Puerto Rico
La Cole, un colectivo feminista anticolonial,...
Aurora Santiago Ortiz
vientosur
01.02,2020
Puerto Rico,
territorio colonial de Estados Unidos desde 1898, ha enfrentado una crisis
fiscal desde la profunda recesión de 2006. Incapaz de declararse en bancarrota
debido a su estatus político de «perteneciente a, pero no parte de» Estados
Unidos, el archipiélago fue puesto en una tutela económica por el Congreso
estadounidense en 2016 bajo la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad
Económica (conocida como Ley PROMESA por sus iniciales en inglés). La ley
nombró una Junta de Control Fiscal para decidir la forma en la que Puerto Rico
pagará su deuda: principalmente a través de medidas de austeridad y recortes
presupuestarios en salud, educación y jubilaciones.
El Huracán
María devastó la infraestructura del archipiélago, que ya estaba decayendo. Enfrentado
a cortes de energía que duraron hasta un año en algunas zonas, el desastre que
siguió fue producto de la corrupción, la mala administración y la negligencia
del gobierno de Puerto Rico y del gobierno federal. Miles de muertes a causa de
María podrían haberse evitado si la ayuda hubiera llegado a tiempo y si hubiera
habido una red eléctrica bien mantenida.
El verano en
Puerto Rico
El 13 de julio
de 2019 aparecieron 889 páginas de transcripciones de conversaciones a través
de la aplicación Telegram que involucraban al entonces gobernador
Ricardo Rosselló, a miembros de su gabinete y algunos de sus asesores. En la
conversación, se utilizaron comentarios homofóbicos, obesofóbicos y misóginos
para dirigirse a celebridades como Ricky Martin, seguidores del propio partido
político de Rosselló, así como a una conocida fiscal. La charla se refirió
burlonamente a la muerte de aproximadamente 4.645 personas a causa del huracán
María como peones en una campaña mediática.
La filtración
del chat llegó luego del arresto de Julia Keleher, la secretaria del
Departamento de Educación de Puerto Rico. Keleher, nacida en Estados Unidos,
fue arrestada el 10 de julio junto con otros funcionarios. Desde su cargo,
dirigió el cierre de más de 400 escuelas públicas en el archipiélago como parte
de un plan para convertir muchas de ellas en escuelas chárter, y finalmente fue
acusada de varios cargos de fraude, lavado de dinero y robo.
El chat
filtrado marcó un punto de inflexión para el pueblo de Puerto Rico. El 10 de
julio, los manifestantes salieron a la calle y, aunque las protestas se
concentraron en el Viejo San Juan, fueron descentralizadas y diversas. Como
mencionamos junto a Jorell Meléndez Badillo en otro artículo, las protestas se
presentaron de diversas formas: caravanas, mítines en el agua y hasta
ejercicios de yoga en las plazas públicas. A los grupos activistas de más
visibilidad se unieron aquellos que no habían asistido a las marchas
anteriormente. Muchos se sintieron obligados a participar porque las
filtraciones revelaron cómo una elite de hombres blancos adinerados se había
distanciado de una población que había sufrido las consecuencias de un desastre
sin precedentes.
La
infraestructura para el levantamiento de este verano fue construida por otros
movimientos anticoloniales. Estudiantes activistas de la Universidad de Puerto
Rico han estado resistiendo las políticas que amenazan a la Universidad
pública; los sindicatos han protestado contra la privatización de las
corporaciones públicas como la Compañía Telefónica de Puerto Rico; miles de
defensores de la independencia, junto con otros grupos socialistas y radicales,
han organizado marchas, concentraciones y actos de desobediencia civil para
poner fin a la ocupación de Vieques por parte de la Marina estadounidense, que
ganó impulso después de que una bomba acabara con la vida de David Sanes, un
guardia de seguridad de la base naval.
Sin embargo,
las protestas del verano se centraron en otra agenda. Los gritos de RickyRenuncia
vinieron desde varios sectores de la sociedad y, después de dos semanas de
continuas protestas, el gobernador Ricardo Rosselló finalmente abandonó su
cargo el 24 de julio de 2019. El llamado «levantamiento de verano» dejó una
marca indeleble en la historia de las protestas en Puerto Rico ya que una gama
de sectores sin precedentes salió a la calle. Grupos que no suelen ser vistos
al frente de las protestas políticas estaban en primera fila exigiendo la
renuncia de Rosselló –tales como personas queer, trans y no binarias–. Una de
las organizaciones que participó activamente en las protestas fue la Colectiva
Feminista en Construcción (La Cole).
La Cole
Activa desde
2013, La Cole es una organización política feminista negra con base
principalmente en San Juan, la capital de Puerto Rico. En su manifiesto, La Cole expresa su carácter
interseccional –considera la opresión como interconectada y entiende que la
lucha por la liberación es interdependiente y colectiva–. La organización se
nutre de pensadoras negras feministas en los Estados Unidos, como Angela Davis,
Bell Hooks, Barbara Smith y Demita Frasier (estas últimas son miembros del
Colectivo Río Combahee). Actualmente, trabajan con otros grupos y
organizaciones feministas coordinando marchas, concentraciones y
manifestaciones.
Desde su
fundación, La Cole ha estado presente en la esfera pública puertorriqueña. Han
realizado numerosas campañas de sensibilización sobre temas como el acceso al
aborto, que afecta a las mujeres y féminas cis y trans. En numerosas ocasiones,
la Legislatura puertorriqueña ha tratado de aprobar una ley que limita
estrictamente el tiempo de espera (48 horas) para que una mujer pueda abortar.
La ley no ha sido promulgada debido a la resistencia de expertos legales y
feministas, incluyendo La Cole.
En mayo de
2017, Shariana, una de las fundadoras del grupo, se enfrentó al ex alcalde del
pueblo de Guaynabo, Héctor O’Neill, en un restaurante de San Juan. O’Neill está
acusado de agredir sexualmente a múltiples mujeres mientras ocupaba el cargo,
incluyendo a sus empleadas. El alcalde renunció el 5 de junio de 2017 en medio
de las acusaciones, que incluían actos lascivos y violaciones del Código de
Ética. El 20 de diciembre de 2019, el Tribunal de Apelaciones retiró el cargo
de actos lascivos. Sin embargo, otros cargos permanecen y, si es condenado,
puede ser sentenciado a una pena de hasta 25 años de prisión. La continua
presión pública que La Cole ejerció para remover a O’Neill de su cargo las
convirtió en una fuerza visible que tiene la capacidad de instigar protestas
fuera de cualquier organización política en particular.
La Cole también
ha venido denunciando la alarmante tasa de femicidios en Puerto Rico durante
años. El 23 de noviembre de 2018 organizó un plantón frente a la Mansión
Ejecutiva que duró tres días. La organización exigió que se declarara un estado
de emergencia para atender la violencia de género en Puerto Rico y redactó una
orden ejecutiva para que la firmara el gobernador Rosselló. La resolución
ordenaba que las agencias gubernamentales crearan coaliciones con
organizaciones feministas, establecieran campañas educativas para crear
conciencia sobre la violencia de género, implantaran un programa de estudios
con perspectiva de género en las escuelas (lo cual fue rechazado por el
gobierno de Rosselló), reconocieran la diversidad de las familias en cuanto a
su orientación sexual y composición, establecieran el desarrollo profesional
para los maestros, creasen una división especial dentro del Departamento de la
Policía para procesar y tratar los delitos relacionados con la violencia de
género e impusieran capacitación a los agentes de la Policía que investigan
este tipo de delitos.
Sin embargo,
Rosselló no quiso reunirse con los integrantes de La Cole. Cuando la sucesora
del gobernador, Wanda Vázquez, asumió el cargo después de las protestas,
también se negó a declarar el estado de emergencia, a pesar de que los
feminicidios siguen siendo muy frecuentes (los estudios revelan que se han
reportado 266 entre el 2014 y el 2018).
En su lugar,
Vázquez creó un Comité Asesor sobre Violencia de Género, que según La Cole es
insuficiente para hacer frente a la emergencia. La gobernadora también se
reunió con miembros de La Cole y otros grupos feministas para discutir un plan
para abordar la violencia de género en el país. En un informe publicado en
Facebook, La Cole menciona que habría una reunión posterior en diciembre para
discutir el documento. No ha habido ninguna reunión de esta naturaleza y desde
noviembre de 2018, ha habido seis reuniones con administradores del gobierno
para tratar de avanzar con el estado de emergencia. El 25 de noviembre de 2019,
se organizó una marcha en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia
contra las Mujeres junto con otras feministas. Cientos de personas marcharon
desde el distrito financiero hasta la Mansión Ejecutiva para exigir que se
tomen acción para hacer frente a la crisis actual.
La Cole ve la
violencia de género dentro de estructuras más amplias de violencia de las que
el Estado es cómplice. Estas van desde la inacción, la brutalidad policial o la
imposición de medidas de austeridad que agravan la elevada tasa de pobreza en
Puerto Rico. Las mujeres negras y transexuales, las féminas queer y las mujeres
también son las más afectadas por el colapso fiscal del archipiélago, debido en
gran parte a la deuda de Puerto Rico. El colonialismo es un asunto de género,
demostrado por la aparente actitud desechable hacia las mujeres cis y trans en
Puerto Rico. Aunque la violencia de género no es nada nuevo, los discursos de
las activistas en torno a los temas feministas están cambiando hacia el
reconocimiento de la anti-negritud y la transfobia en la sociedad
puertorriqueña.
Esto nos
conduce nuevamente al levantamiento de verano. Para que quede claro, la
expulsión de Rosselló de su cargo no fue producto de un solo grupo. Fue, por el
contrario, el resultado de una masa crítica de grupos organizados e individuos
hartos de la política habitual. La Cole estuvo presente durante las protestas
y, después de la renuncia de Rosselló, continuó exigiendo la auditoría de la
deuda del archipiélago, así como el fin de la privatización de los servicios
públicos y la eliminación de la Junta de Control Fiscal en Puerto Rico.
El 22 de julio,
más de medio millón de personas marcharon pidiendo la renuncia del gobernador.
Aunque este impulso político se ha ralentizado, no se puede subestimar la
importancia de La Cole. Esta organización ha sido crucial para establecer los
cimientos de las infraestructuras de resistencia que han allanado el camino
para que otros se unan y cambien fundamentalmente el terreno político de Puerto
Rico. Su plataforma es explícitamente anticolonial y encarna una praxis decolonial
que rompe con las costuras hegemónicas imperiales, con la esperanza radical de
que otro mundo es posible. Este otro mundo se está forjando en estos momentos,
conectado a las luchas feministas de otros países como Chile y Argentina. Como
dijo Audre Lorde: «no existe una lucha por un solo asunto porque no vivimos
vidas de un solo asunto».
Este artículo
es producto de la alianza entre Nueva Sociedad y DemocraciaAbierta. Lea el contenido original aquí.
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