sábado, 5 de septiembre de 2020

¡Pues claro que se trata de voluntad política! Lo mismo que el tener unas pensiones dignas para el que se ha pasado toda su vida trabajando; lo mismo que el que cada persona tenga una vivienda digna, especialmente cuando todavía existen cientos de miles de viviendas vacías; lo mismo que las leyes que mantienen los paraísos fiscales; lo mismo que el que haya robado a las arcas públicas no devuelva siete millones por cada céntimo robado; lo mismo que el que no vaya directamente a la cárcel a toda aquellas persona que haya hecho posible que a la mercantil criminal de la sanidad privada llegue un céntimo cuando faltan medios sanitarios públicos, ETCÉTERA, ETCÉTERA Y ETCÉTERA. Pero claro, la voluntad política no nace espontáneamente en el árbol de la voluntad política que, tiqui, taca, tiqui, taca, va cayendo, va cayendo algodonalmente envuelta en salsa de langostinos tigres para llegar y chuparse los dedos. La voluntad política se le tiene que imponer a los dirigentes políticos como mandato sin trampa, cartón, gilipolleces semánticas ni verduleras (léase mierda para entendernos mejor) representativas, nacida de la voluntad consciente de inmensa mayoría de la población de la población, donde estamos incluidos los trabajadores. Pero claro, esto tampoco cae por que sí del árbol de las caídas de los mandato populares. Esto también hay que crearlo. En fin, que no quiero marearlo, mi querido lector, que como no empiece usted antes de exigirme a mí que por dónde empieza la solución a este barullo, no perdamos más tiempo cantando la canción de Resistiré ni la de Manolo Escobar de haber quién le robó el carro, y comencemos con esta otra canción que es más mejor: desde que te vi con la pata de palo, dije para mí, malo, malo, malo, malo.

 

CGT explica que la inversión estatal de 20’9 millones en el ‘Proyecto iSAR’ demuestra que el refuerzo de la flota de Sasemar es cuestión de “voluntad política”

 


 Diario Octubre / 05.09.202

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CGT considera vergonzoso que desde 2012 no se contrate tripulaciones, manteniéndose a los efectivos como “personal a extinguir” y mientras se dedican partidas económicas en aspectos triviales

Desde el sector de Mar y Puertos de la Confederación General del Trabajo (CGT) han emitido un nuevo comunicado valorando la última decisión de inversión que el Gobierno del Estado español ha realizado en Sasemar para “mejorar la eficacia de los servicios prestados” gracias a la incorporación de “tecnología de última generación” en las tareas de salvamento y lucha contra la contaminación.

En concreto, el “Proyecto iSAR” -que ha sido pactado entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, del que depende Salvamento Marítimo, y el Ministerio de Ciencia e Innovación-, comenzará a funcionar en el archipiélago canario, y tendrá una financiación de casi 21 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Según se ha podido conocer en la presentación de dicho programa, el objetivo que se persigue con esta apuesta es la consolidación de la posición de Salvamento Marítimo como “organismo de referencia a nivel internacional” a través de herramientas tecnológicas, como “sensores inteligentes” o el desarrollo de “nuevas plataformas aéreas no tripuladas”.

Desde CGT valoran cualquier inversión en este servicio público positivamente pero siempre que la misma vaya destinada a paliar carencias urgentes, como es el refuerzo de las plantillas que componen la flota de Salvamento Marítimo. En este sentido, la organización anarcosindicalista lleva años denunciando la falta de personal a bordo de los barcos de rescate y lucha contra la contaminación, una realidad que viven a diario las tripulaciones y que se traduce en más precariedad y explotación laboral para quienes están haciendo posible un servicio público esencial.

Por último, desde CGT han declarado que este tipo de actuaciones dejan claro, una vez más, que los problemas relacionados con la precariedad y la explotación laboral que se derivan precisamente por la falta de inversiones estatales en los servicios públicos, podrían aliviarse con un poco de voluntad política por parte de quienes van rotando en los asientos de los parlamentos democráticos.

CGT insiste en que continuará exigiendo más medios humanos para Salvamento Marítimo y defendiendo la naturaleza civil del ente, referente mundial precisamente por quienes lo hacen funcionar cada día.

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