El curso de la Guerra de Ucrania no depende de los
tanques
DIARIO
OCTUBRE / enero 29, 2023
La entrega de los tanques Leopard a Ucrania es más política que militar. No se trata sólo de someter a Alemania, una vez más, sino de forzar a Ucrania a que pase a la ofensiva.
En
un discurso ante el Parlamento británico, el Secretario de Defensa, Ben
Wallace, ha asegurado que la entrega de los nuevos tanques “significa que
pueden pasar de resistir a expulsar a las fuerzas rusas del suelo ucraniano”.
Es
imposible. Pero aún en el caso de que el ejército ucraniano pudiera pasar al
ataque en algún sector del frente, tendría que sacrificar las reservas que
pudiera reunir. Los ataques resultarían infructuosos contra un oponente ruso
que es muy diferente del que Ucrania tuvo que afrontar en septiembre y octubre
del año pasado.
Entonces,
un ejército ucraniano reforzado por decenas de miles de millones de dólares en
equipamiento, adiestramiento y apoyo operativo de la OTAN, fue capaz de
aprovecharse de unas fuerzas rusas escasas, incapaces de sostener los
territorios que había logrado en Jarkov y Jerson y con muchas porosidades en
varios sectores de la línea de contacto.
En
la actualidad, la situación del ejército ruso en Ucrania dista mucho de lo que
era en otoño del año pasado. Tras la movilización de 300.000 reservistas en
septiembre, Rusia ha consolidado la línea del frente, asumiendo posiciones más
densas y, por lo tanto, más defendibles. También ha reforzado sus fuerzas con
unos 80.000 soldados, lo que le ha permitido mantener operaciones ofensivas
frente a Donetsk.
Rusia
ha establecido posiciones diseñadas para derrotar un ataque concertado de la
OTAN y con suficiente apoyo de artillería.
El
propio general Zaluzhnyi ha reconocido que Ucrania no dispone de fuerzas
suficientes para una ofensiva. Incluso si fuera capaz de concentrar en un mismo
lugar y al mismo tiempo a las tres brigadas de hombres y material que se están
preparando tras la reunión de Ramstein, los aproximadamente 20.000 efectivos no
serían capaces de romper las posiciones defensivas rusas en ningún lugar del
frente.
En
los frentes de Ucrania no ha habido batallas de tanques, como en Kursk,
durante la Segunda Guerra Mundial. El curso de la guerra no depende de los
Leopard, Abrams o Challenger, ni de la cantidad ni de la calidad de los que
envíen.
En
el Tiergarten de Berlín hay un monumento a los soldados soviéticos caídos en la
desnazificación de Alemania. Son dos tanques soviéticos T-34 de la Segunda
Guerra Mundial.
Un
diputado alemán del partido reaccionario AfD (Alternativa para Alemania), Petr
Bystron, lo ha recordado en el Bundestag. “Históricamente a los tanques
alemanes no les ha ido bien contra los tanques rusos en suelo ucraniano”, les
dijo a sus colegas. “Sus abuelos intentaron hacer lo mismo, junto con [los
nazis ucranianos] Melnik, Bandera y sus partidarios”.
“El
resultado fue un inmenso sufrimiento, millones de bajas en ambos bandos y,
finalmente, los tanques rusos vinieron aquí, a Berlín. Dos de esos tanques
permanecen expuestos permanentemente en las cercanías, y hay que tenerlo
presente cuando se pasa junto a ellos cada mañana”, dijo Bystron.
Hasta
los fascistas lo saben: hay muchos monumentos a los tanques soviéticos de la
Segunda Guerra Mundial, pero no hay ninguno a los tanques alemanes.
FUENTE: mpr21.info
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