Por
la recuperación de la sanidad pública
Publicado el 22 de abril de 2022 / Por Otros medios / kaosenlared
Por
Arturo Borges Álamo
Mientras el Gobierno de coalición
PSOE-UP profundiza en su política neoliberal, la respuesta para la Defensa de
la Salud y la Sanidad Pública deja mucho que desear, en
cuanto a unidad, y por tanto también en cuanto a eficacia para cambiar las
cosas.
Desde hace más de tres
décadas se ha favorecido, desde el Ministerio de Sanidad que marca la pauta y
desde las Consejerías Autonómicas que aplican las competencias, todo un
conjunto de políticas a favor de los sectores con intereses lucrativos en el
terreno sanitario, como mutuas patronales, compañías de seguros privados,
corporaciones médicas, patronal de las clínicas privadas además de la industria
farmacéutica y la de tecnologías sanitarias.
Con la aparición de la
pandemia, el nivel de desmantelamiento sanitario alcanzó su máxima expresión de
impotencia a pesar de lo cual la necesaria mejora no se ha producido y
continuamos arrastrando múltiples deficiencias de todo tipo que han venido motivando
de sobra muchas movilizaciones profesionales y ciudadanas. Sin embargo, cabe
resaltar la dispersión de las mismas e incluso las divisiones existentes, las
contraprogramaciones…que expresan la falta de la necesaria unidad para “golpear
juntas” entre las diversas plataformas, coordinadoras, federaciones,
asociaciones…. y con ello conseguir la máxima eficacia para cambiar el actual
estado de cosas.
En estos momentos, si la
guerra de Ucrania y su manipulación por la OTAN no lo impide, dada la
desviación de sustanciosos fondos económicos al presupuesto militar, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia
“España puede” puede suponer la aplicación de unos 72.000
millones de euros en los próximos tres años, mediante los llamados PERTE o
proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica, con lo
que se fomentará hasta el infinito la privatización de la salud mediante las
“colaboraciones público-privadas”.
Además, se deben encender
todas las alarmas ante el Anteproyecto de Ley presentado por el Ministerio de
Sanidad “para la mejora de la Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema
Nacional de Salud” incorporando literalmente los preceptos de la Ley 15/97, en
cuanto al papel de las empresas privadas, así como otros añadidos sobre los
llamados consorcios sanitarios (colaboración pública-privada), a la Ley General
de Sanidad de 1986 (ley básica de sanidad).
Sería particularmente
lamentable que dándose una más que suficiente coincidencia en análisis y
objetivos sobre los temas señalados, se siguiese dando la situación de división
que señalábamos más arriba. Porque se coincide por los distintos colectivos y
plataformas en rechazar las políticas de privatizaciones y recortes y en la
necesidad de incrementar el nivel de equidad, universalidad y cohesión del
Sistema Sanitario Público.
Se coincide en la necesaria
derogación de la Ley 15/97, para blindar la provisión y gestión pública de los
centros sanitarios financiados públicamente, que ahora el Ministerio de Sanidad
copia textualmente su contenido en el Anteproyecto de Ley para la
mejora de la Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud.
También se puede coincidir
en la necesidad de acabar con la existencia del modelo de aseguramiento paralelo
y mayoritariamente privatizado que suponen las Mutualidades de funcionarios,
que rompe la equidad, y que puede realizarse progresivamente mediante la
incorporación al SNS de todas las personas que ingresen en la función pública,
quedando el resto en el modelo actual a extinguir.
Otro punto de acuerdo puede
ser la disminución paulatina de los copagos actuales, hasta su total
desaparición, para evitar que se perpetúe un mecanismo de financiación que
penaliza a las personas más enfermas y/o con menos recursos económicos.
Y qué decir respecto a
propiciar una industria farmacéutica pública, dado el carácter estratégico para
disponer de capacidad de respuesta en caso de emergencia y en casos de
desabastecimientos. Una empresa pública que haga investigación básica y
aplicada y comercialice el producto, orientada a dar respuesta a los problemas
y demandas de salud de la población.
También, por supuesto, se
coincide en la necesidad de garantizar la universalidad de la atención
sanitaria a aquellas personas que no tienen regularizada su situación en el
Estado español, eliminando trabas administrativas de difícil cumplimiento.
Otro objetivo importante
para la unidad en la acción puede pasar por incluir en la Cartera de Servicios
del SNS la Interrupción Voluntaria del Embarazo (la mayoría se realiza en
centros privados) y el derecho a la Eutanasia (no aplicado por algunas
Comunidades Autónomas con gobiernos de derechas).
Todo lo cual nos debe
llevar sin distinción de siglas, organizaciones o enfoques a la movilización
unitaria para exigir la retirada del citado Anteproyecto de Ley presentado por
el Ministerio de Sanidad y la apertura de un proceso de negociación con las
organizaciones sociales, políticas y profesionales que representan a la
movilización ciudadana, para adoptar medidas de mejora del Sistema de Salud que
se basen en los problemas y necesidades señaladas de la población, reforzando
efectivamente la Sanidad Pública.
¿Será posible lograr esa
unidad de acción con la que derrotar las políticas sanitarias neoliberales que
aquí apuntamos?
¿De verdad seremos capaces
de unirnos por la recuperación de la
Sanidad Pública?
En cuanto
a la Sanidad y la Salud en Canarias, no podemos obviar que en el
año 2010, mediante una amplia movilización unitaria en nuestras islas, se
presentó una ILP en el Parlamento de
Canarias, respaldada por casi
25.000 firmas, que recogía una serie de reivindicaciones que siguen
estando pendientes de abordaje y aun a pesar de que el trámite parlamentario
fue de admisión inicial, por unanimidad, luego se la dejó arrumbada con el
triste récord de ser la propuesta legislativa más antigua en situación de
trámite.
¿Seremos capaces en Canarias de unirnos para exigir que dicha ILP sea útil al pueblo canario?
Arturo
Borges Álamo es médico y secretario de la Asociación para la Defensa de la
Sanidad Pública de Canarias.
https://fadsp.es/recuperacion-sanidad-publica/
Fuente
original: Por la recuperación de la sanidad
pública
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