Un
balance de la política de defensa española en 2023
Por Grup
Antimilitarista Tortuga
KAOSENLARED
29 de noviembre
de 2023 /
El continuismo de las
políticas de injerencia militar y participación en la política de la OTAN, de
rearme y aumento descabellado del gasto militar español, de cronificación de
los males endémicos de nuestro militarismo, de sobredimensionamiento de lo militar
y de venta de armas está asegurado.
Por Juan Carlos Rois, Tortuga
Tras la renovación del
gobierno del PSOE con sus adláteres de Sumar merece la pena hacer un balance de
la política de seguridad y Defensa llevada a cabo por el Gobierno y sus apoyos.
- 1. ¿De dónde venimos:
La cronificación de un modelo militarista y peligroso.
Comencemos por recordar que
las políticas de defensa en España son de esas cosas que llaman «políticas de
Estado», que quiere decir que, por mucho que se escenifiquen entre los partidos
discrepancias y alternativas, lo cierto es que lo tienen todo atado y bien
atado y de discrepancias nada de nada, menos aún de alternativas. Es una
política continuista donde da lo mismo quien gobierne, porque siempre es la
misma y, otra de las características de las políticas «de estado», no admite
discusión (ni se tiene para nada en cuenta la opinión de la gente) ni cambio de
rumbo.
Este continuismo cronifica
algunas de las principales características sempiternas de nuestro militarismo,
como:
1) EL GIGANTISMO. Nuestra
defensa mantiene una estructura «gigante», con más de 121.000 efectivos, más
otros 82.000 guardias civiles, cerca de 12.000 funcionarios civiles y los que
forman parte de los organismos autónomos militares y del CNI, así como cerca de
2.000.000 de beneficiarios de prestaciones militares o de pensiones por
jubilación o viudedad.
De tal estructura
desmesurada resulta que tocamos así a una ratio de militares por cada mil
parroquianos que supera con creces la de los países de nuestro entorno. Tenemos
militares hasta en la sopa, pero, por si fuera poco, la ratio de
soldados/oficiales es de 2,7 soldados por mando, también fuera de toda lógica y
comparación con muestro entorno. ¿Se rifarán para mandar un puñado de soldados
entre el desproporcionado número de mandos?
Por supuesto, mantener todo este personal innecesario conlleva ideas tan descabelladas como mandar a la reserva hasta su jubilación a unos 15.000 oficiales que superan los 60 años permitiéndoles trabajar en otra cosa y cobrar a su vez un salario militar que nos cuesta al año casi 800 millones de euros, o mantener un número de generales por encima del de los países de nuestro entorno y de los que la ley dice que debemos tener.
2) OPACIDAD Y SECRETISMO. La
política de defensa no cuenta con el debate transparente y plural que cualquier
otra política pública sí tiene.
Las decisiones son opacas y
poco transparentes, cuando no directamente sustraídas de cualquier tipo de
debate, como han destacado distintos estudios, ya sea de Transparencia
Internacional, CIVIO o el Kiel Institute for the World Economy, por no hablar
de la constante denuncia del movimiento pacifista y antimilitarista y algunos
de los centros de estudios por la paz más reconocidos.
Las líneas políticas de la
defensa no son votadas en el Parlamento (la Directiva de Defensa Nacional, por
ejemplo), no parten de una deliberación por parte del parlamento -menos aún por
parte de la sociedad- sino que se elaboran en despachos oscuros, sin
publicidad. El ejemplo de la Directiva de Defensa referido es esclarecedor: el
principal documento de la política de defensa no se elabora en el Parlamento,
sino en el Ministerio de Defensa y sin consulta a la sociedad, que lo pasa al
Presidente de gobierno al inicio de cada legislatura para que este lo firme y
ratifique sin previo debate político. Luego se «informa» al Parlamento, pero
sin capacidad de voto ni debate. Lo mismo ocurre con el resto de la
documentación del ciclo de planeamiento (aunque estos ni siquiera se informan
al Parlamento). Qué no decir de las sesiones de «siesta» de una Comisión de
Defensa donde no se hace nada más que escuchar y aplaudir), o de los opacos
presupuestos militares, cuyas partidas se disfrazan y esconden en diversos
ministerios y organismos fuera del presupuesto de Defensa, o de los Consejos de
ministros, que aprueban aumentos constantes de gasto militar que nunca es
auditado, etc.).
3) CLIENTELISMO Y
PUERTAGIRATORISMO: Altos mandos del ejército y cargos políticos,
incluyendo ministros y secretarios de Estado, pasan sin ningún tipo de
cortapisas a formar parte de las empresas militares y actúan como lobby de
intereses ante el poder político sin que nadie se haya propuesto acabar con
esta peligrosa actividad.
4) ENFOQUE INTERVENCIONISTA, FRONTERAS DE SEGURIDAD AVANZADA Y DE ENEMIGO INTERNO: El enfoque de la política militar es intervencionista. Mantenemos 20 operaciones militares en el exterior y hemos participado en más de una centena desde la época de gobernante de Felipe González hasta la fecha, con un gasto de más de 20.000 millones de euros destinados desde entonces para este tipo de acciones de injerencia militar.
Nuestro armamento más
sofisticado y costoso está pensado para la «proyección» (antes se decía
invasión pero no queda fino) y es empleado en escenarios de injerencia militar
como las fronteras de la OTAN con Rusia, el Índico, el Atlántico o el
Mediterráneo. Nuestra doctrina de seguridad fija muestra «frontera avanzada» en
el Sahel y es absolutamente dependiente y seguidista del intervencionismo de la
OTAN y de la creciente política remilitarizadora de la UE. También interesa
destacar cómo nuestra doctrina de seguridad y la propia directiva de defensa
sigue considerando la inestabilidad social y la disidencia interna como una
preocupación militar muy en línea con la antigua (y nunca superada) idea del
enemigo interno.
5) DESPILFARRO Y FALTA DE
RIGOR Y DE CONTROL en el gasto militar, característica destacada en
varias ocasiones tanto por el Tribunal de Cuentas y por la propia IGAE, por no
hablar de las organizaciones del ámbito civil que habitualmente denuncian
distintos casos de despilfarro y descontrol. Las duplicidades de partidas, el
gasto en chorradas, la financiación de particularidades como campos de golf y
recreativos, sables ceremoniales, vinos españoles, y otras partidas curiosas de
las que se hace eco a menudo la prensa está a la orden del día. El hecho de que
la intervención militar no sea la misma que la intervención civil y que
mantenga una cierta y relajada «independencia» ahonda en esta lacra secular del
despilfarro militar.
6) GRAN CONTAMINADOR. Justicia
climática lleva elaborados varios informes y estudios sobre el impacto
medioambiental de los ejércitos. Por lo que respecta al ejército español, su
huella se calcula que supera los 3 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera,
sin contar con otros residuos e impactos medioambientales de su actividad.
Diversos informes alertan, a su vez, del peligro de militarización para la
humanidad de la crisis climática y del creciente papel de los ejércitos.
7) IDEOLOGIA MILITARISTA,
PATRIARCAL, PROVIDENCIALISTA, CONFESIONAL Y GUARDIAN DE LAS ESENCIAS. Son
constantes a lo largo de los últimos años las noticias que nos iluminan sobre
la vocación providencialista, salvapatrias y reaccionaria de parte de los
integrantes en las instituciones castrenses. Discursos de mandos en activo o
jubilados alabando al dictador Franco, misas en el Valle de los Caídos,
llamamientos al alzamiento militar, posicionamientos sobre la unidad de España
u otras perlas que conocemos dan noticia de esta peligrosidad que, dicho sea de
paso, tiene en la historia varios ejemplos de intervencionismo,
pronunciamientos y dictadura militar por parte de los ejércitos de los que el
actual es heredero.
8) DUPLICIDAD Y UN ESTADO
DENTRO DEL ESTADO, con instituciones paralelas de ámbito educativo
(desde colegios e institutos hasta otros centros), recreativos y de ocio,
culturales, museos, farmacia propia, hospitales propios y sistema de seguridad
social, sanidad y pensiones propio y separado del de los civiles, centros de
investigación propios que acaparan gran parte de la inversión estatal en I+D,
una justicia militar propia y paralela a la civil, espacios naturales
reservados, servicios supradotados de recursos y publicidad para la atención
ante catástrofes, un instituto de la vivienda propio para militares, un organismo
autónomo de seguridad y asistencia social propio para militares, centros de
investigación militar. Participación militar en industrias y control del polo
militar industrial y toda una red paralela que incluye una catedral que
compraron para los servicios castrenses, el segundo patrimonio del estado
después de ADIF y por delante de la Iglesia, y un largo etcétera; todo un
estado dentro del estado.
9) EXPANSION A LO CIVIL Y
MILITARISMO SOCIOLOGICO. Desfiles y exhibiciones militares, juras de
banderas, participación militar en actos religiosos y civiles, convenios de
Defensa con la totalidad de las universidades, las grandes patronales y gran
parte de los centros docentes para implantar su peculiar idea de la cultura de
la defensa, más bien adoctrinamiento acrítico, noticias enlatadas y dirigidas
desde el departamento de comunicación de defensa, expansión de la solución
militar a todos los ámbitos sociales, incluyendo la ecología, la movilidad
humana, los derechos humanos o las catástrofes, leyes que permiten que
funcionarios militares se pasen a las administraciones civiles por un supuesto
más eficaz modo de actuar, un gasto militar al que contribuyen, en mayor o
menor medida, la mayoría de los ministerios, una industria militar dopada por
subvenciones y privilegios por el Estado y las Comunidades autónomas, un
Parlamento donde la unanimidad militarista es abrumadora, reserva de recursos
de investigación y desarrollo para el campo militar, la exaltación cultural de
los valores violentos y de los militares como salvadores y la guerra como arte,
o la transmisión de la mentalidad militarista y violenta a amplias capas de
nuestra sociedad, son muestras de la transversalidad y expansión del
militarismo y de su vigencia en nuestra sociedad.
10) INSOLIDARIDAD. Frente
a las crecientes necesidades sociales la prioridad del poder político por un
gasto militar que supone, en media, 11 de cada 100 euros del presupuesto
estatal, el enorme coste de oportunidad de este gasto en detrimento de
necesidades sociales infradotadas y el propio enfoque de las políticas de
defensa, encaminadas a mantener un statu quo interno e internacional injusto y
de control y dominación, son muestras de la insolidaridad de este gasto, máxime
cuando el mismo es insostenible desde el punto de vista presupuestario y
arrastra una enorme deuda impagable que repercute en nuestra calidad de vida y
en la propia idea de seguridad humana.
11) INSOSTENIBILIDAD Y
GENERADOR DE DEUDA ILEGiTIMA. La financiación de la
estructura militar española es triplemente deficitaria: primero, porque los
presupuestos generales del estado son en si deficitarios y es necesario
incurrir en constantes suscripciones de deuda para la financiación pública,
deuda a la que el gasto militar contribuye en su proporción propia. Segundo,
porque tradicionalmente y desde tiempo inmemorial los sucesivos gobiernos
efectúan ampliaciones de crédito autorizadas por Hacienda a favor de Defensa
por importes que aumentan nuestro gasto en el Ministerio de Defensa entre el 13
y el 25% (en 2023 ya se ha elevado por encima del 25% más de lo presupuestado);
los cuales se financian tanto con el fondo de contingencia como acudiendo a
deuda pública y tercero, porque España arrastra una segunda deuda estrictamente
derivada de la aprobación de sucesivos programas especiales de Armamento. Esta
deuda, antes de 2023 alcanzaba aproximadamente los 50.000 millones de euros,
con sus respectivos intereses, habiéndose ampliado durante 2023 en otros 11.000
millones más.
12) NO DEFIENDE LA
SEGURIDAD HUMANA NI LO QUE A LA GENTE LE INTERESA DEFENDER. Son
elocuentes las encuestas de opinión que muestran, por más que se intente la
manipulación al respecto, que la inmensa mayoría de la sociedad no considera
que España tenga enemigos (y la mayoría de la opinión pública que cree que sí
los tenemos identifican como enemigo principal a EEUU), no estaría dispuesta a
participar de una guerra ni a implicarse en acciones militares y, si le dan a
elegir, prefiere que se invierta más en los principales objetivos de la
seguridad humana (empleo decente, sanidad garantizada, educación, seguridad
medioambiental, servicios sociales, pensiones, etc.) y menos en gasto militar.
- 2.- ¿Qué hitos ha
tenido el último año? Balance de la política de defensa del PSOE/Unidas
Podemos y sus adláteres.
Si este es el lugar de
donde venimos, nuestro crónico militarismo, veamos ahora un balance del último
año de la legislatura.
Lo haremos narrando algunos
hitos.
A) El gasto militar
desmesurado.
Comenzamos por desvelar lo
desmesurado de nuestro gasto militar.
El gobierno amplió el gasto
militar «oficial» de 2022 hasta los más de 13.000 millones de euros consignados
en el presupuesto del ministerio de defensa, contando con las partidas
destinadas a financiar programas de armamento en marcha.
Dicho gasto, como hemos desvelado a lo largo del año, era mucho mayor, si sumamos a él el que se disfraza en diversos organismos y ministerios fuera del ministerio de Defensa y si sumábamos a ello tanto el sobre gasto en el que el gobierno suele incurrir año tras año (lo ciframos en su día en un 16%) y la repercusión de la deuda imputable a esto, y más aún si sumamos a todo ello la deuda militar extraordinaria. Y así llegábamos a la cifra brutal de 48.833,33 millones de euros, 3,7 veces lo presupuestado y más de 11 de cada 100 euros del presupuesto público, cantidad que aún podía incrementarse si sumáramos todo lo destinado en Interior para políticas securitizadoras y crecientemente militarizadas.
Se trata de un gasto opaco,
pues sistemáticamente se oculta su magnitud y se juega con diversos artificios
para inflarlo por debajo de la mesa y se extiende a la práctica totalidad de
ministerios.
También es un gasto desmesurado, pues alcanza una cifra escandalosa y muy por encima de cualquier otro gasto público, pero sobre todo, porque es un gasto innecesario para defender lo que la gente quiere defender y porque detrae recursos necesarios para derechos no satisfechos.
Este gasto supone un verdadero agravio comparativo con otras políticas públicas y muestra con una claridad pasmosa la orientación y prioridades del gobierno «más progresista de la historia».
Un gasto de estas
características supone además una consolidación de las políticas militares de
toda la vida al financiar:
- El
sobredimensionamiento de las fuerzas armadas.
- La participación en
las mismas misiones militares (20 en la actualidad) en el exterior que
España viene manteniendo en esta legislatura y el enfoque intervencionista
de nuestra política de defensa.
- La política agresiva
de rearme español. Con la adquisición de capacidades militares y
armamentos que no se necesitan ni siquiera desde la óptica militar para la
defensa del territorio, supuestamente la misión de las fuerzas armadas.
- El apoyo a una
política industrial y comercial basada en la producción de armamentos para
uso interno y en la venta de armas (séptima potencia mundial) al entorno
internacional, incluyendo la venta de armas a países con grave riesgo de
su uso en guerra (caso de Mali, de Israel, Arabia Saudí, Emiratos árabes,
etc.):
- Un despliegue subordinado
a los intereses de la OTAN y la participación en una lógica geopolítica de
dominación y violencia peligrosa
- El enfoque
securitizador que expande la mirada militar sobre todo tipo de situaciones
humanas y ante riesgos de catástrofes, en detrimento de la inversión y el
uso de recursos civiles más adecuados.
- Una política de
recursos insolidaria, dado el elevado coste de oportunidad del gasto
militar y la infradotación de partidas sociales y de necesidades básicas
para la defensa social de la seguridad humana.
Pero además genera una
segunda carga sobre toda la sociedad, al provocar una elevada deuda para su
sostenimiento y una más elevada deuda inmoral por la adquisición de programas
de armas que no necesitamos, que no han sido consultadas a nadie y en cuya
generación han tenido una indudable participación las puertas giratorias al
servicio de los intereses de la industria militar.
Un gasto con el que podría haberse dedicado a desarrollar distintas necesidades esenciales para la defensa social de la seguridad humana, como por ejemplo, las que consignamos en el cuadro siguiente.
B) Un gasto disparado.
Aumento en un 25% del previsto.
Prueba del descontrol
indecente del gasto militar es que el propio gobierno ha reconocido hace unos
días que el gato de defensa presupuestado ha crecido por encima del 25% en el
año 2023, crecimiento que no ha merecido la crítica ni el control que los partidos
políticos de la oposición suelen exigir en otros campos.
Con este acelerado acelerón de nuestro gobierno al gasto militar, se sitúa a la cabeza de los gobiernos españoles en gasto militar, haciendo más empinada la curva de subida del mismo en comparación con los ya de por sí brutales aumentos del gasto por parte de Rajoy, Zapatero, Aznar y compañía.
¿Un gobierno a favor de la
paz? Pasen y vean.
C) Aumento escandaloso del
gasto militar por el Consejo de Ministros.
Pero si la cifra y su
utilidad inconfesada marean, mayor es el desconcierto si además comprobamos
que, a lo largo del año, el Gobierno en 32 Consejos de Ministros y Ministras y
con 148 acuerdos específicos, ha aumentado el compromiso de gasto militar entre
2023 y los años siguientes en otros 23.374,85 millones de euros más hasta el
último Consejo de Ministros de 14 de noviembre.
Esta cifra es abrumadora y
dispara más aún nuestro gasto militar y nuestro compromiso con la guerra.
Tal cifra se alcanza mediante aprobación de gasto y compromisos que no siempre lo han sido de defensa. Otros ministerios contribuyen también a la financiación de este exagerado sobregasto.
El detalle de los aumentos
de gasto militar extra por los Consejos de Ministros se puede obtener pinchando
aquí.
D) Nuevos programas de
armamentos.
A los actuales 34 programas
de armamentos, por los que Espala arrastra una deuda de más de 50.000 millones
de euros y de los que los gobiernos del PSOE con su izquierda parlamentaria han
autorizado desde 2018 a 2022 gastos para programas de armamento por importe de
17.390 millones de euros, el año 2023 le ha sentado bien.
Hace días el Ministerio de
Defensa difundió que desde junio de 2023 se han autorizado otros 11.700
millones de euros más en nuevos programas de armamento para programas de
adquisición de vehículos de cadenas, buques hidrográficos, RPAS Sirtap, Aviones
C295, cazas Eurofighter, sistemas antiaéreos y misiles, así como otros 1700
millones para repuestos.
Con ello la cifra de deuda
militar por armas aumentará a casi 80.000 millones, sin contar con las
previsiones de nuevos encargos de barcos de guerra y de aviones F35 que están a
la espera en la espectacular carrera de armamentos emprendida por España,
también sin debate público ni publicidad y con la sospechosa aquiescencia de
los medios biempensantes y de la partitocracia en pleno.
E) Créditos del Ministerio
de Industria a la industria militar a interés cero.
El Consejo de Ministros
aprobó durante 2023 la prefinanciación de 3.500 millones de euros a interés
cero para programas de armamentos para el ejército.
F) Apoyo a la guerra de Ucrania
Del mismo mod, el consejo
de ministros aprobó fondos para Ucrania en 4 consejos distintos por importe
total de 339,41 millones de euros, a los que se suman las aportaciones
españolas al fondo europeo de paz, las entregas de material bélico (carros de
combate, munición, equipos de invierno, combustible Diesel, cascos y material
de protección, blindados y otros elementos militares).
No es la única contribución
a la cronificación de la guerra y al clima de tensión militar con Rusia. A ello
hay que unir el despliegue de aviones de combate españoles en el báltico y en
la frontera con rusia y la formación militar a pilotos y efectivos ucranianos.
¿Será que la mejor manera de mostrar solidaridad con Ucrania es facilitar más
armas para contribuir así a la estrategia de la OTAN de cronificación de la
guerra y para reforzar el enfoque militarista del conflicto en la que coinciden
los estados ruso y ucraniano?¿No tenemos mejores modos de contribuir a la
solución de este conflicto?
G) 20 operaciones militares
en el exterior.
En la actualidad seguimos
manteniendo 20 operaciones militares en el exterior, seis bajo la promoción de
la UE, 2 de la ONU; 8 de la OTAN y 4 por propia iniciativa.
Llama la atención el despliegue territorial de estas operaciones, prácticamente
en nuestras« fronteras de seguridad avanzada», en el control migratorio del
atlántico y el mediterráneo y en los puntos calientes del oriente medio y el
este europeo donde la OTAN mantiene sus intereses geopolíticos.
Para el mantenimiento de esta política de injerencia militar, además de lo presupuestado en los PGE en el ministerio de Defensa y en el de Asuntos Exteriores, España ha aprobado varios aumentos de los fondos de operaciones militares en el exterior en varios Consejos de Ministros, en concreto 581,25 millones el 11 de abril de 2023, 332,53 millones el 13 de junio y 471,85 millones el 25 de julio de 2023, un total de 1.385,63 millones de euros a los que podríamos sumar además los 339,71 abonados para la guerra de Ucrania, superando con creces los 1.400 millones que en su día presupuestamos para este tipo de operaciones en 2023.
H) Bases militares
En el Consejo de Ministros
de 17 de enero se autorizó a la negociación del Acuerdo de amistad de EE. UU. y
España por el que se ceden bases militares al ejército americano. En el Consejo
de Ministros de 6 de junio se aprobó el despliegue de 2 buques adicionales de
EE. UU. en la base de Rota.
I) Campo de tiro de
Bardanas
Se han seguido realizando
entrenamientos con fuego real en Bardanas Reales. Las protestas ciudadanas
contra el polígono de tiro y por las molestias de este tipo de operaciones son
constantes. El Gobierno ha comunicado en una respuesta al PNV que seguirá
utilizando este campo de tiro hasta 2028.
J) Pelotazo Campamento y
otras enajenaciones.
Durante 2023 se ha cerrado
la venta de los terrenos propiedad de Defensa en los antiguos acuartelamientos
de Campamento. Esta ha sido la principal de las ventas del INVIED de terrenos
en desuso.
Además de la operación
campamento, por la que se han autorizado pagos a defensa a cargo del Ministerio
de Transporte por importes de 260 millones (Consejo de Ministros de 11 de
abril) y de 622,26 millones (Consejo de Ministros de 9 de Mayo), Defensa ha
vendido el Cuartel de Artillería de Son Busquets, en Palma de Mallorca, por
43,3 millones de euros, otras en la Base aérea de Getafe por 35,3 millones, y
otros 74,4 millones por el Cuartel de Loyola.
K) La base logística de
Córdoba
El 27 de enero se celebró
un Convenio entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Córdoba para la
financiación de la base logística del ejército de tierra en Córdoba, con una
financiación por parte del Ayuntamiento de 25 millones de euros. A su vez se
firmó otro convenio con la comunidad autónoma andaluza por el que esta ayuda
también a la financiación de esta base logística con otros 100 millones de
euros.
Por su parte Defensa aporta la cantidad de 222 millones de euros para dicha
base.
L) El ministro de Industria
que antes estaba en Hispasat.
El nuevo ministro de
industria, Jordi Hereu, era desde 2020 y a propuesta del SEPI el Presidente de
Histapat.
La vinculación de Hispasat
con Hisdesat, una empresa propietaria de los satélites militares españoles es
evidente. Hisdesat está participado por Hispasat (43%), ISDEFE (30%) Airbus
Defence & Space (15%), INDRA (7%) y SENER (5%).
Defensa adjudicó un
contrato de comunicaciones por satélites a Hisdesat, filial de Hispasat, por
113 millones desde 2021 a 2024.
La vinculación, por ello,
de Hispasat con Defensa resulta también elocuente. Al margen de ello, Hispasat
mantiene también un convenio con el Departamento de Defensa de EE. UU.
Esta orientación del actual
ministro de Industria con la industria militares más que relevante. Otros
ministros de industria (Borrell, Piqué) han sido verdaderos halcones en la
política europea y han facilitado y estimulado la industria militar y la compra
de armas por el estado español, un camino que parece asegurado con el actual
ministro.
M) Las ofertas de empleo
publico militar
Durante el año se han
aprobado convocatorias para ingresar ene el ejército para 776 oficiales y
suboficiales, más 950 de promoción interna y otras 3410 para soldados de tropa
y marinería en el primer ciclo y 3.416, en el segundo.
N) Los soldados mayores de
45 años
Según el plan estratégico
del Ministerio de Defensa recibirán subvenciones para incorporación a la vida
civil.
A partir del cese y desde
2023 reciben una asignación mensual de 704 E compatible con la prestación por
desempleo y la retribución de un trabajo, si este no es del sector público.
O) De la cumbre de la OTAN
a la cumbre de ministros en Toledo.
Si en Junio de 2022 España organizó en Madrid la cumbre de la OTAN, reforzando
su apuesta militarista, en 2023 ha sido Toledo y agosto el escenario para el
encuentro de los ministros de defensa europeos para reforzar el compromiso con
el esfuerzo militar con la guerra ucraniana.
P) Convenios a tutipleni
Hisdesat, la conferencia de
decanos de veterinaria, Ministerio de Educación, Ayuntamiento de Segovia, Casa
del Rey, Concello de Ferrol, Ayuntamiento de Ceuta, Universidad de Alcalá,
Gobierno de Aragón, la práctica totalidad de las universidades españolas, son
algunas de las más de 300 entidades que ha firmado en 2023 convenios con
Defensa para actividades conjuntas y difusión de la cultura de la defensa,
colaboración interinstitucional, prácticas formativas o desembarco de militares
para formación civil.
Q) Sin propuestas
electorales y sin control parlamentario
Igualmente podemos analizar
las propuestas electorales en materia de defensa en las recientes elecciones
generales.
El espacio dedicado a estas
es ínfimo y las propuestas no salen de los tópicos de siempre. Tampoco el tema
tuvo ningún tipo de dedicación durante la campaña.
Sigue siendo una política opaca y de espaldas a la sociedad.
Los partidos políticos no tienen ninguna intención de hablar de política de defensa y mucho menos a remover en época electoral el caladero de votos cautivos que supone el contingente de más de dos millones y medio de personas que comen del presupuesto de Defensa.
R) La legión procesionaria
y las misas en Cuelgamuros
Se ha celebrado la 63
peregrinación militar a Lourdes, promocionada en España por el Arzobispado castrense mientras que la legión procesionó en 39 actos distribuidos en 12 provincias en
2023, sin olvidar a los paracaidistas en Alcalá de henares, la infantería en
Avilés y Badajoz, el regimiento de guerra electrónica en el Pardo, los
gastadores en Gijón, Zapadores en Vigo y así hasta 200 actos más con presencia
militar en actos religiosos y la infinidad de misas y actos de culto católico
con presencia institucional del ejército.
S) Olimpiadas y
competiciones militares
Tras los juegos olímpicos
militares de 2022, este año se han seguido realizando competiciones deportivo
militares internacionales en los que el ejército español ha participado, como
el campeonato militar internacional de Paracaidismo de San Javier (Murcia) en junio,
el campeonato militar mundial de rugby de agosto en Bretaña, el ’52 CISM World
Military Swimming Championship’ en la Malagueta, en septiembre, la competición
internacional de carros de combate en Letonia
T) Incendios y la UME
En abril, incendio en el
campo de tiro de Bardenas Reales tras maniobras militares el día anterior.
En mayo en el campo militar
Alvarez de Sotomayor (Almería) durante el adiestramiento de la legión.
Tras incendio de campo de
maniobras de El Teleno de 2022 que arrasaron 4000 hectáreas, protestas
vecinales en 2023 por el trato opaco de los militares y su peligro en la zona
ante las maniobras con fuego real en el mes de abril.
En octubre la SAREB cede
suelo a la UME para que realicen maniobras.
U) El submarino español
El año 2023 también ha
permitido una nueva addenda económica para terminar el submarino S80 que será
botado y entregado definitivamente el 30 de noviembre.
Al margen de su penosa historia constructiva, desde que descubrieron que no
flotaba hasta su finalización, el sobrecoste del primero de los tres que se
proyectaron es escandaloso: d elos 1.800 millones previstos para la realización
de los tres submarinos, vamos por mas de 4.000 millones para botar el primero y
sin que nadie haya asumido responsabilidades.
Por otra parte, la
proyectada venta de este ingenio a otras armadas parece haber encallado. No se
fían por ahí de un cachivache que puede hundirse para no emerger y que cuesta
un pastón.
V) Venta de armas
España sigue manteniendo su
cuota de mercado en el negocio de la venta de armas, con nuestros principales
clientes entre los países poco santos del planeta y la descarada inyección
económica por parte del Estado para este empeño de vender armas y conflictos.
W) Propaganda desde Defensa
Durante el año, el
ministerio de defensa ha seguido una política comunicativa de intentar
legitimar la acción del ejército. La propia ministra ha sido uno de los
principales puntales del relato de un ejército humanitario y comprometido con
la paz, ocultando su rostro verdadero.
El adoctrinamiento militar
se acompaña y aprovecha de la falta de criterios y conocimiento de los
profesionales de la comunicación en materia de defensa. Así les sirven relatos
enlatados que estos, de forma mayoritaria, replican acríticamente.
Sin embargo la crítica
antimilitarista ha conseguido abrir brecha en algunos aspectos, como el de la
perversidad del gasto militar y la producción y venta de armas, lo insostenible
de las guerras y el rechazo de la OTAN.
Caso paradigmático y a su
vez una clara muestra de que la triunfalista política comunicativa del
Ministerio de Defensa no está funcionando como esperaban ha sido el libro «Las
claves del porqué» editado por el Ministerio de Defensa y destinado a combatir
los argumentos antimilitaristas.
Se trata de un esfuerzo
reactivo que demuestra el arraigo de muchos de los postulados antimilitaristas,
pues no puede obedecer a otra razón el esfuerzo de Defensa en contrarrestarlos
mediante un libro de réplica.
X) Zonas de interés de la
defensa
El año 2023 ha visto incrementado
el número de zonas declaradas de interés para la defensa, en virtud de cuya
declaración se limitan los usos de las zonas así declaradas.
Así han quedado afectadas entre otros, 84 hectáreas en Córdoba para la base
logística del Ejército de Tierra, el arsenal de la armada en Ferrol, la
estación de Puntales en Cádiz, Camposoto en San Fernando, la propiedad de la
estación Radio Bermeja en Madrid, la estación Radio Santorcaz en la región de
Madrid y Guadalajara, ampliando el extenso catálogo de terrenos afectados a los
intereses de Defensa.
Y) La princesa cadete
No podemos dejar de
mencionar la formación militar de la princesa cadete, ingresada en la Academia
Militar de Zaragoza.
Z) Las llamadas al
alzamiento, la exhibición fascista y la pistola de Ferraz
Una constante de nuestro
militarismo tradicional ha sido el providencialismo de los ejércitos y su
intervencionismo.
Hace unos días se ha dado
un nuevo ejemplo con el manifiesto hecho público por medio centenar de
generales y oficiales retirados con insinuaciones golpistas. Este manifiesto ha
sido difundido por la Asociación de Militares Españoles (AME).
En similar contexto, se produjo la detención de un militar en activo que
portaba una pistola y que participaba de las algaradas de la extrema derecha en
la calle Ferraz de Madrid.
Además, una serie de
organizaciones fascistas, alentadas por VOX, han hecho durante unas semanas una
exhibición de su simbología y aspiraciones, con constantes llamamientos a la
actuación del ejército para enderezar el panorama a su parecer fuera de madre.
No ha faltado una especie de Capitán España, rezos del rosario y un remedo del
capitán trueno y del guerrero del antifaz para amenizar el cotarro.
- 3) ¿Y para el futuro?
El continuismo de las
políticas de injerencia militar y participación en la política de la OTAN, de
rearme y aumento descabellado del gasto militar español, de cronificación de los
males endémicos de nuestro militarismo, de sobredimensionamiento de lo militar
y de venta de armas está asegurado.
La misma ministra de
Defensa, los mismos lenguajes del Presidente, un ministro de Industria ya
acostumbrado a los negocios militares y una amalgama de partidos bajo el alero
de Sumar que ya miraban para otro lado en la anterior legislatura, garantizan
el despropósito de una nueva vuelta de tuerca militarista.
Mucho trabajo por tanto y
muchos temas para rellenar la agenda de lucha social contra el militarismo y en
favor de la desmilitarización social.
Imagen de portada: Armas,
Viñeta de Iñaki y Frenchy
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