El único camino es la
organización con perspectiva anticapitalista
El desempleo azota a la clase trabajadora
Fuentes: Rebelión
27.08.2020
Ya son más
de 2.600.000 trabajadores y trabajadoras quienes han perdido el trabajo o no
han encontrado alguno durante la actual crisis capitalista que se desarrolla
desde hace más de una década a escala global y que hoy es profundizada por la
pandemia del coronavirus y que nos ha golpeado duro como clase trabajadora.
Hace meses
los organismos representantes del imperialismo y que dictan las políticas
globales y actúan como gendarmes protegiendo los intereses del capital
monopólico han adelantado el negro escenario por el cual atraviesa la fuerza de
trabajo a nivel mundial y que desde luego también las y los trabajadores en
nuestro país.
Desde la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya adelantaron dos
escenarios, uno de ellos contempla un segundo brote de contagios y nuevos
confinamientos y cuarentenas antes de que finalice el 2020; en este escenario
la actividad económica a escala global se desplomaría un 7,6% y la tasa de
desempleo OCDE llegaría a un 10%. A su vez, la Organización Internacional del
Trabajo, OIT y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL a
través de la Nota Técnica N°1 declara que el PIB de la región (América latina y
el Caribe) tendrá este año un decrecimiento del 5.3% y que se producirá un
aumento del desempleo con 11.5 millones de nuevos desempleados. Esto produciría
un aumento de la pobreza en 28.7 millones de personas y la pobreza extrema en
15.9 millones. Además, se prevé que la disminución de horas de trabajo a causa
de la crisis capitalista y la pandemia es equiparable a la pérdida de 305
millones de puestos de trabajo en tiempo completo.
En el caso
de Chile, los datos entregados por el Gobierno a través del INE y por
diferentes centros de estudio de la Universidad de Chile y Universidad
Católica, grafican en parte la catástrofe que vivimos y que de acuerdo a los
propios anuncios del gobierno de Piñera y sus ministros no tiene pronta
solución, por el contrario la promesa de generación de unos cuantos miles de
empleos no es comparable a las verdaderas necesidades de trabajo de cerca de 3
millones de trabajadores y trabajadoras cesantes.
El Instituto
Nacional de Estadísticas (INE) informo que el desempleo subió al 12,2% en el
trimestre abril-junio y anotó nuevamente su nivel más alto en la última década;
En la Región Metropolitana, la tasa de desocupación del trimestre abril-junio
de 2020 fue 12,8%, registrando un alza de 5,4% en doce meses.
La población
fuera de la fuerza de trabajo se expandió 31,6%, influida por personas que en
su mayoría no estaban buscando un empleo, pero estaban disponibles para
trabajar, conformando la denominada fuerza de trabajo potencial, y por los
inactivos habituales.
Por otro
lado, la Ley de Protección al Empleo, (ocupados ausentes), que representaron el
18,1% del total de ocupados, equivale a 801.800 trabajadores y trabajadoras,
las cuales de acuerdo a las propias de declaraciones de los carteles empresariales
serán despedidos luego del término de la aplicación de esta ley.
La reducción
de los ocupados, impactó fuertemente en los sectores como el comercio (-24,0%),
construcción (-30,6%), alojamiento y servicio de comidas (-48,5%).
La tasa de
ocupación informal alcanzó 22,3%; Según sector económico, el descenso de los
ocupados informales se observa, principalmente en el comercio (-38,3%) y
alojamiento y servicio de comidas (-62,3%).
El estudio
Empleo-Covid19 del Centro de Encuestas UC reveló que más de 2,1 millones de
puestos de trabajo se han perdido en los últimos meses debido a la crisis
económica y la emergencia sanitaria.
El sondeo
muestra que a fines de junio existía un total de 6.793.000 personas ocupadas,
lo que representa un 24% menos de lo que había hace 12 meses. Lo anterior
significa que se ha perdido uno de cada cuatro empleos en el país desde el
inicio de la crisis sanitaria.
Con esto, la
tasa de empleo, es decir, la cantidad de personas ocupadas dentro del total de
la población en edad de trabajar, llegó a un 43%. Por primera vez desde los
registros que parten en 1986, la cantidad de personas en el mercado laboral es
menor a las personas en edad de trabajar que están fuera del mercado.
La tasa de
desempleo para fines de junio de acuerdo a este instrumento es de 11,5%, tres
décimas porcentuales sobre lo informado en mayo. En tanto, la mayor
desocupación se encuentra en el segmento etario de entre 15 y 24 años, donde el
25,4% está desempleado.
Por otro
lado, el Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios de la
Universidad de Chile, (Encuesta de Ocupación y Desocupación, EOD), la que
reveló que el desempleo en el Gran Santiago llegó a un 14,1% en el mes de
junio. Los sectores más afectados por la cesantía, que registra niveles históricos
en el mes de junio, son la construcción (28,8%), la industria manufacturera
(14,8%) y el comercio (13,6%).
Esta tasa
equivale a 436.308 personas desocupadas en la capital. Esta cifra se encuentra
sobre el promedio de los últimos 20 años (9,5%) y de los últimos 10 años
(7,6%).
En este
escenario, también aumentó la cantidad de personas que se restan del mercado
laboral, por lo tanto, disminuyó la tasa de participación que en 12 meses pasó
de 63,1% a 54,3%.
El estudio
contabilizó 2.612.000 personas inactivas, de las cuales 400 mil no buscaron
empleo debido a la pandemia, a pesar de que estaban disponibles para trabajar,
que probablemente fue por el cuidado de hijos e hijas.
Como
Asociación Intersindical de Trabajadoras y Trabajadores Clasistas, AIT, rechazamos
que seamos las y los propios trabajadores con nuestros recursos y ahorros los
que financiemos nuestras miserias, por otro lado, requerimos medidas que
beneficien directamente a nuestra clase y no a los grandes empresarios como lo
ha hecho hasta la fecha el gobierno patronal. Exigimos que el estado y la
burguesía nacional e imperialista generen las condiciones materiales para
primero que todo suspender los despidos, reincorporar a las y los trabajadores
desvinculados durante este periodo y además a quienes se les ha implementado la
ley de protección al empleo.
Por otro
lado, exigir la realización de inversiones para el empleo, en la línea de la
generación de trabajos productivos y que, además, permitan incorporar en
condiciones dignas de trabajo y protección social a todas y todos los
trabajadores cesantes, contemplando un sueldo mínimo de $500.000, un sistema de
seguridad social solidario que contemple pensión, salud y salud laboral, la
condonación de deudas de cuentas por servicios básicos, vivienda y educación,
entre otros.
Las y los
trabajadores cesantes se deben organizar a través de sindicatos y comités de
cesantes y de forma colectiva movilizarse por demandar puestos de trabajo en
condiciones dignas y con sueldos decentes que permitan sortear de mejor manera
la crisis del capitalismo y así en conjunto con otras organizaciones de
trabajadores y trabajadores luchar por Pan, Trabajo, Salud y Techo.
¡¡¡Que la
crisis la paguen los ricos!!!
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