Como parte de la
Guerra Fría contra China, Estado Unidos aumenta –a través de Corea del Sur– la
presión en la zona. La posibilidad de un Tratado de paz que dé por finalizada
la guerra de Corea, se aleja.
El giro de Corea del Sur hacia el conflicto
El Viejo Topo
30 mayo, 2023
Dae-Han Song y Alice S. Kim
El presidente
de extrema derecha de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, está arrastrando precipitadamente
a Corea del Sur hacia la nueva Guerra Fría que los Estados Unidos están
librando contra China. La aspiración de Yoon de situar a Corea del Sur como
“Estado pivote mundial” está convirtiendo a este país en una pieza más de la
maquinaria bélica estadounidense y –en un orden mundial en declive liderado por
los Estados Unidos– pone en juego su seguridad y futuro económico. El apoyo de
Yoon al orden global estadounidense le ha llevado a una avalancha de visitas y
reuniones por todo el mundo, desde la cumbre virtual del Marco Económico
Indo-Pacífico (IPEF, por sus siglas en inglés) hasta la cumbre de la OTAN en
Madrid, pasando por reuniones de alto nivel en Japón y los Estados Unidos.
Más
recientemente, en su visita del 26 de abril a los Estados Unidos, los
presidentes Yoon y Biden anunciaron la “Declaración de Washington” para
desplegar submarinos con armamento nuclear estadounidense en Corea del Sur,
reintroduciendo las armas nucleares estadounidenses en este país por primera
vez en más de 40 años. Si se compara con el desarrollo de armas nucleares por
parte de Corea del Norte como elemento estratégico de disuasión, es más
probable que estas armas en Corea del Sur alimenten una carrera armamentística
nuclear en lugar de frenar el programa nuclear norcoreano. Como observó el ex
ministro surcoreano de Unificación, Jeong Se-hyun, cuatro de las seis pruebas
nucleares de Corea del Norte se produjeron en respuesta a la postura de línea
dura de las administraciones conservadoras surcoreanas, que se negaron a
dialogar con Corea del Norte.
En última
instancia, las acciones de Yoon están llevando a Corea del Sur por un camino
peligroso, que desestabiliza aún más las relaciones intercoreanas y les enemista
con China, su mayor socio comercial. Al mismo tiempo, el Gobierno coreano renuncia a su
deber de reclamar a Japón reparaciones para los coreanos explotados bajo el
colonialismo japonés e impedir el vertido de residuos radiactivos del
reactor nuclear de Fukushima, situado aguas arriba de Corea del Sur.
El “Estado pivotal global” de Yoon
El alarmante
regreso de las armas nucleares estadounidenses a Corea del Sur se produce tras
la postura asumida por Yoon el pasado mes de enero de desarrollar armas
nucleares en Corea del Sur como parte de su política extremista de línea dura
hacia Corea del Norte. En términos más generales, forma parte de la gran agenda
de política exterior de Yoon de insertar a Corea del Sur en la arquitectura de
seguridad de la gran estrategia Asia-Pacífico anti-China de los Estados Unidos.
La “Estrategia para una Región
Indo-Pacífica Libre, Pacífica y Próspera” de la administración Yoon
sigue de cerca la Estrategia Indo-Pacífica de
los Estados Unidos, que tiene como objetivo construir e imponer en la región un
“orden basado en normas” liderado por EE.UU. y sus “aliados afines”, todo, para
contener a China.
A pesar de
todas sus declaraciones sobre la equidad y el respeto de las normas, este
“orden basado en normas” dominado por los Estados Unidos está en contradicción
con el mundo multipolar que se está configurando en la actualidad, así como con
la naturaleza multilateral del orden basado en la ONU –acordado
internacionalmente–. Los Estados Unidos han estado liderando la creación de
organismos regionales minilaterales (como el Diálogo Cuadrilateral de Seguridad
(Quad, por sus siglas en inglés) o el Marco Económico Indo-Pacífico) como parte
de su “guerra híbrida contra China”
y emprendiendo una agresión unilateral contra China en forma de “guerra
militar, económica y de información”.
Por ejemplo,
los Estados Unidos están preparando el escenario para disputar las acciones de
China en el Mar de China Meridional no a través de la “Convención sobre el Derecho del
Mar” de la ONU (que los Estados Unidos no ha firmado) sino a través
del marco de seguridad Indo-Pacífico. Esto permite a los Estados Unidos atacar
las acciones de China al tiempo que exime sus propias operaciones navales de la
supervisión de los “burócratas globales”,
es decir, la ONU. Además, a pesar de abogar por un Indo-Pacífico “abierto” y
“libre”, los Estados Unidos están librando una “guerra de chips” presionando
a sus aliados del Indo-Pacífico para que impidan el acceso de China a los chips
semiconductores, uno de los recursos de alta tecnología más críticos en la
actualidad.
La
administración Yoon ha contribuido a la construcción y el refuerzo de este
“orden basado en normas” mediante su participación en el marco Indo-Pacífico,
la OTAN global y la consolidación de la alianza militar trilateral
EE.UU.-Japón-Corea del Sur. En mayo de 2022, a las pocas semanas de comenzar su
mandato, Yoon participó virtualmente en la reunión del IPEF. En diciembre, la
Administración adoptó su propia Estrategia Indo-Pacífica, en la que se
comprometía a “estabilizar las cadenas de suministro de recursos estratégicos”
y a “buscar la cooperación con socios con los que compartimos valores”, es
decir, los Estados del IPEF. Corea del Sur está siendo reclutada ahora para la
guerra de chips de los Estados Unidos contra China.
En junio de
2022, la participación de Corea del Sur (incluido el establecimiento por parte
de Yoon de una misión diplomática de la OTAN) y otros tres Estados de
Asia-Pacífico en la reunión de la OTAN amplió el alcance de la OTAN desde el
Atlántico Norte hasta el Pacífico. Este año, Yoon allanó el camino hacia la
consolidación de la alianza trilateral Estados Unidos-Japón-Corea del Sur al
renunciar a exigir a Japón que asumiera su responsabilidad por la explotación
colonial de los trabajadores coreanos. Después, durante su visita en marzo al
primer ministro japonés, Fumio Kishida, reanudó el controvertido pacto de
intercambio de inteligencia de 2016 (el Acuerdo General de Seguridad de la
Información Militar (GSOMIA, por sus siglas en inglés) sentando las bases para
la coordinación militar directa entre Corea del Sur y Japón.
En abril,
funcionarios estadounidenses, japoneses y surcoreanos se reunieron y acordaron
realizar ejercicios de defensa antimisiles y antisubmarinos para contrarrestar
a Corea del Norte y “promover la paz y la seguridad en la región
Indo-Pacífica”, con especial énfasis en “la paz y la seguridad en el estrecho
de Taiwán”. Como una muestra más de su compromiso con la estrategia bélica
global de los Estados Unidos, en una entrevista concedida a Reuters el 19 de abril,
Yoon dio marcha atrás en su postura sobre Ucrania y planteó la posibilidad de
enviar armas, y exacerbó las provocaciones de los Estados Unidos en Taiwán en
relación con el principio de “una sola China”, para ira de los funcionarios
chinos.
Un giro hacia la paz
Los activistas
surcoreanos y extranjeros han trabajado incesantemente por la paz en la
península, con luchas clave libradas junto a los mismos emplazamientos de las
instalaciones militares estadounidenses en la región de Asia-Pacífico que
rodean China, como la construcción de la base naval militar en la aldea de
Gangjeong. También han formado parte del prolongado activismo transnacional
para conseguir un tratado de paz para la Guerra de Corea. Como estos activistas
y el académico estadounidense Noam Chomsky han reiterado recientemente ante el
acuerdo sobre armas nucleares entre Estados Unidos y Corea del Sur del 26 de
abril, sólo un tratado de paz que ponga fin a la Guerra de Corea sentaría las
bases para desnuclearizar la península coreana, poner fin a la ocupación
militar estadounidense de Corea del Sur y avanzar hacia la paz y la estabilidad
en el noreste de Asia. Para seguir construyendo un mayor intercambio, diálogo y
solidaridad, y producir un giro de la región hacia la paz, el 16 de mayo los
miembros de la Asamblea Nacional del Partido de la Justicia, junto con el
Centro de Estrategia Internacional y otras organizaciones de la sociedad civil
de Corea del Sur, los Estados Unidos y Japón, organizarán un Foro Internacional
por la Paz en el Noreste Asiático y contra un Nuevo Orden de Guerra Fría.
Fuente: Globetrotter.
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