He aquí cinco razones por las que gran parte del Sur Global no apoya automáticamente a Occidente en Ucrania. Son razones contundentes. Sordos a esas razones, ciegos a la realidad, los mediocres gobiernos de Occidente, liderados por EEUU, avanzan hacia un declive imparable.
Cinco razones
El Viejo Topo
27 marzo, 2023
En octubre de 2022, casi meses después de que comenzara la guerra en Ucrania, la Universidad de Cambridge en el Reino Unido armonizó encuestas llevadas a cabo en 137 países sobre sus actitudes hacia Occidente por un lado, y Rusia y China por el otro.
A pesar de no
estar exentos de margen de error, los resultados del estudio son
lo suficientemente contundentes para ser tomados en serio.
Estos son:
- De los 6,3 mil millones de personas que viven fuera de Occidente, el
66 por ciento tienen una percepción positiva en relación a Rusia y un 70
por ciento hacia China, y,
- Dentro del 66% que tiene esta percepción positiva sobre Rusia un 75%
corresponde al sur de Asia; 68% a la África francófona; y 62% al sureste
de Asia,
- La opinión pública sigue siendo positiva en Arabia Saudita, Malasia,
India, Pakistán y Vietnam.
Sentimientos de
esta naturaleza han provocado ira, sorpresa e incluso rabia en Occidente. Se
les hace difícil el creer dos tercios de la población mundial no se pone de su
lado.
¿Cuáles son
algunas de las causas o razones para esto? Creo que hay cinco, tal como se
explican en este breve ensayo.
1. El Sur Global no cree que Occidente comprende o
empatiza con sus problemas.
El ministro de
exteriores de India, S. Jaishankar, lo resumió de forma sucinta en una
entrevista reciente: “Europa tiene que superar la mentalidad según la cual los
problemas de Europa son los problemas del mundo, pero los problemas del mundo
no son los problemas de Europa”. Se refiere a los muchos desafíos que enfrentan
los países en desarrollo, bien sea relacionados con las secuelas de la
pandemia, el alto costo de los servicios de deuda, la crisis climática que
devasta sus vidas, el dolor de la pobreza, la carencia de alimentos, sequías y
los altos precios de la energía. Occidente apenas ofrece gestos vacíos al Sur
Global respecto a muchos de estos problemas. Aún así Occidente insiste en que
el Sur Global se les una sancionando a Rusia.
La pandemia de
covid es un ejemplo perfecto: a pesar de las repetidas peticiones del Sur
Global de compartir la propiedad intelectual de las vacunas, con el objetivo de
salvar vidas, ninguna nación occidental estuvo dispuesto a hacerlo. Hasta la
fecha, África sigue siendo el continente menos vacunado del mundo. África tiene
la capacidad para fabricar las vacunas, pero sin la propiedad intelectual no
puede hacerlo.
Pero sí llegó
ayuda de Rusia, China e India. Argelia lanzó su programa de vacunación en enero
de 2021 después de haber recibido el primer lote de vacunas rusas Sputnik V.
Más o menos al mismo tiempo, Egipto empezó a vacunarse después de recibir la
vacuna Sinopharm de China. Suráfrica obtuvo millones de dosis de AstraZeneca
del Serum Institute de India. En Argentina, la Sputnik se convirtió en la
columna vertebral de su programa de inmunización. Todo esto ocurría mientras
Occidente usaba sus recursos financieros para comprar por adelantado millones
de dosis, con frecuencia destruyéndolas cuando expiraban. El mensaje al Sur
Global era claro: sus problemas son suyos, no nuestros.
2. La historia importa: ¿quién estuvo ahí durante el
colonialismo y después de la independencia?
Muchos países
en América Latina, África y Asia ven la guerra en Ucrania a través de una lente
distinta a la de Occidente. Muchos de ellos ven a las antiguas potencias
coloniales reagruparse como miembros de la alianza occidental. Los países que
han sancionado a Rusia o son miembros de la Unión Europea o lo son de la OTAN,
o son los aliados más cercanos a los Estados Unidos en la región Asia-Pacífico.
Por contraste, muchos de los países asiáticos, y casi todos los países en el
Medio Oriente, África y América Latina han intentado mantenerse en buenos
términos tanto con Rusia como con Occidente, y evitar las sanciones contra
Rusia. Será porque recuerdan su historia siendo los países que vivieron las
políticas coloniales de Occidente, un trauma con el que todavía viven pero que
en gran medida Occidente olvidó.
Nelson Mandela
solía decir que fue el apoyo tanto material como moral de la Unión Soviética lo
que ayudó a inspirar a los sudafricanos para derrocar el régimen del Apartheid.
Es por esto que Rusia todavía es percibida de forma favorable por muchos países
africanos. Y una vez llegada la independencia a estos países, fue la Unión
Soviética la que los apoyó incluso a pesar de tener ella misma recursos
limitados. La presa de Aswan en Egipto, que llevó once años para ser
construida, de 1960 a 1971, fue diseñada por el Instituto de Proyectos Hídricos
de Moscú y en gran medida financiada por la propia Unión Soviética. La Planta
de Acero de Bhilai en India, uno de los mayores proyectos de infraestructura en
India, también fue construida por Moscú en 1959. Otros países también se
beneficiaron del apoyo ofrecido por la ex Unión Soviética, tanto político como
económico, en Ghana, Mali, Sudán, Angola, Benín, Etiopía, Uganda y Mozambique.
El 18 de
febrero de 2023, en la Cumbre de la Unión Africana en Addis Ababa, Etiopía, el
ministro de exteriores de Uganda, Jeje Odongo dijo: “Fuimos colonizados y
perdonamos a aquellos que nos colonizaron. Ahora los colonizadores nos piden
que seamos enemigos de Rusia, que nunca nos colonizó. ¿Esto es justo? Para
nosotros no. Sus enemigos son sus enemigos. Nuestros amigos, nuestros amigos”.
Correcto o
incorrecto, la Rusia de hoy en día es vista por muchos de estos países en el
Sur Global como el sucesor ideológico de la Unión Soviética. Estos países
tienen una memoria larga que les hace ver a Rusia de alguna manera de forma
distinta. Dada la historia, ¿se les puede culpar?
3. El Sur Global ve la guerra en Ucrania como una
guerra que principalmente concierne al futuro de Europa en vez del futuro del
mundo entero.
La historia de
la Guerra Fría le enseñó a los países en desarrollo que verse inmiscuidos en
los conflictos de los grandes poderes les generan pocos beneficios acarreando
riesgos enormes. Y ven la guerra por delegación en Ucrania como una que trata
más del futuro de la seguridad europea que la del mundo en su totalidad.
Además, la guerra es vista por el Sur Global como una distracción costosa de los
asuntos más urgentes con los que les toca lidiar. Estos incluyen los precios
del combustible, de los alimentos, el costo de la deuda y más inflación,
problemas que se han agravado debido a las sanciones que Occidente le ha
impuesto a Rusia.
Un sondeo reciente
publicado por Nature Energy manifista que hasta 140 millones de personas serán
empujadas a la pobreza extrema debido a los altos precios de la energía que se
vinieron dando a lo largo del año pasado.
Los precios de
la energía al alza no sólo impactan directamente en las facturas de la
electricidad, sino que también conducen a la presión de precios ascendentes
sobre todas las cadenas de suministro y bienes de consumo, incluyendo la comida
y otras necesidades. Esto afecta a los países en desarrollo aún más que a
Occidente.
Occidente puede
aguantar la guerra “tanto como haga falta” debido a que tiene los recursos
financieros y los mercados de capital para hacerlo. Pero el Sur Global no goza
del mismo lujo. Una guerra por el futuro de la seguridad europea tiene el
potencial de devastar la seguridad de todo el mundo.
El Sur Global
también está alarmado de que Occidente no esté buscando negociaciones que
puedan conducir la guerra a un final anticipado. Hubo oportunidades perdidas en
diciembre de 2021 cuando Rusia propuso revisar los tratados de seguridad para
Europa que pudieran haber evitado la guerra, lo que fue rechazado por
Occidente. Las negociaciones de paz de abril de 2022 en Estambul también fueron
rechazadas por los mismos, en parte para “debilitar” a Rusia. Y ahora el mundo
entero está pagando el precio de una invasión que los medios occidentales
gustan de llamar “no buscada” y que podía haber sido evitada.
4. La economía mundial ya no está dominada por Estados
Unidos o liderada por Occidente, y el Sur Global sí tiene otras opciones.
Varios países
en el Sur Global ven su futuro cada vez más vinculado a países que ya no forman
parte de la esfera de influencia occidental. O bien esta es su percepción de
cómo está alejándose de Occidente el equilibrio de poder o son ilusiones que
parten de su legado colonial; revisemos algunas métricas que pudieran ser
relevantes.
La parte de
producción global de los Estados Unidos declinó de 21% en 1991 al 15% en 2021,
mientras que el de China aumentó del 4 al 19% en el mismo período de tiempo.
China es el mayor socio comercial de la mayor parte del mundo, y su PIB en
paridad de poder adquisitivo supera al de los Estados Unidos. Los BRICS
(Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) en 2021 tienen un PIB combinado de 42
billones de dólares comparados con los 41 billones del G7. Su población de 3,2
mil millones es 4,5 veces mayor que la población combinada de los países del
G7, superándola en 700 millones.
Los BRICS no le
están imponiendo sanciones a Rusia ni le están suministrando armas al bando
contrario. Mientras que, por otro lado, Rusia es el principal proveedor de
energía y granos para el Sur Global, y China el principal proveedor en términos
de financiamiento y proyectos de infraestructura a través de la Iniciativa de
la Franja y la Ruta. Y ahora que Rusia y China están más cerca que nunca antes,
debido a la guerra, ¿qué significa todo esto para los países en desarrollo?
Significa que
cuando se trata de financiamiento, alimentos, energía e infraestructura, el Sur
Global debe apoyarse más en China y Rusia que en Occidente. El Sur Global
también está viendo la expansión de la Organización de Cooperación de Shanghai,
más países queriendo incorporarse al BRICS, y muchos más ahora comerciando en
divisas que se alejan del dólar, el euro u Occidente. También ven el proceso de
desindustrialización que se está dando en algunos países debido a los altos
costos energéticos, junto a una inflación más alta. Esto hace que sea bastante
visible en Occidente una vulnerabilidad económica que no era evidente antes de
la guerra. Con los países en desarrollo obligados a poner en primer lugar los
intereses de sus propios ciudadanos, ¿es una sorpresa que vean su futuro más
atado a países que no son liderados por Occidente o dominados por los Estados
Unidos?
5. El “orden internacional basado en reglas” carece de
credibilidad y está en declive.
El “orden
internacional basado en reglas” es un concepto visto por muchos países del Sur
Global como concebido por Occidente e impuesto unilateralmente a otros países.
Pocos países no-occidentales alguna vez se incorporaron a este orden. El Sur no
se opone a un orden basado en reglas, pero otro distinto en lugar del actual,
concebido mediante las reglas de Occidente.
Pero también
nos debemos preguntar, ¿este orden internacional basado en reglas se aplica
para Occidente?
Durante
décadas, para muchos países del Sur Global Occidente es visto como quien “se ha
salido con la suya” contra el mundo, sin consideración por las creencias de
cualquier otro. Varios países fueron invadidos, la mayoría sin autorización del
Consejo de Seguridad. Esto incluye a la ex Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia
y Siria. ¿Bajo qué “reglas” fueron atacados o devastados estos países? ¿Fueron
esas guerras provocadas o no? Julian Assange languidece en prisión, y Edward
Snowden está en el exilio por tener el coraje (o quizás la audacia) de exponer
las verdades detrás de estas acciones.
Las sanciones
impuestas por Occidente a más de 40 países les imprimen penurias considerables
y sufrimiento. ¿Bajo qué ley internacional y “orden basado en reglas” Occidente
usó su fuerza económica para imponer estas sanciones? ¿Por qué los activos de
Afganistán siguen congelados en bancos occidentales mientras que el país
enfrenta hambrunas? ¿Por qué el oro venezolano sigue secuestrado en el Reino
Unido mientras el pueblo venezolano vive a niveles de subsistencia? Y si las
revelaciones de Seymor Hersh son ciertas, ¿bajo qué “orden basado en reglas”
Occidente destruyó el gasoducto del Nord Stream?
Parece tener
lugar un cambio de paradigma lejos del mundo dominado por Occidente y más hacia
uno multipolar. Y la guerra en Ucrania ha hecho más evidentes las diferencias o
simas que forman parte de ese viraje. En parte por su propia historia, y en
parte por las realidades económicas que están emergiendo, el Sur Global ve al
mundo multipolar como un resultado preferible en el cual sus voces es más
probable que sean escuchadas.
El presidente
Kennedy culminó su discurso en la Universidad Americana en 1963 con las
siguientes palabras: “Tenemos que poner nuestra parte para construir un mundo
de paz donde los débiles estén a salvo y los fuertes sean justos. No estamos
inermes ante esta tarea ni nos falta esperanza para verla tener éxito.
Confiados y sin miedo, tenemos que trabajar hacia una estrategia de paz”.
Esa estrategia
de paz era el desafío ante nosotros en 1963 y permanece siéndolo hoy en día. Y
las voces por la paz, incluyendo las del Sur Global, necesitan ser escuchadas.
Fuente: Globetrotter.
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