El hostigamiento a Iglesias
y Montero, nuevo capítulo de la impunidad de la ultraderecha
- Durante más de tres meses, grupos de
ultraderechistas se concentran en las inmediaciones del domicilio
particular
- Yolanda Díaz, María Eugenia Rodríguez Palop,
Juan Carlos Monedero, cargos públicos de IU... también han sufrido este
tipo de acoso
- Urbán: "La impunidad actual hace que
puedan dar pasos más allá"
Sato Díaz
Cuartopoder.es
19.08.2020
Concentración instigada por la ultraderecha en el domicilio de Iglesias
y Montero. / Twitter.com
Esta semana, el vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo
Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, interrumpían sus vacaciones
en Asturias. Se hospedaban en una casa familiar del diputado y secretario
general del PCE, Enrique Santiago, en el municipio de Felgueras, en el valle
del Lena. La ubicación del domicilio se difundió por redes sociales, animando a
acudir a la misma a mostrar repulsa contra los dos integrantes del Gobierno.
Pronto aparecieron las pintadas en las proximidades, insultos y las
amenazas en las redes. Iglesias y Montero ponían fin a su estancia
vacacional este lunes y regresaban a Madrid. Cuando llegaban a su domicilio, de
nuevo, manifestantes en su puerta. Ayer, martes, otra vez.
Durante más de tres meses, grupos de ultraderechistas se
concentran en las inmediaciones del domicilio particular del vicepresidente y
la ministra. Los gritos se escuchan desde el interior de la casa, donde
viven también sus tres hijos pequeños. A pesar de la constante presencia de
agentes, esta no evita que se aproximen a la propiedad privada. Cargos públicos
de Vox han animado al acoso en el entorno de la vivienda.
El pasado mes de julio, la jueza del Juzgado de Instrucción y Primera
Instancia número 4 de Collado Villaba archivaba la querella que había
interpuesto Montero contra Cristina Gómez Carvajal, edil de Vox en Galapagar,
por coacciones y acoso diario tanto en las proximidades de su domicilio como en
las redes sociales. La ministra de Igualdad recurría después ante la Audiencia
Provincial de Madrid. La formación de Santiago Abascal anunció que iba a
expedientar a la edil por sus comentarios en redes sociales.
En el mismo sentido, Iglesias se querellaba contra Miguel Ángel
Frontera, uno de los instigadores de las protestas en su domicilio, por los
delitos de coacciones, acoso, descubrimiento y revelación de secretos,
desobediencia a la autoridad, alteración del orden público y contra los recursos
naturales y el medio ambiente. Este individuo, según se recogía en la querella
presentada por el vicepresidente, habría llegado a subirse a la valla del
domicilio para grabar su interior. La querella fue archivada también, según
indican fuentes de Podemos. Se han presentado más denuncias por este asunto.
El vicepresidente Iglesias publicaba ayer en redes sociales un
comunicado en el que reconocía: “Lo que hace a nuestra familia la extrema
derecha y ciertos medios es grave, pero hay que poner cada cosa en su
contexto. Hay gente que ha pagado con su libertad, con su vida o con
torturas defender sus ideas y hacer política. No es nuestro caso”. “No
hay derecho a que mis hijos tengan que sufrir las consecuencias del compromiso
y las tareas políticas de sus padres, pero hay millares de niños en situaciones
mucho más vulnerables. No va conmigo el victimismo”, continuaba.
“Su odio y sus amenazas no frenarán nuestro trabajo”, aseguraba
Iglesias, prosiguiendo: “El ejemplo de la gente corriente, honesta y valiente
que no tiene miedo al fascismo es, para nosotros, la mayor motivación para
seguir”. También Montero escribía en redes sociales, agradeciendo a quienes han
mostrado su solidaridad con la familia estos días. “La extrema derecha y sus
medios saben que solo con miedo y odio pueden frenar el avance de la democracia
y los derechos sociales. Su agresividad es su debilidad”, publicaba la
ministra. “No perdemos la perspectiva y seguimos cumpliendo nuestra tarea. Los
avances sociales y democráticos siempre tienen enemigos. Frente al
odio: justicia social y democracia”, concluía.
El acoso a políticos de Unidas Podemos durante este verano no culmina
con el capítulo de Iglesias y Montero. El pasado 24 de julio, la ministra de
Trabajo, Yolanda Díaz, participaba en un acto en Toledo. Al salir, un grupo de
manifestantes insultaba y golpeaba el vehículo en el que se desplazaba la
integrante del Gobierno de España. “Roja de mierda”, “golfa” e “hija de
puta” fueron algunos de los improperios que le lanzaron a la
componente del Consejo de Ministros.
Un día después, el 25 del mes pasado, la eurodiputada de Podemos, María
Eugenia Rodríguez Palop y el exdirigente morado, Juan Carlos Monedero, eran
objeto de insultos y amenazas en un establecimiento en San Lúcar de Barrameda,
en la provincia de Cádiz. En IU, tal y como contaba cuartopoder,
ven con preocupación el aumento de agresiones, ataques y amenazas a sus
militantes en los últimos meses.
Urbán: "La impunidad actual hace que puedan dar pasos más
allá"
El eurodiputado de Anticapitalistas, Miguel Urbán, publicaba el año pasado el libro La Emergencia
de Vox, en el que analiza el recorrido de la ultraderecha en
España tras la muerte del dictador, así como la comparación de este fenómeno en
otros países europeos. Le preguntamos por la situación actual en España y el
acoso a dirigentes y activistas de izquierdas. “En España hay una notable
impunidad con la extrema derecha, una impunidad que está muy vinculada con
la impunidad a la dictadura y sus crímenes”, considera el eurodiputado.
La situación que viven Iglesias y Montero, según Urbán, “no sería
pensable en ningún otro país europeo”, así como “tampoco sería pensable
que pasara eso en España con una familia del PSOE, del PP o de la extrema
derecha”. “Se les ataca por sus ideas y actividad política”, afirma, y
advierte de que “se está generando una impunidad muy peligrosa porque va a
alentar estas actitudes de acoso”. “La impunidad actual hace que puedan dar pasos
más allá. Hay que cortar esto”, declara.
“En España, hay un incipiente terrorismo ultraderechista”, analiza,
poniendo como ejemplo el que “en Miranda de Ebro se encontrara hace poco a un
ultra con un arsenal de armas” o que “se hayan cometido dos atentados
contra centros de menores no acompañados después de campañas de señalamiento de
Vox”. “Hay un incremento de un terrorismo de baja intensidad en España,
previo a lo que podrían ser atentados de mayor envergadura”, advierte.
Y recuerda que a nivel internacional, “el
terrorismo ultraderechista es de los que más actividad mantienen”. Pone como
ejemplos el que en Estados Unidos el FBI lo considere como una amenaza
terrorista o a países europeos como Alemania, “donde ha habido diferentes
atentados contra políticos o personas migrantes en los últimos años”, o Italia.
Recuerda que Ucrania y el conflicto bélico en este país es escuela para grupos
paramilitares internacionales y que “existe una relación directa entre el aumento
del apoyo electoral a la ultraderecha y el aumento de la propia
incidencia de la actividad de este tipo de terrorismo”.
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