Renovables, ¿no, gracias?
Por Gustavo Duch
Rebelión
Fuentes: PalabreAndo
04.03.2021
En años
recientes, y más aún en los últimos meses, la aparición de muchos (y grandes)
proyectos de instalación de parques eólicos y solares en el territorio está
generando la aparición de muchas protestas e impugnaciones desde el mundo
rural. La razón es simple: como en otras muchas ocasiones, estas comunidades
sienten cómo se les imponen decisiones sin su participación cuando serán ellas
las que sufrirán las afectaciones. Pero, ¿qué otros ángulos debemos incluir en
este debate?
Renovable, el recurso o la tecnología
Cuando se habla
de un recurso renovable está claro a lo que nos referimos. Mientras el petróleo
es un bien finito que tarde o temprano se agotará, el Sol, el viento o las
mareas, inclusive la energía geotérmica, son fuentes energéticas que pueden
perdurar. Quemar petróleo, además, supone emisión de gases con efecto
invernadero con impactos cada vez más complejos y destructores, tanto que la
Agencia Internacional de la Energía, ya hace algunos años, recomendó dejar en
el subsuelo las dos terceras partes de las reservas conocidas de todos los
combustibles fósiles. Por todo ello, hay un consenso social en la
necesidad de dejar de consumir petróleo.
Pero esta
situación se complejiza cuando analizamos la tecnología y funcionamiento de las
actuales formas de aprovechamiento de la energía del Sol y del viento. Las
placas solares y los molinos de viento que redibujan nuestros paisajes esconden
en su interior la necesidad de unos materiales minerales que, como el petróleo,
también son finitos. En algunos casos, son minerales tan escasos que se
incluyen en una categoría conocida como ‘tierras raras’. De hecho, no solo
la mecánica para extraer la energía depende de minerales finitos, el transporte
de la electricidad con la que querremos cargar nuestros coches eléctricos
significan muchos kilómetros de cobre. Y como son tantos, y como parece
que serán muchos más, la pregunta es doble ¿cuánto cobre está disponible y cuál
es el impacto que provoca su extracción?
Minerales importados
En este sentido
las campañas de muchas entidades para darnos a conocer el origen
del coltán que utilizan todos nuestros teléfonos móviles nos abren
los ojos. El cobalto que se requiere en estas tecnologías se
encuentra en el Congo. Muy buena parte del cobre en Perú y Chile.
El litio de las baterías para almacenar la energía conseguida, en
Bolivia, Chile, Argentina y parece que en breve en Portugal. Y esos minerales
con nombres complicados de recordar son procesados mayoritariamente en China.
En todos estos
lugares, la acelerada extracción minera que supone abastecer a esta
industria y sus usos, provoca graves problemas por contaminación directa
de la tierra, agua y aire de la zona, requiere de un uso excesivo de agua
que limita otros usos más esenciales como el de boca o el agrícola y genera
graves problemas sociales como desplazamientos forzados de comunidades,
enfermedades por toda la toxicidad mencionada o verdaderos conflictos
bélicos para el control de estos recursos.
Otro ejemplo aún más desconocido
Es paradójico
conocer que para construir molinos de viento “verdes” se deforeste la
selva amazónica del Ecuador. Las palas del rotor de los molinos “están
hechas en su mayoría de plástico reforzado con fibra de vidrio y madera de
balsa unida con resina epoxi o poliéster”, dice Peter Meinlschmidt, director
del Instituto Fraunhofer de Investigación de la Madera,
Wilhelm-Klauditz-Institut, WKI, en Brunswick.
La balsa es un
árbol que crece en los bosques tropicales y en la actualidad, como denuncia la
población indígena de Ecuador, está siendo explotada en grandes cantidades por
capitales extranjeros, sobre todo chinos. Y aunque es un árbol que crece con
rapidez, más rápida es la demanda del material lo que, finalmente, provoca
altas tasas de deforestación de la selva y pone en peligro el clima y la vida
sostenible (ellas sí) de estas comunidades. Te puede interesar
Lo más importante es el uso
Sin minimizar
la importancia de qué energéticos se utilizan y se consumen, cómo se los
explota y procesa, así como quién controla la generación de energía, es
trascendental pensar para qué se emplea la energía. Si yo uso unos pocos
decilitros de gasolina para mi motosierra, ¿hago un uso poco ecológico? Si con
ella puedo hacer leña para pasar el invierno, está claro que no. Mayor atención
debería de ponerse en este punto pero las administraciones lo ignoran
¿Necesitamos talar árboles para disponer en casa de un aspirador eléctrico
cuando existen las escobas? ¿Necesitamos consumir petróleo para importar comida
que podemos producir en nuestras tierras?
(en català)
Fuente: https://gustavoduch.wordpress.com/2021/03/03/renovables-no-gracias/
*++
No hay comentarios:
Publicar un comentario