperar la memoria histórica, para que el Día
Internacional de los Trabajadores, adquiera plena significación.
En un contexto
internacional tan convulso como en el que vivimos, la clase trabajadora
internacional debe abordar la inaceptable invasión de Putin, que ya se
encuentra en el tercer año de guerra, se ha unido la tragedia que está
ocurriendo en Gaza, exigiendo el alto el fuego permanente y una paz duradera.
La masacre de una indefensa población palestina debe ser detenida
inmediatamente. La Unión Europea debe ser actor principal para la conclusión de
ambos conflictos, de forma que se restaure el derecho internacional quebrantado
en Ucrania, y se respeten los legítimos intereses de los pueblos israelí y
palestino a vivir en paz y seguridad, con la constitución y el reconocimiento
internacional del Estado Libre de Palestina.
Además, España
afronta esta primavera un ciclo electoral que concluirá el 9 de junio con las
elecciones al Parlamento Europeo. Por lo que el movimiento sindical europeo,
debe llamar a la participación de la clase trabajadora promoviendo el voto
hacia opciones progresistas y europeístas.
España necesita
una política industrial de Estado que cree empleo digno, estable y de calidad
para garantizar un futuro laboral sostenible. Así comienza el Manifiesto 2024 de CCOO y UGT. Por eso debemos seguir avanzando en la mejora de la legislación laboral.
Ahora toca proteger el contrato de trabajo, repartir márgenes empresariales,
seguir mejorando empleo y salarios, reducir jornada y cuidar a la clase
trabajadora.
El Primero de
Mayo ha tenido y sigue teniendo un carácter internacional, por lo que en esta
ocasión con conflictos abiertos como el de Palestina o Ucrania, este día
debe
convertirse en una exigencia de paz. El Día Internacional del Trabajo debe dar
visibilidad a la persecución del sindicalismo en un mundo en el que se continúa
asesinando a sindicalistas y violando la libertad sindical, impidiendo el
avance social.
Hay cuestiones
pendientes que han de abordarse este año 2024, como es la democracia en los
centros de trabajo o la necesidad de avanzar en materias de la seguridad y la
salud en el trabajo; la protección social o las políticas verdes, así como
exigir más recursos para poder impulsar los planes de igualdad en las empresas
y completarlos con medidas destinadas a la igualdad LGTBI.
El Diálogo
Social ha conseguido grandes hitos en materia jurídico-laboral en estos últimos
años, garantizando derechos que debían reconocerse a la clase trabajadora y que
hoy en día siguen dando sus frutos. A pesar de los buenos datos de empleo que
se han alcanzado en España, alrededor de 21 millones de personas ocupadas,
fruto de las políticas sociales de concertación en las que debemos seguir
insistiendo; los niveles de desempleo siguen manteniendo cifras de dos dígitos
que no podemos ni debemos asumir, por lo que se deben redoblar los esfuerzos
públicos y privados con el objetivo de conseguir el pleno empleo en este curso
político.
Los mantras
neoliberales aplicados al mercado laboral se están viendo superados por los
datos. En un momento de transformaciones productivas, potencialmente muy
intensas, las mejoras en las condiciones laborales y salariales deben ser una
demanda encaminada a mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora,
pero también una apuesta por la mejora de la productividad de la economía
española a largo plazo en parámetros diferentes a la vieja fórmula de la
devaluación salarial, la precariedad laboral, y la flexibilidad externa (vía
despido) como forma de ajuste preferente de las empresas al ciclo económico.
Apostamos por sostener nuestros sistemas de protección social, consolidando las
reformas pactadas y profundizando en las que están pendientes; la reforma de la
protección por desempleo y la mayor efectividad de las políticas activas de
empleo, en la estrategia de pleno empleo que defendemos.
El derecho a la
vivienda continúa siendo una asignatura pendiente en España. Son necesarias
políticas públicas valientes, con una apuesta clara por la promoción de
vivienda pública y la creación de un parque público de vivienda de alquiler.
Deben mejorarse
y agilizarse, de forma inmediata, los mecanismos de acceso a la situación
administrativa regular de las personas extranjeras que ya se encuentren
trabajando en España, para evitar su subrexplotación y discriminación laboral.
Es el momento de
tratar de superar las asimetrías históricas entre las zonas industrializadas,
las que nunca lo fueron y las que sufrieron procesos de desindustrialización
con dramáticas consecuencias en la pérdida de población y/o envejecimiento
crónico de la misma.
Igualmente es
necesario abordar una reforma fiscal, pendiente desde hace tiempo, que debe
reforzar la equidad de la contribución y la capacidad de nuestras políticas
públicas para desarrollar y posibilitar de mejor forma lo que estamos
proponiendo.
Es el momento
de desplegar una potente estrategia de cuidados en el marco de una recuperación
del conjunto de los servicios públicos y de atención a la ciudadanía. Además la
feminización de los cuidados en el ámbito familiar es el principal elemento
explicativo de la brecha salarial de género. Sin duda, las tareas de cuidados
apelan a ámbitos privados y públicos, y deben hacerse desde la
corresponsabilidad, apelando al Estado, a la sociedad, y con mayor implicación
de los hombres. Pero prioritariamente corresponde al poder público ofrecer una
cobertura y garantías de accesibilidad y universalidad en derechos y en
servicios.
Las
organizaciones sindicales mayoritarias apuestan por sostener nuestros sistemas
de protección social, consolidando las reformas pactadas y profundizando en las
que están pendientes; la reforma de la protección por desempleo y la mayor
efectividad de las políticas activas de empleo, en la estrategia de pleno
empleo que defendemos.
Consideran que
el derecho a la vivienda continúa siendo una asignatura pendiente en España.
Son necesarias políticas públicas valientes, con una apuesta clara por la
promoción de vivienda pública y la creación de un parque público de vivienda de
alquiler.
Aquel Primero
de Mayo de 1886, la población de Chicago y de otras partes del mundo, salió a
la calle porque sabía que sólo la organización obrera podía alcanzar mejores
condiciones. Y se consiguió. No podemos olvidar que en lo importante, nada ha cambiado: la lucha sigue
siendo el único camino.
Hoy más que
nunca conviene recordar los orígenes del Primero de Mayo y como los derechos
que hoy se pierden costaron esfuerzo y vidas conseguirlo. Su ejemplo es nuestra
mejor lección en la actualidad.
Víctor
Arrogante
En X @caval100
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