Tampoco en Austria aparece la pandemia por ninguna
parte, según un estudio de la Universidad de Viena
Un estudio
realizado por la Universidad Médica de Viena concluye que no ha habido ningún
cambio en el perfil de muertes por coronavirus y que los índices de mortalidad
son normales.
Martin Posch,
del Centro de Estadísticas Médicas MedUni de Viena, ha analizado el número de
muertos imputados al coronavirus en Austria, que está por debajo de los 300,
así como su distribución por edad y sexo.
El estudio no
advierte ningún cambio en la curva de víctimas de coronavirus con respecto a
otros años y los índices de mortalidad también son los habituales, tanto en
hombres como en mujeres y en los diferentes grupos de edad.
Los científicos
basan su análisis en 112 muertes imputadas al coronavirus que se registraron en
el sistema de notificación epidemiológica del Ministerio de Salud hasta el 31
de marzo, de un total de 118 víctimas de coronavirus en esa fecha.
Basándose en la
distribución por edad y sexo, Posch concluye que la mayoría de los fallecidos
se encuentran en los grupos de edad entre 61 y 70 años (hombres) y entre 71 y
80 años (mujeres).
Si se comparan
esas cifras con las tablas de esperanza de vida normal de la población
austríaca, el coronavirus muestra que las tasas de mortalidad de hombres y
mujeres no son significativamente diferentes entre sí. El riesgo de muerte de
los hombres sigue siendo mayor que el de las mujeres hasta la vejez y sólo se
acerca al de las mujeres al final de la curva.
Comparando este
riesgo de mortalidad por coronavirus con las anteriores tasas de mortalidad, se
observa que las curvas son casi paralelas. Esto sugiere que el riesgo de morir
con el coronavirus es esencialmente proporcional al riesgo normal para el grupo
de edad en cuestión y la vulnerabilidad al riesgo en relación con la edad es,
por lo tanto, similar.
En Austria
también es muy difícil estimar la tasa de mortalidad del número total de
personas infectadas por coronavirus porque depende del número de pruebas y del
número de infecciones que no se han denunciado. Sin embargo, el número estimado
de casos no detectados puede dar lugar a una sobreestimación de la tasa de
mortalidad y probablemente explica algunas de las diferencias en las tasas de
mortalidad observadas en los distintos países.
Al igual que
otros epidemiólogos, a falta de datos fiables, Posch recurre al caso del
crucero Diamond Princess, donde se hicieron pruebas a todos los pasajeros,
observando una tasa de mortalidad del 1,5 por ciento y donde 11 de 712 dieron
positivo.
Las
estadísticas disponibles hasta la fecha no responden a la pregunta de si el
riesgo de morir a causa del coronavirus es adicional o si estas personas
habrían muerto en cualquier caso durante ese año de vida. No se sabe cuántos
años de vida se pierden en promedio debido a una infección por coronavirus. Sin
embargo, dado que se ven afectadas muchas personas gravemente enfermas cuya
esperanza de vida ya se ha reducido, parece claro que el efecto adicional sobre
la esperanza de vida en general será menor de lo que podría deducirse sólo de
las tasas de mortalidad.
Aunque los
informes de Suiza e Italia indican actualmente que en algunas regiones las
tasas de mortalidad en el pasado reciente han sido más altas que el promedio a
largo plazo, aunque no es posible hacer declaraciones claras al respecto. “La
medida en que las muertes afectan realmente a todos los que habrían muerto este
año, incluso sin el coronavirus, probablemente aparecerá en las estadísticas
anuales”, concluye Posch.
https://www.vienna.at/analyse-zeigt-coronavirus-opferkurve-entspricht-normaler-mortalitaet/6581246
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