Un necesario
análisis marxista leninista. Por Alberni Poulot Cumbá
DIARIO
OCTUBRE / enero 20, 2022
Alberni
Poulot Cumbá.— Mis alumnos corroborarán lo difícil
que es llegar a las esencias de la Naturaleza, la Sociedad, el Pensamiento
humano y la red de interrelaciones que se suceden entre ellos.
Solo
el Marxismo-Leninismo, como Ciencia, Filosofía y Teoría, con su método
científico fundamental: el “materialismo dialéctico”, puede ofrecer certeras
respuestas a las complejidades de la vida física, natural, cultural y sus
reflejos en el pensamiento y conducta humanas.
Ninguna
otra ciencia o conjunto de ellas es más abarcadora y precisa para el estudio
riguroso, general y básico (en el sentido de cimiento y no de elemental) de las
problemáticas del pensar, la sociedad, la naturaleza y sus interrelaciones.
Y
no hablo desde mi militancia política e ideológica (que no está ausente), sino
desde mi formación y convicción científicas.
Demostración
de ello es el artículo de Frei Betto, un probado hombre de Fe, que entendió, al
igual que sus cofrades de la Teología de la Liberación, la valía del Marxismo,
y que este, precisamente por ser dialéctico, no riñe con su concepción
cristiana de la vida, del mundo y del Alma.
El
artículo se titula “¿Salvará el capitalismo a la humanidad?”
Algunas
tesis de la teoría marxista-leninista están brillantemente expuestas como
recurso de análisis que permiten al lector llegar a las esencias del enfermo,
enfermizo y pandémico sistema del Capital.
¿Qué
sistema “bueno y sano” puede darse el lujo, de en un mismo año (2021) exhibir
la espeluznante cifra de más de 5 millones de muertos por COVID-19[1] (1,8
millones de muertos en 2020)[2] y 246 millones de contagios por esa
misma enfermedad y, en la misma vitrina anual mostrar inmoralmente que, “…en
pleno auge de la pandemia, la fortuna de las 500 personas más ricas del mundo
creció en más de un billón de dólares… 8,4 billones de dólares… superior al PIB
de cualquier país del mundo, salvo Estados Unidos y China”[3]?
Si
hacemos una operación aritmética comparativa y ubicamos las cifras de muertos y
las cifras de ingresos, llegaremos fácilmente a la nauseabunda conclusión de
que mientras una familia y amistades lamentaron la pérdida de un ser querido
por covid-19, por otro lado, unas pocas familias privilegiadas, celebraban el
ingreso de 1,68 millones de dólares a sus arcas.
En
el 2021 hubo un incremento, con respecto al 2020 de 3,2 millones de muertes más
y a la vez, los súper ricos ingresaron a sus cofres 312 mil 500 millones de
dólares, si lo equiparamos a cada pérdida humana.
Es
brutal la desigualdad social de este enfermo, enfermizo y pandémico sistema.
El
análisis filosófico de Betto, parte de la concepción materialista de la
Historia, donde el papel de las circunstancias históricas (lo ocurrido en
el mundo en el 2021) y de la base económica (real y especulativa en manos de
estos y otros poderosos) determinan el curso de la vida humana y del planeta
(medio ambiente), que dicho sea, de no frenarse su desvarío o que se alinee a
otro sistema alternativo (Socialismo u otro nombre), el capitalismo conducirá a
la especie humana y a otros seres vivos a su autodestrucción.
El
análisis económico revela la vigencia de la Teoría de la Plusvalía (la
acumulación de cada vez mayores riquezas en pocas manos) y su distorsión
especulativa (no siempre fruto del trabajo o la producción real), para explicar
el fenómeno escalofriante del enriquecimiento exponencial de unos pocos, frente
a la depauperación abismal de los muchos y el autoaniquilamiento del propio
sistema capitalista, otrora ingenuo, porque se basaba en la competencia y hoy
en un sistema draconiano, en el que la dictadura tiránica de una plutocracia
avasalla a otros “capitalistas”, arruina a quienes un día lo fueron y aplasta a
toda una Humanidad capitalista, con pocas excepciones rebeldes y disidentes de
la órbita de esa Dictadura.
Es
increíblemente contradictorio (ya analizado por Marx) que un sistema que es
capaz de producir tantos bienes materiales, hasta el punto de desecharlos a los
pocos meses de salidos al mercado, supuestamente por “obsoletos o caducos”,
presente cifras de deterioro social nunca vistas en otras épocas humanas: “De
los 7,9 mil millones de personas que habitan este planeta devastado por el
capital, 857 millones padecen hambre (de la cual 24 000 mueren cada día); 780
millones sobreviven en la miseria (con ingresos de apenas 320 reales al mes);
785 millones no tienen acceso a agua potable; y más de 3 000 millones viven en
la pobreza (con ingresos mensuales de 938 reales como máximo)”[4]
Si
como dice Silvio Rodríguez[5], fuéramos “un tilín mejores y mucho menos
egoístas”, la mitad de las fortunas de estas 500 familias (4.2 billones de
dólares) sería suficiente dinero para haber vacunado gratis al mundo entero con
tres dosis de vacunas y una más de refuerzo, habría desaparecido el hambre, la
miseria, la pobreza y la falta de acceso al agua potable; incluso hasta el
analfabetismo mundial.
Fíjense
si es asombrosamente posible, que al encabezar el Consejo de Seguridad de la
ONU en Nueva York, el 9 de noviembre de 2021 el presidente Andrés Manuel
López Obrador alertó sobre la prevalencia de varios fenómenos como la
corrupción, la desigualdad, la pobreza, la violencia y la migración
descontrolada, ilegal e inhumana.
Con
el propósito de contribuir en la solución de estos conflictos sociales, el
mandatario propuso implementar un Plan Mundial de Fraternidad y
Bienestar para garantizar el derecho a una vida digna a 750
millones de personas que viven en condiciones de pobreza en todo el
mundo.
Los
fondos provendrían de al menos tres fuentes: el cobro a las mil
personas más ricas del planeta de una contribución voluntaria anual
del 4 por ciento de sus fortunas; una aportación similar por parte
de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor
en el mercado mundial y, en tercer lugar, de una cooperación del 0.2
por ciento del PIB de cada uno de los países integrante del Grupo de los 20.
“De
cumplirse esta meta de ingresos, el fondo podría disponer anualmente de
alrededor de un billón de dólares”, apuntó[6].
¿Y
por qué esas diez personas poseen fortunas tan fantásticas?, pregunta el fraile dominico y ofrece una
respuesta histórico-materialista: “Porque vivimos en el sistema
capitalista, que instauró la naturalización de la desigualdad social, la
convicción de que la naturaleza existe para ser explotada, la creencia en que
todos son libres para ascender de la pobreza a la riqueza (la meritocracia), el
poder de dictar leyes y monitorear gobernantes y, como explica Max Weber, el
precepto de que poseer una fortuna es señal de la bendición de Dios…”[7].
Esta
explicación tiene sus raíces en lo que el Marxismo hace casi 150 años denominó,
como enajenación capitalista y que después el propio Marx, en una obra,
empolvada por el diversionismo ideológico, el macartismo burgués y también por
la pereza intelectual de cierta Izquierda revolucionaria, dejó sentada la razón
histórica e ideológica de fenómenos como esos: “Las ideas de la
clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros
términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al
mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su
disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo
tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan,
al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios
necesarios para producir espiritualmente”[8]. Esto explica, por sí
solo y en sobremanera, las razones que expone como respuestas a la interrogante
problémica anteriormente expuesta:
El
último análisis marxista queda con la inteligente invitación a que extraigamos
nuestras propias conclusiones, sobre si aceptaremos o no este brutal sistema
que se hunde y nos hunde en su abismo, o si nos rebelamos (lucha de clases,
revolución social, toma del poder político del “pobretariado”) y construimos un
sistema más justo, humano, solidario y que base su prosperidad en sostenible
armonía con el medio ambiente.
Por
favor, leamos el artículo y sembremos conciencia. Como nos enseñó el Marxismo-Leninismo,
de lo que se trata no es de contemplar ni contentarnos con interpretar el
mundo, de lo que se trata es de transformarlo.
Notas:
[1] https://elpais.com/sociedad/2020-12-30/2020-18-millones-de-muertos-por-covid-en-todo-el-mundo.html
[2] https://www.dw.com/es/el-mundo-supera-oficialmente-los-5-millones-de-muertes-por-covid-19/a-59684602
[3] Frei Beto ¿Salvará el capitalismo a la
humanidad? Frei Betto | internet@granma.cu 12
de enero de 2022 20:01:57
[4] Ídem.
[5] Silvio Rodríguez Domínguez (San Antonio de los Baños; 29 de noviembre de
1946) es un cantautor, guitarrista y poeta cubano,
exponente característico de la música de su país surgida con la Revolución cubana, conocida como la Nueva
Trova, que comparte con otros reconocidos cantautores tales
como Pablo Milanés, Noel
Nicola y Vicente Feliú
[6] https://lopezobrador.org.mx/2021/11/09/presidente-propone-a-la-onu-aplicar-plan-mundial-de-fraternidad-y-bienestar-para-revertir-la-pobreza-global-2/
[7] Ídem.
[8] Carlos Marx. La ideología Alemana. P. 50.
https://www.ugr.es/~lsaez/blog/textos/ideologia/ideologiaalemana.pdf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario