Rusia revela nuevos participantes de proyectos
estadounidenses de armas biológicas en Ucrania
DIARIO OCTUBRE
/ diciembre 24, 2022
El jefe de las
tropas rusas de defensa biológica, radiológica y química resumió los resultados
de la Conferencia de Revisión de la Novena Convención sobre las Armas
Biológicas y Toxínicas (CABT).
David Pereiras / Shutterstock
El teniente general Ígor Kiríllov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, ha revelado a nuevos participantes de los proyectos estadounidenses de armas biológicas en Ucrania.
Durante la
rueda de prensa dedicada a los resultados de la Novena Conferencia de Revisión
de la Convención
sobre las Armas Biológicas y Toxínicas (CABT), que se
celebró en Ginebra (Suiza) entre el 28 de noviembre y 16 de diciembre, Kiríllov
señaló que “algunos participantes de proyectos cerrados siguen permaneciendo en la sombra, aunque son actores clave en el programa militar-biológico en Ucrania”.
En concreto, se
trata de Kenneth Myers, exdirector de la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa de
EE.UU.; Tara O’Toole, vicepresidenta ejecutiva del fondo de capital riesgo In-Q-Tel, controlado
por la CIA; Thomas Frieden, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
de EE.UU.; Francis Collins, exdirector de los Institutos Nacionales de Salud; y Jeffrey Wadsworth, director
científico y presidente de Investigación Internacional, Desarrollo y Medicina
de la empresa Pfizer, entre otros, detalló el teniente general.
“Hemos
presentado anteriormente materiales que confirman la implicación de Hunter
Biden y su fundación Rosemont Seneca, así como de otras entidades controladas
por el Partido Demócrata estadounidense, en la financiación de importantes
contratistas del Pentágono que operan en Ucrania”, aseveró Kiríllov, agregando
que se demostró “lo
profundo” que Hunter Biden está “involucrado en la
financiación de Metabiota, empresa controlada por el Departamento de Defensa de
EE.UU.”.
EE.UU. bloquea
una serie de iniciativas rusas
Además, durante
la rueda de prensa, el alto oficial denunció que Washington promueve la
creación de un nuevo mecanismo que le permite designar “a su antojo” a los
responsables de incidentes biológicos, mientras bloquea una serie de
iniciativas rusas que buscan reforzar las medidas de control de armas
biológicas.
Kiríllov
recordó que la conferencia transcurrió “sobre el telón de fondo del escándalo
de las actividades
biológico-militares de EE.UU. en el territorio de Ucrania, el brote de gripe porcina H1N1 y la propagación de la peste porcina
africana”.
Durante los
encuentros, detalló el alto cargo militar, Rusia planteó una serie de
iniciativas para reforzar el régimen de no proliferación de armas biológicas,
así como para mejorar las medidas de fomento de la confianza en el marco de la
Convención, que fueron bloqueadas por Occidente.
“EE.UU. declaró
explícitamente que no permitirá formulaciones sobre la importancia de un
protocolo jurídicamente vinculante y de procedimientos de verificación en el
documento final, a pesar de que 120 países se han pronunciado a favor de la
iniciativa”, afirmó el teniente general.
“Una
herramienta más leal y controlable”
Kiríllov reveló
intentos de crear mecanismos alternativos a la CABT. En particular,
explicó que “una organización no gubernamental estadounidense propuso la
creación de un mecanismo conjunto de investigación de incidentes biológicos
bajo los auspicios de la ONU” que, según el diseño de Washington, “llenaría el
vacío existente entre el Mecanismo del Secretario General para la
Investigación del Presunto Empleo de Armas Biológicas y las
investigaciones sanitarias de la Organización Mundial de la Salud”.
Una de las
razones de su creación —argumentó— radica en el hecho de que EE.UU. no está
satisfecho con las conclusiones del grupo de expertos de la OMS sobre las causas de la pandemia de coronavirus.
“Al parecer,
les gustaría disponer de una herramienta más leal y controlable para
investigar los brotes de enfermedades infecciosas”, dijo Kiríllov.
El militar
comparó la actividad del mecanismo propuesto con los principios de trabajo de
los expertos de la Misión Investigadora de la Organización para la Prohibición
de las Armas Químicas.
“En perspectiva, esto proporcionaría al mecanismo un carácter atributivo y
permitiría a los países occidentales ‘nombrar’ a los responsables a su antojo”,
explicó.
Asimismo, el
teniente general comentó que los representantes estadounidenses “se
manifestaron especialmente sensibles a las propuestas de incluir en el
documento final” de la Conferencia los hechos relativos a “las violaciones de los compromisos ante la CABT por
parte de EE.UU. y de Ucrania, particularmente sus actividades
biomilitares en territorio ucraniano”. En este sentido, subrayó que la
intervención rusa “ha llevado a muchos Estados participantes a reflexionar
sobre los riesgos que supone colaborar con Washington en el ámbito
militar-biológico”.
El militar ruso
indicó que el jefe de la delegación estadounidense, Kenneth Ward, se había
negado a responder a las acusaciones de Rusia sobre las violaciones de la CABT,
argumentando que “Moscú nunca ha estado interesada en escuchar las respuestas
de EE.UU. a preguntas concretas sobre los biolaboratorios en Ucrania“; razón por la
que —zanjó Ward— el país norteamericano tiene la intención de “no hacer
más aclaraciones”.
“Preguntas
legítimas a EE.UU. sobre nuevos patógenos”
En sus
comentarios sobre los mecanismos de la CABT y la necesidad de aumentar su
eficacia, Kiríllov mencionó la investigación lanzada por el Partido Republicano
de EE.UU. sobre Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y
Enfermedades Infecciosas y principal asesor médico del presidente Joe Biden.
Como resultado
de la pesquisa, afirmó, “se confirmaron hechos de financiación pública a través
de una organización intermediaria de experimentos para aumentar la patogenicidad de virus, incluidos los coronavirus, cuya incidencia hasta 2019 no estaba muy
extendida”.
“La
investigación descubrió que Fauci mintió abiertamente y ocultó deliberadamente
la participación del Gobierno estadounidense en los programas de investigación.
Al mismo tiempo, se descubrió que había actuado en colusión con ejecutivos de
las redes sociales para manipular a la opinión pública en cuanto a los orígenes
de covid-19”, subrayó.
“Estas
revelaciones plantean preguntas legítimas a los EE.UU. sobre las causas de los
nuevos patógenos causantes de enfermedades humanas y los pormenores de su
propagación pandémica”, acentuó Kiríllov.
FUENTE: actualidad.rt.com
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