Las negociaciones en Sumar,
una mera pelea por ir en puestos de salida en las papeletas
INSURGENTE.ORG
/ 06.06.2023
No hay más. No hay
diferencias ideológicas ni programáticas; eso se resume en apoyar a Sánchez y
al PSOE,porque aquello del «programa, programa, programa» pasó a mejor vida.
Por ello, es necesario repetir que el 23 de julio la socialdemocracia se
presentará con dos listas que en realidad es una, la propia del PSOE y la de
Yolanda. Sus seguidores abonan en los medios que pueden las bondades del
ejecutivo saliente, su reformismo constante que será truncado -avisan- como
llegue la dupla PPVox al gobierno (del poder nunca hablan porque lo dan por
perdido desde 1939).
Para ello, no dudan en
hacer mérito con una reforma laboral (que en su contenido más grueso fue la
elaborada por el PP), la subida de los salarios (por debajo de lo que
necesitamos para hacer una compra de productos básicos que la inflación ha
disparado), el impuesto a la banca (muy limitado y donde ni se menciona la
posibilidad de una banca pública), la Ley de Vivienda (que no impide miles de desahucios,
ni mejora el futuro de los jóvenes), la LOMLOE (una reforma educativa que se
hizo sin contar con, por ejemplo, el profesorado y que ni se menta la
existencia de colegios concertados al servicio de la iglesia). Y olvidándose de
cuestionar la OTAN, aliándose con Marruecos contra el polisario, no condenando
a Israel y su genocidio al pueblo palestino, el apoyo al fascista Zelensky, el
no tocar la Ley Mordaza, practicar las expulsiones en caliente de emigrantes,
no intervenir las empresas eléctricas, apoyo absoluto a la monarquía impidiendo
en el propio parlamento investigaciones al corrupto Juan Carlos… .
El reformismo se reparte lo que queda del botín
electoral, quiere ahora los votos de la gente de izquierdas. No es táctica, es
desvergüenza (y apenas supervivencia personal).
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