Pandemia
COVID-19: Total Control
¿Los gobiernos y Medios nos han sobrealarmado o hay
algo más atrás de todo esto?
Por: Níkolas Stolpkin
Si bien la amenaza puede perfectamente ser real, ¿es
necesario tanto alboroto? Día a día nuestros pueblos son bombardeados a través
de los Medios de Comunicación con la pandemia del momento: COVID-19. La OMS
pareciera regir de director de orquesta y los países con «independencia»
ejecutan fielmente sus movimientos: Fase 1, Fase 2, Fase 3, Fase 4….
Pareciera ser que el fin no es protegernos de una
supuesta pandemia, sino de controlarnos y ahogarnos en el miedo. Y es que pareciera
que lo disfrutaran, sin pensar en las graves consecuencias sociales que podría
acarrear (hambre, suicidios, saqueos, etc.), de proseguir todo esto. ¿Desde
cuándo les ha preocupado tanto nuestra salud?
«Quédate en casa», nos dicen. Como si fuera tan
sencillo. El alquiler, las cuentas de la luz, agua, gas, internet… ¿acaso ellos
nos lo habrán de pagar? Y nos venden aquello del «teletrabajo», como si todos
tuvieran el privilegio de poder trabajar en casa.
Lo curioso es que los grandes capitalistas no han
dejado de funcionar y producir. ¿»Quédate en casa»?
Mientras nos mantienen aislados, privados de libertad
y ahogados en el miedo por una supuesta pandemia, las clases dominantes
parecieran preparar el terreno que de otra forma nunca podrían haber tenido
respuesta tan favorable como ahora.
La libertad convertida en «amenaza» y la obediencia en
«responsabilidad». Todos «bajo sospecha». Todos bajo «reclusión domiciliaria».
¿La «nueva normalidad»?
Si pudiéramos hacer memoria, a finales del siglo XX se
nos alarmó con la pandemia del VIH/SIDA. Nos hablaban del avance de
contagiados, de muertos y que debíamos protegernos, al no existir una vacuna.
Se nos incrustó en las cabezas de que para las relaciones sexuales debíamos
usar preservativos para no contagiarnos. Sin embargo, a pesar de la amenaza y
su avance, nunca se dejó de trabajar y la economía siguió su curso. Y hasta el
día de hoy existe dicha amenaza (alrededor de 37 millones de contagiados
actualmente), sólo que se dejó de alarmar a la población. Pero…
¿vemos hoy afuera de los moteles «cordones sanitarios» para prevenir el VIH?
¿Se detienen a las parejas en la calle para hacerles control y saber si una de
ellas pudiera ser portador de VIH? ¿Se han cerrado fronteras para detener el
avance del VIH?
A diferencia del VIH/SIDA, la actual pandemia COVID-19
pareciera ser la primera amenaza mundial, de su índole, en haber cruzado la
línea de lo político-económico-militar, algo que siempre fue manejado
preferentemente desde el ámbito de la salud. Ya el mundo occidental capitalista
venía cargando otras «amenazas mundiales» («nazismo», «comunismo»,
«terrorismo»). ¿De ahora en adelante, serán las «pandemias»?
¿Por qué los Medios nunca han hecho un alboroto
similar con respecto a los muertos por el hambre o la neumonía? Antes de la
actual pandemia existían 113 millones de personas en el mundo
con grave «inseguridad alimentaria aguda» (hambre) y 8,500 niños aproximadamente morían
cada día por desnutrición. ¿Los Medios hicieron algún alboroto? Aproximadamente
800 mil niños menores de 5 años también morían cada año a
causa de neumonía. ¿Los Medios hicieron algún alboroto?
Pero ahora curiosamente el portador de las «buenas
nuevas» en la actualidad sería el multimillonario Bill Gates, quien anunciara cinco años atrás (2015) una
nueva amenaza para el mundo: las pandemias. Vaya, un «visionario».
Un personaje «simpático» e «inspirador» ante la opinión pública y mundial. ¿Un
«caballo de Troya» del Nuevo Orden Mundial?
Y vaya, que gran casualidad: en octubre de 2019, dos meses antes de que explotara todo
esto, el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, en asociación con
el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, organizaron un
simulacro pandémico de alto nivel en Nueva York, denominado «Event 201»,
para supuestamente hacer frente a una eventual pandemia de co-ro-na-vi-rus y
«disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala». «Casualidad»
que incluso tuvo que hacer frente el Centro Johns Hopkins al declarar que
el simulacro no se había tratado de predecir lo que había de pasar ni que
tampoco estaban prediciendo la muerte de 65 millones de personas.
En fin, grandes interrogantes surgirán a partir de
ahora. ¿Habrá mayor control fronterizo, mayor control migratorio? ¿La
circulación de mercancías entre nuestros países y China seguirán su curso
habitual? ¿Las poblaciones estarán mucho más controladas? ¿Qué habrá de quedar
con respecto a todas las formas de control que hoy estamos siendo testigos? ¿Se
habrá de acelerar la desaparición del papel moneda y las tarjetas? ¿Occidente
emulará fielmente los sistemas de control ejecutados en Oriente? ¿Se silenciará
las voces contrarias al pensamiento oficial?
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Níkolas Stolpkin
Analista político nacional e internacional – Political
Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea – AUTODIDACTA
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