El
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales alerta sobre la
operación de «lavado de imagen» de la empresa canadiense Aclara Resources tras
el fracaso de su proyecto de minería de tierras raras en Chile
TERCREAINFORMACION / 08.09.2023
Protesta contra la minería de tierras raras en Penco (Chile) / Penco sin minera
La entidad denuncia que la
promotora ha renovado su plan de «greenwashing» para presentar su iniciativa
como «minería sostenible, limpia, verde» empleando además «otros calificativos
de fantasía».
Según informa en un comunicado, en apoyo
a estas maniobras de «lavado de imagen», la canadiense Aclara Resources Inc ha
instalado un «centro demostrativo» de su proyecto en Penco (Chile) en el cual
promocionan una serie de procesos patentados a través de su firma asociada Redd
Uno SpA, en una operativa que no deja de ser un «Plan B» para enfrentar el
abrumadores rechazo de las instituciones, comunidades y organizaciones sociales
a su proyecto, además de darle espacio «a las manipuladas promesas de
trabajo que han levantado en su discurso».
El OLCA advierte que estas «actividades
cosméticas» se han ampliado «con la difunsión intensiva de opiniones y
testimonios que elogian el proyecto minero» de tierras raras a través de
distintas entidades relacionadas con el sector extractivo, como el Centro
Tknika, Ecofor o InGeo.
LOS «PREMIOS» DE ACLARA
RESOURCES
«Como en toda operación de este tipo -detalla el
OLCA- no podía faltar en este caso la adjudicación de distinciones llamativas»
pues «Aclara informa que recibió dos premios por su compromiso de
sostenibilidad» de parte del Business Intelligence Group y otro de SEAL Awards,
firmas que son conocidas por galardonar a empresas «que buscan mayor publicidad
o lavar su imagen», y que además han entregado premios a corporaciones y
organismos tan cuestionados a nivel internacional como Dow Chemical Company,
Saudi Aramco o el Ministerio de Energía de los Emiratos Árabes Unidos.
LA REALIDAD DEL PROYECTO DE
MINERÍA DE TIERRAS RARAS DE ACLARA
Para el OLCA, «pese a lo que sostiene Aclara
en la propaganda actual de sus procesos extractivos, la maquillada promoción
del proyecto sigue siendo básicamente minería química a gran escala» que
implica necesariamente la extracción mediante retroexcavadoras de enormes
cantidades de tierra, destruyendo la capa vegetal y el terreno hasta 30 metros
de profundidad en una concesión de unas 600 hectáreas hasta retirar unos 180
millones de metros cúbicos de material en el proyecto Penco.
«Aunque se intervenga sólo una parte del área
concesionada, esta gran operación provocaría un irreparable desastre ambiental
en la zona. A la masiva extracción de tierra -arrasando flora, fauna,
cursos de agua y napas freáticas, entre otros daños- y su traslado (en
camiones) para el procesamiento con grandes cantidades de agua, electricidad,
combustible y productos químicos, se suma el transporte en camiones de tierras
contaminadas de regreso a los lugares destruidos. Además, la extracción de
lantánidos suele sacar a la superficie otros peligrosos metales pesados
altamente tóxicos, tales como el plomo. En resumen, una amenaza real al
medioambiente, la salud y los medios de vida de las comunidades vecinas» pues
además durante el proceso se emplean distintos productos químicos tóxicos como
el ácido sulfúrico, el hidróxido de amonio, el sulfuro de sodio, el sulfato de
amonio, además de importantes cantidades de floculante que puede incluir
diversos productos cancerígenos, explican desde el Observatorio Latinoamericano
de Conflictos Ambientales.
Por eso para el OLCA, en el caso de
Aclara es aplicable el refrán popular que dice que «aunque la mona se vista de
seda mona se queda», de ahí que la minera canadiense pretenda dar una
imagen pública favorable. Pese a todo, para el Observatorio, este afán por el
«maquillaje verde» hace dudar incluso al valor de sus inversiones «ya que gran
parte de esos fondos proviene de sospechosas empresas creadas en paraísos
fiscales». Por estos motivos confian y desean que, «por el bien y respeto a la
ciudadanía y la naturaleza», las autoridades rechacen este tipo de proyectos
extractivos, que consideran destructivos, engañosos y perjudiciales para las
comunidades afectadas.
Fuente: rebeldes.info
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