Reseña del libro de Adrián Sotelo Valencia
Estados Unidos en un mundo en crisis. Geopolítica de la precariedad y la superexplotación del trabajo
24.10.2019
Las investigaciones y
reflexiones acerca del capitalismo contemporáneo y el mundo del trabajo
son cada vez más imprescindibles a medida que avanza la reestructuración
de las relaciones y categorías laborales para someterlas aún más a la
lógica de la acumulación de capital en todo el mundo. Las altas tasas de
explotación, los extremadamente bajos salarios, el desempleo crónico,
la automatización flexible, la informalidad laboral y los éxodos de
población son parte de la reconfiguración que adopta el capital para
contrarrestar su profunda crisis estructural que amenaza con destruir
sus propias fuentes de riqueza: la naturaleza y la fuerza de trabajo.
En este contexto de crisis civilizatoria se inscribe la obra del Dr.
Adrián Sotelo Valencia, “Estados Unidos en un mundo en crisis. Geopolítica de la precariedad y la superexplotación del trabajo”,
la investigación de Adrián Sotelo abre nuevas líneas de investigación
desde la Teoría Marxista de la Dependencia ofreciendo un sólido avance
en el estudio del capitalismo dependiente y su actual desenvolvimiento
estratégico en el mercado mundial acompañado de un proceso de extensión y
generalización de la superexplotación del trabajo en los países de
capitalismo avanzado.
El punto de partida es la Teoría Marxista de la Dependencia, esbozada por Ruy Mauro Marini en su trabajo Dialéctica de la dependencia
(1973), que provee las herramientas teóricas y metodológicas para
aprehender la esencia del desarrollo del capitalismo latinoamericano no
como un proceso disfuncional y de permanente estancamiento en el curso
"normal" del desarrollo histórico capitalista, sino como producto del
mismo despliegue de la ley general de la acumulación de capital en el
marco de la división internacional del trabajo en donde el colonialismo
se transmuta en dependencia.
La dependencia es ubicada
correctamente por Ruy Mauro Marini a nivel de las relaciones de
producción donde se vincula de manera subordinada el capitalismo
dependiente subdesarrollado al capitalismo avanzado imperialista. Marini
define a la dependencia [...] “como una relación de subordinación
entre naciones formalmente independientes, en cuyo marco las relaciones
de producción de las naciones subordinadas son modificadas o recreadas
para asegurar la reproducción ampliada de la dependencia. El fruto de la
dependencia no puede ser por ende sino más dependencia” […] [1]
De acuerdo con la formulación original de Marini, la reproducción
ampliada de la dependencia en la región latinoamericana permitiría a los
países avanzados desplazarse de un proceso de acumulación situado en
una mayor explotación del trabajo –plusvalía absoluta- a uno organizado
en el aumento de la fuerza productiva del trabajo –plusvalía relativa-.
El papel que desempeñaría América Latina en un primer momento
sería colocar en el mercado mundial una gran masa de bienes agrícolas
que contribuirían al desplazamiento de la plusvalía absoluta a la
relativa a través del incremento de la productividad y la
desvalorización de la fuerza de trabajo en los países centrales, este
proceso se dará fundamentalmente a través de la transferencia de valor y
plusvalor.
La transferencia de valor y plusvalor hacia los
países de capitalismo avanzado requiere de un mecanismo de compensación
en los países que ceden valor y plusvalor para que estos incrementen su masa de valor,
este mecanismo se da mediante el aumento de la explotación del
trabajador, ya sea intensivamente o extensivamente o ambos, aunque
técnicamente sólo el aumento de la intensidad del trabajo contrarresta
la menor productividad al generar más valor en el mismo tiempo de
trabajo, además de expropiar parte del fondo de consumo del trabajador
para convertirlo en fondo de acumulación, de esta forma se asegura una
producción de valor suficiente para el mantenimiento del capital
perjudicado a costa de lo que Ruy Mauro Marini denominó la Superexplotación del Trabajo.
La superexplotación del trabajo es un régimen específico de explotación
de la fuerza de trabajo que articula la prolongación de la jornada
laboral (plusvalía absoluta), el aumento de la intensidad del trabajo
(plusvalía relativa) y el pago a la fuerza de trabajo por debajo de su
valor. Este régimen de explotación letal de la fuerza de trabajo es
característico y constituyente del capitalismo dependiente, sin embargo,
no es exclusivo de los capitales que transfieren valor y plusvalor como
ya lo señalaba Marini a principios de los años noventa: "Hay que tener
presente que la tendencia que va en el sentido de aumentar la
superexplotación no vale solamente para los capitales que ceden valor,
en el proceso de transferencia, sino que rige también para los que se
apropian valor, ya que es evidente que ellos les permite hacerse de
cantidades de valor superiores a las que podrían normalmente incorporar.
En otros términos, la universalización de la ley del valor, al tender a
permitir tan solo las transferencias de valor que, en su contexto,
pueden ser consideradas como legítimas, no apunta a la supresión de la
superexplotación, sino más bien a su agudización." [2]
La posibilidad de que la superexplotación del trabajo se extienda y
generalice en los países avanzados sin desdibujar ni eliminar la
dependencia es materia de un amplio debate desde que Marini lo señaló
por primera vez, esta hipótesis es justamente el núcleo duro del
presente trabajo de Adrián Sotelo que apunta en esa misma dirección al
plantear que la superexplotación del trabajo es constituyente de las economías dependientes que se desarrollaron históricamente bajo este régimen de explotación y operativa en las economías avanzadas donde se instala estructuralmente bajo la hegemonía de la plusvalía relativa.
Ahora bien, ¿por qué la superexplotación del trabajo se extiende en los
países avanzados imperialistas sin que la dependencia de amplias
regiones del mundo desaparezca? La respuesta que ofrece Adrián Sotelo
está en la crisis estructural del capital y sus procesos de
internacionalización que han permitido consolidar el régimen de la
superexplotación del trabajo en el capitalismo avanzado para
contrarrestar la crisis de producción de valor y plusvalor (desmedida
del valor) y la caída de la tasa media de ganancia. [3]
El régimen de superexplotación del trabajo en el capitalismo avanzado,
concentrado en Estados Unidos, Europa y Japón, se instala de manera
estructural y permanente en los sistemas productivos con la
característica que lo hace de manera subordinada al régimen de
producción de plusvalor relativo, por el contrario de los países
dependientes en donde la producción de plusvalía relativa se subordina a
la lógica de la superexplotación del trabajo. La riqueza del trabajo de
Adrián Sotelo no se limita únicamente a desarrollar teóricamente la
operatividad de la superexplotación del trabajo en el capitalismo
avanzado, también aporta a su corroboración al estudiar más de cerca su
extensión en el país vecino del norte.
Los Estados Unidos desde
al menos la década de los setenta enfrenta una serie de problemáticas
estructurales que, ante el ascenso de nuevas potencias económicas y
militares, ponen en duda su hegemonía que cada vez más se sostiene por
los mecanismos de la guerra imperialista. Es la crisis estructural de
los Estados Unidos y la facción de la burguesía industrial
estadounidense arruinada con el neoliberalismo quienes empujaron a la
candidatura y posteriormente a la presidencia a Donald Trump -hoy
enfrentado oficialmente a un proceso de destitución o impeachment- quien
durante toda su campaña, además de asegurar que terminaría el muro en
la frontera con México y que México lo pagaría, prometió
reindustrializar a los Estados Unidos obligando mediante presiones
arancelarias a las empresas norteamericanas relocalizadas en el
extranjero a regresar. [4]
En
este marco de crisis sistémica en Estados Unidos, la superexplotación
del trabajo opera junto a un proceso evidente de precarización laboral
que vuelve aún más vulnerables a los trabajadores, no sólo a los
trabajadores históricamente desprotegidos, sino también al typical american worker,
al trabajador promedio blanco estadounidense, que en la actualidad
enfrenta el aumento de su jornada de trabajo, la intensificación de los
ritmos de producción y el pago a su fuerza de trabajo por debajo de su
valor, a la par del recorte a sus prestaciones sociales (incluido el
acceso a instituciones de salud) y la eliminación de los apoyos a
familias de bajos ingresos. [5]
Los datos que reúne el Dr. Adrián Sotelo son centrales en su análisis. A
partir de una cesta básica de artículos de consumo frecuente en los
Estados Unidos -que no incluye vivienda, salud, transporte o educación-
se puede hacer una aproximación al valor de la fuerza de trabajo y a un
promedio del poder adquisitivo, entre 2008 y 2017 la cesta básica
aumentó de precio un 32%, mientras que el salario sólo se incrementó un
12%, aunque de manera más lenta que en los países dependientes, el
salario va perdiendo paulatinamente su poder real de compra, lo cual se
expresa en al menos tres aspectos: la divergencia entre productividad y
remuneraciones, el aumento de las horas de trabajo y la creciente
insolvencia para pagar una vivienda de alquiler.
En el periodo
que va de 1948 a 2014 la productividad del trabajo pasó de 96,7% a 72,2%
mientras que en el mismo tiempo la remuneración promedio disminuyó de
91,3% a 9,2%. La desconexión que se muestra entre productividad del
trabajo y remuneraciones no sólo es un indicativo del grado de
explotación de la fuerza de trabajo, también señala el debilitamiento
sindical y organizativo de los trabajadores para asegurar un incremento
de su salario a la par del aumento de la productividad. De manera
complementaria las horas de trabajo se han extendido considerablemente,
en 2014 el 50% de los trabajadores mayores de 18 años laboraron entre 41
y 60 horas o más a la semana frente a un 42% que trabajó sólo 40 horas.
A pesar del aumento de las horas trabajadas la brecha entre salarios y
las viviendas de alquiler es cada vez mayor, los trabajadores
norteamericanos gastan más de dos tercios de su salario en una vivienda
de alquiler de solamente dos habitaciones.
La investigación de
Adrián Sotelo no sólo da continuidad y profundidad a las tesis
marinistas centrales contribuyendo al pensamiento social crítico
latinoamericano, también abre una nueva veta de investigación dentro de
la Teoría Marxista de la Dependencia que la renueva y potencia abriendo
aún más sus horizontes analíticos en un momento donde la
superexplotación, la precarización y flexibilización del trabajo se
extiende por todo el mundo con un gran costo social y humano.
Es importante remarcar, por último, que la lucha contra la
superexplotación del trabajo en los países dependientes y avanzados es
la lucha directa contra el capitalismo, sólo eliminando la relación
salarial misma que encubre las relaciones sociales de explotación será
posible construir una verdadera libertad y autonomía desde abajo y para
todos.
Bibliohemerografía
Marini, Ruy Mauro. Dialéctica de la dependencia. Ed. Era. México. 1977. Págs. 101.
-, Prefacio al libro de Adrián Sotelo. México: dependencia y modernización. Ed. El Caballito. México. 1993.
Oxfam America. No relief: Denial of bathroom breaks in the poultry industry. [Disponible en línea] https://www.oxfamamerica.org/static/media/files/No_Relief.pdf
Roberts, Michael. “Revisiting a world rate of profit” Paper for the
2015 Conference of the Association of Heterodox Economists, Southampton
Solent University July 2015.
Sotelo Valencia, Adrián. Estados Unidos en un mundo en crisis. Geopolítica de la precariedad y la superexplotación del trabajo Ed. Anthropos y Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH-UNAM). México. 2019. Págs. 203.
Notas
Javier
García Ramírez, Licenciado en Economía por la Facultad de Economía de
la UNAM; Profesor Adjunto en la Facultad de Economía de la UNAM en las
áreas de Economía Política e Investigación y Análisis Económico;
Investigador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de
Economía de la UNAM. E-mail:
[1] Ruy Mauro Marini. Dialéctica de la dependencia. Ed Era. México. 1977. p.p. 18.
[2] Ruy Mauro Marini. Prefacio al libro de Adrián Sotelo. México: dependencia y modernización. Ed. El Caballito. México. 1993.
[3]
Los estudios de Michael Roberts han corroborado efectivamente que la
tendencia de la tasa de ganancia en los últimos ciento cincuenta años es
hacía la caída, únicamente estabilizándose en periodos de gran
destrucción de medios de producción y fuerza de trabajo, como lo fue la
Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la década de los
ochenta con el advenimiento del neoliberalismo en la economía
internacional que representa una verdadera guerra en contra de los
trabajadores de todo el mundo.
[4]
La política comercial estadounidense es una extensión de su política
imperialista, sus amenazas arancelarias para que sus capitales
regresaran a Estados Unidos surtieron efecto…en el gobierno mexicano! La
imposición de aranceles a las exportaciones ¿mexicanas? doblegaron al
actual gobierno mexicano obligándolo a capitular en materia de migración
y a la aceptación incondicional del Tratado entre México, Estados
Unidos y Canadá (T-MEC), que actualiza el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), ratificando su condición de país dependiente,
subordinado y neocolonizado.
[5]
Un ejemplo perfecto del aumento de la intensificación del trabajo en
los Estados Unidos lo podemos encontrar en su industria avícola, en un
informe de Oxfam America titulado “No relief: Denial of bathroom breaks
in the poultry industry” se exponen las condiciones laborales inhumanas y
degradantes que imperan en los procesos de trabajo de la industria
avícola en donde a los trabajadores se les impide ir al baño
amenazándolos constantemente con ser despedidos, ante tal situación los
trabajadores se ven obligados a usar pañales para adulto durante toda su
jornada de trabajo.
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