La lucha de los jubilados, es la lucha de todos
Los jubilados
son muy a menudo uno de los colectivos más castigados de este sistema. Vemos
como después de haber estado toda una vida trabajando, muchas veces en
condiciones inhumanas, se les recortan muchos derechos y libertades: recortan
en sanidad pública, los sacan de sus casas, como ya vimos en el caso de Cinto, o directamente
les recortan las pensiones.
Durante estos
ya casi dos meses de confinamiento hemos ido viendo de forma muy recurrente
noticias sobre la vergonzosa situación en las residencias de ancianos. Un caso
muy reciente es el de una residencia de Premià de Mar donde se han
registrado veinticuatro muertos y cerca de ciento ochenta positivos por
coronavirus sobre los doscientos abuelos residentes, es decir, un 90%. Pero lo
más grave de todo esto es que tampoco nos tiene que sorprender puesto que los
trabajadores de las residencias llevan desde el inicio denunciando las
condiciones higiénicas.
Según otra noticia de RTVE en España
han muerto 17.370 abuelos en residencias por la Covid-19 o con síntomas. Esto
significa que los muertos en las residencias de ancianos equivalen a casi el
70% del total, una cifra muy preocupante.
Alguien podría
decir que estas cifras no son por nada extraordinarias y que ya era de esperar
que las muertes por coronavirus en las franjas de edades más grandes fueran más
elevadas. Si bien es cierto que el coronavirus afecta más a las personas con un
sistema inmunológico más débil, también hay que decir que entonces se tendrían
que haber tomado desde el inicio medias más drásticas en estos centros. El caso
es que no se tomaron ni medidas drásticas ni casi ningún tipo de medidas en
muchos centros, como así lo indican las 38 investigaciones penales abiertas a
residencias.
Pero a toda
esta situación hay que sumarle qué es lo que les depara el futuro a estas
generaciones. Cada vez más medios de comunicación empiezan a hablar de las
consecuencias que tendrá esta crisis económica y es muy frecuente ver noticias
como esta de La Razón en la que
explica como el gobierno estudia un fuerte recorte en las pensiones. Este
comportamiento miserable por parte del “gobierno progresista” no
nos tiene que extrañar nada, puesto que este es el verdadero carácter de la
socialdemocracia, ¡este es el verdadero carácter del capitalismo! Lo que con
una mano ceden para amansar en la clase trabajadora te lo sacan con la otro
mano. Mientras hablan de un ingreso mínimo vital, siguen al servicio del gran capital Financiero,
mientras se llenan de discursos de democracia y libertad el día que muere Billy el niño, forman
gobierno con un torturador como Marlaska y condecoran a los policías que reprimieron el 1-O.
Hace falta que
nos preguntamos, entonces, qué es lo que nos lleva a ver los jubilados como una
carga, como un gasto. Y para encontrar una respuesta clara hay que ir a las
raíces del modo de producción. Cualquier persona que se haya interesado mínimamente
por el funcionamiento de la economía y de las empresas en el marco actual,
sabrá que los trabajadores no son más que una máquina o una parcela de tierra.
¿Qué podemos esperar de un sistema que trata a las personas como un factor más
en el proceso productivo? Y por tanto, ¿qué podemos esperar de un sistema que
cuando dejamos de ser eficientes para aumentar el capital de unos pocos se
desentiende de nosotros?
La sensación
constante de las personas mayores de ser una carga es un síntoma más de que el
capitalismo es criminal. Todas las mejoras que presuma aportar la
socialdemocracia, no son ni mucho menos el máximo al que tenemos que aspirar.
Esta sensación constante que tienen no es ex nihilo, sino que
proviene justamente de que se los trata como una carga.
Así pues, la
lucha de los jubilados es y tiene que ser nuestra lucha, la lucha de la clase
trabajadora y de los estudiantes, puesto que es la lucha por nuestro futuro y
del futuro de los que nos rodean. Del mismo modo, la lucha de los jubilados no
puede ser otra que la lucha por el socialismo, pues es la única manera que se
los trate como es debido. Dentro del capitalismo no podemos aspirar a que se
nos trate como personas, y por tanto a desarrollarnos como tal. Es por eso que
desde el Partit Comunista Obrer de Catalunya (PCOC), llamamos a fortalecer esta
lucha y a elevarla a una cuestión de clase, uniendo esta lucha y todas las
demás en una sola lucha de clases, en defensa de la clase trabajadora y de
todos los colectivos golpeados por el capitalismo.
¡La lucha por
el socialismo es la lucha por nuestro futuro!
¡Por la unión
de las clases populares!
Barcelona, 10
de mayo de 2020
Célula Joan
Comorera de Barcelona. Partit Comunista Obrer de Catalunya (PCOC)
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