Bertolt Brecht hablando de la forma y el contenido.
«Yo mismo nunca
fui expresionista, pero jueces artísticos como este me irritan. En este debate
impera mucha confusión sobre el formalismo. Algunos dicen: simplemente cambia
la forma, pero no el contenido. Otros tienen la impresión de que lo que haces
es lo mismo que renunciar al contenido en favor de la forma; en particular de
la forma convencional. Y muchos aún no han percibido una cosa: ante las
exigencias siempre nuevas del mundo social en transformación, el mantener las
antiguas formas convencionales también es formalismo. ¿Podemos los
subversivos realmente ir contra la experimentación? ¿Qué, «no
deberíamos haber tomado las armas»? Sería mejor explicar las desventajas de un
putsch mediante la explicación de las ventajas de la revolución. Pero no las
ventajas de la evolución. Convertir al realismo a una cuestión formal,
vincularlo a una, solo a una forma –y a una forma antigua,
además– significa esterilizarlo. La escritura realista no es un problema
formal. Tenemos que eliminar todos los aspectos formales que nos impiden
entender profundamente la causalidad social; todos los aspectos formales que
nos ayuden a entender en profundidad la causalidad social deben ser
bienvenidos. Si queremos hablar con el pueblo, tenemos que ser comprendidos por
el pueblo. Pero esto tampoco es una simple cuestión de forma. El pueblo no
entiende solo las formas del pasado. Marx, Engels y Lenin recurrieron a formas
muy nuevas de revelar la causalidad social al pueblo. En comparación con
Bismarck, Lenin habló no solo de diferentes cosas, sino también de diferentes
maneras. Lo que quería no era hablar de la manera antigua, ni de una forma
nueva. Habló apropiadamente. Los errores y las equivocaciones de los futuristas
son evidentes. Colocaron un pepino gigante sobre un cubo gigante, lo pintaron
todo de rojo y lo llamaron Retrato de Lenin. Lo que querían era: que Lenin no debiera
parecerse a nada que se haya visto antes. Se suponía que el cuadro no debía
recordar a nada malo de los viejos tiempos. Por desgracia tampoco recordaba a
Lenin. Esto es terrible. Pero no por eso le da la razón a los artistas cuyos
cuadros sí recuerdan a Lenin, aunque su forma de pintar en nada recuerda la
forma de luchar de Lenin. Esto también es evidente. Debemos luchar contra el
formalismo como realistas y como socialistas». (Bertolt Brecht; Sobre el debate sobre el
expresionismo, 1938)