El
día en que Antonio Gala pidió que se alzase la voz contra Marruecos
Publicado el 29 de mayo de 2023 / Por Contramutis / kaosenlared
Con motivo de la huelga de
hambre de Aminetu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote, Gala escribió que era
hora de que alguien, a quien no se le hubiera caído la cara de vergüenza,
alzase la voz contra Marruecos.
Por Alfonso Lafarga
Fue el 5 de diciembre de
2009. Aminetu Haidar llevaba ya 19 días en huelga de
hambre en el aeropuerto de Lanzarote, tras no permitir Marruecos a la
activista saharaui regresar a su tierra, el Sáhara Occidental. En connivencia
con las autoridades españolas, fue enviada desde El Aaiún a la isla canaria por
haber escrito en la ficha de entrada “saharaui” en lugar de “marroquí” en
el apartado correspondiente a la nacionalidad.
La reconocida activista de
Derechos Humanos se quedó en la terminal del aeropuerto e inició una huelga de
hambre, dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias si no conseguía
volver a El Aaiún. Solidarios con la causa saharaui y activistas se instalaron
con ella en el aeropuerto y defendieron su causa, a la que se sumaron artistas,
escritores y políticos, hasta que al cabo de un mes pudo entrar en el Sáhara
Occidental.
Ese día, el 5 de diciembre,
el escritor Antonio Gala, fallecido en Córdoba a los 92 años,
escribió en su sección diaria “La Tronera”, en El Mundo, que
ya era hora de que alguien alzase la voz contra Marruecos.
Concretamente, dijo: “Ya es hora de que alguien aquí, a quien no se
le haya caído todavía la cara de vergüenza, alce una voz contra Marruecos”.
A esto añadió lo que
decía el PSOE de entonces: “España no se merece que Marruecos le
haga esto”. Destacó el sentimiento de los españoles de a pie por los saharauis
y reclamó a los políticos que se enterases “de una puñetera vez”: “Todos. Hasta
el más alto nivel”.
El artículo de Gala,
titulado “El más alto nivel”, dice textualmente:
“EL DESIERTO es polvo;
del suyo vienen estos lodos. De una marcha verde (?), incorrecta, pero iniciada
con la oportunidad y la habilidad del incalificable, en estricto sentido, Hasán
II. Aquí nadie dijo ni pío, a la espera de que Franco dijera el suyo ultimo.
El objetivo, una provincia española representada en aquellas tristes
Cortes. Pero España calló y cay. Los sucesivos políticos se han cobijado bajo
toda clase de piragua. He escrito bastante sobre ello. Si insisto, es para
aplaudir a esa insólita mujer pesada del aeropuerto de Lanzarote, que considero
española a su pesar. Ya es hora de que alguien aquí, a quien no se le haya
caído todavía la cara de vergüenza, alce una voz contra Marruecos. `España no
se merece que Marruecos le haga esto´, dice el PSOE. Sí se lo merece. Incluso
enrojecer más aún, ahora que presidirá la UE, y tiene algo que ofrecer. La
cobardía se paga siempre. Y los españoles de a pie sienten por los saharauis
una evidente solidaridad. Que los políticos, de una puñetera vez, se enteren.
Todos. Hasta el más alto nivel”.
Antonio Gala, que dedicó en
“La Tronera” varios artículos a los saharauis, integró el grupo de escritores e
intelectuales que en septiembre de 2004 envió una carta al entonces presidente
del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, instándole a
resolver de una vez por todas el largo exilio de los saharauis en Tinduf
(Argelia), y a no permitir más dilaciones para que la ONU organizase de una vez
por todas el referéndum de autodeterminación tantas veces pospuesto.
La carta, además de Gala,
la firmaron cerca de 500 intelectuales, escritores, músicos, cantantes,
cineastas, actores y actrices, como José Saramago, Gopegui, Mayor
Zaragoza, Javier Sádaba, Juan Genovés, Espido Freire, Silvia Munt, José
Sacristán, Mercedes Sampietro, Hilario Camacho, Rosa Regás, el polaco Ryszard
Kapuscinski, Clara Janés, Manuel Rivas, Suso de Toro, José Antonio Labordeta,
Juan Cruz, Victor Erice o Roberto Bodegas, entre otros.
Alfonso Lafarga en Contramutis
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