Argenina es un país rico, sin embargo tiene casi 16 millones de pobres, teniendo recursos para haber hecho desaparecer la pobreza hace décadas. Pero, oh, sorpresa, se dejaron caer por alli Telefócica, cuando ya no era pública, sino robada a lo público español; Endesa, cuando ya no era pública, sino robada a lo público español y otras malas yerbas, en fin, que se dejó por allá el beartandalismo económico más conocido como neoliberalismo, cuya esencia consiste en la libertad de robar libremente la riqueza que otros crean. Pero es lógico, se puede robar y más y más y mucho más, pero llega un momento en que ya no se puede robar ni mijita. Pero no porque yo no me deje robar. Si yo me dejo, siga, siga robando usted, con toda confiaza, no se corte hombre, no se corte. Usted siga robando. Pero es que llega un momento en el que ya no hay nada que robar. Se finit, chuiquet, se finí. ¡A tomar polculo la bicicleta!
En España nos viene robando el neartandelismo de manera acelerada más y más y más y mucho más. Y toda vía quedan cosas que robar, cuyo camino de robar hoy más que ayer pero menos que mañana y hasta que la burra aguante lo garantizan los pedrismos, casadismos, riberismos y los caballismo que hasta este moneto permanecen como el pegamento para unir, si llega el momento, a todos los ismos mentados. Pero pero también los trabajadores tenemos responsabilidad en todo ello. De esto no se libra ni Dios ni María Snísima. El absentismo económico, político e ideológico que tenemos los trabajadores nos hace ver menos que un gato de yeso y oír tanto como un tapón de corcho, lo que no quiere decir en modo alguno que seamos tontos. Los trabajadores no podemos ser tontos, puesto que con nuestro trabajo (contando la generaciones pasadas) se ha creado cuanta riqueza existe. Somos inconscientes, no tenemos conocimiento claro de cual es el papel que jugamos y hemos jugado en la vida y en la historia, es decir, estamos alienados personal y socialmente, y eso es lo que nos have votar a quien de entrada nos esta diciendo: pajarín, pajarón, la riqueza que tu creas, me la llevo yo.
La fotografia del estado de pobreza que hoy presenta Argentina, a la que se podría añadir una larguísima lista de paíse empobrecidos por el neartandelismo capitalista liberal liberón (Y, mira oye, que como veo que no te enteras, que te sigo robando yo. ¿Pasa algo o qué? Y que no me incomodes mientras te robo, comunista, que eres un comunsita, y si no lo eres, a mi me da igual, comunista de mierda, que eso es lo que eres tú, un comunista), podría ser la foto de la España del futuro si seguimos votando a los pedrismos, casadismos, riverismos o caballismos. ¿Y qué hacemos entonces? Pues empeiza a discutir con tus familiares de estos, con tus amigos, con tus compañeros de trabajo, con tus compañeros de clases..., y si haces eso, tú serás el que me diga a mi qué hay que hacer y no yo ati.
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Argentina,
pobreza record
El modelo de
Macri y el FMI: casi 16 millones de personas son pobres
Guadalupe
Bravo
laizquierdadiario.com
Vientosur
03/10/2019 |
A poco más de un año de la vuelta del Fondo Monetario
Internacional (FMI) a la escena nacional, y de su injerencia sobre el rumbo de
la economía, el Indec confirmó que en el primer semestre del año la pobreza
trepó un 8,1 % interanual. La pobreza pasó de 27,3% en el 1er semestre de
2018 a 35,4% en 2019, marcando un récord en 17 años.
Son 4 millones de nuevos pobres, una realidad
alarmante consecuencia del fracaso del modelo Macri y del ajuste salvaje
exigido por el FMI, votado por los diputados y senadores peronistas en el
Congreso a través de la aprobación del Presupuesto de ajuste 2019.
La pobreza duele, el 52,6 % de los niños y niñas
menores de 14 años son pobres en Argentina. Y la indigencia aumentó al
7,7 %. El organismo sostuvo que el “Ingreso total familiar promedio del
hogar pobre” fue de $ 18.437, siendo la “Canasta básica alimentaria promedio
del hogar pobre” fue de $ 30.379. La diferencia entre ingresos y poder de
consumo de bienes básicos, da como resultado la “Brecha monetaria promedio de
los hogares pobres” que fue de $ 11.942.
Esta pobreza por ingresos golpea con fuerza los
sectores del conurbano bonaerense, donde aumentó del 31,9 al 39,8%, afectando a
4.864.475 personas.
La pobreza estructural como disciplinadora social
En las últimas tres décadas los niveles de pobreza por
ingresos en el país no descienden del umbral del 20 %. Esta realidad que
implica vidas de miseria para un sector muy importante de la población, se fue
consolidando, volviéndose estructural. Veamos:
Con la hiperinflación del año 1989 la pobreza pegó un
salto cualitativo, principalmente porque se pulverizó el poder de compra de los
ingresos, acercándose al 47 % en octubre de ese año. En los noventa, bajo
el menemismo, los niveles de pobreza descendieron al controlarse la inflación,
pero nunca por debajo del 20 %. Otro salto en este indicador se registró
en la crisis del 2001 y en 2002 llegó al 50 %.
Tal como sostiene Esteban Mercatante el "modelo
de crecimiento con inclusión"-del kirchnerismo- nunca mostró pobreza menor
a 20 % excepto en 2011, y en los años siguientes fue in crescendo.
La pobreza estructural en Argentina ronda el
20 %, pero ni peronistas ni radicales o cambiemitas, han implementado
medidas de fondo para acabar con este flagelo social. ¿Por qué sucede esto? El
capitalismo es un sistema de producción global basado en la explotación del
trabajo humano que aumenta la desigualdad social a su paso, ricos más ricos y
pobres más pobres. Según Oxfam, “La pobreza es una epidemia que afecta a
millones de personas en nuestro planeta. En el mundo, 1.400 millones de personas
sufren pobreza extrema y casi 900 millones sufren hambre, no tienen acceso al
agua potable y a otros servicios básicos como la salud y la educación.”
En Argentina, las relaciones capitalistas de
producción necesitan un piso de pobreza que actué como disciplinador social en
los momentos de crisis y a su vez como regulador a la baja de los salarios. La
precarización y los cambios en el mercado laboral desde finales de los setenta,
que se profundizaron en pleno auge neoliberal bajo el menemismo, fueron sentando
las bases de esta realidad que afecta a millones y amenaza el futuro de la
juventud.
Acabar con la pobreza, invertir las prioridades y
echar al FMI
A más de un año de la llegada del FMI, una máquina de
crear pobres, los niveles de pauperización crecieron aceleradamente. Se espera
que los resultados del segundo semestre del año, en los que impactará el efecto
de la devaluación post PASO con una suba en la inflación, siga la misma
tendencia alcista. Agustín Salvia, director del Observatorio de Deuda Social de
la UCA (Universidad Católica Argentina), declaró que 2019 terminará con una
pobreza cercana al 38%.
“Los que más experimentaron caídas y que explican la
pobreza son estos segmentos (clase media baja), aunque la pobreza estructural
se profundizó”, afirma. “A los segmentos de clases media baja la inflación les
está comiendo los ahorros y los ingresos y no tienen posibilidad de
dolarizarse”, señaló.
Macri se va, pero Alberto Fernández ya anticipó que
seguirá pagando la deuda a los especuladores, es decir, hay FMI y ajuste para
rato. Desde el Frente de Todos no explican cómo harán para combatir la pobreza
y al mismo tiempo continuar pagando la deuda a los especuladores. Aunque ellos
no lo digan, el resultado de seguir aplicando las viejas recetas de ajuste
salvaje y reformas del FMI son mayor pobreza y hambre.
Sólo la izquierda propone poner por delante las
prioridades de las grandes mayorías, atacadas día a día, a partir de
implementar medidas urgentes y en base al no pago de la deuda a los
especuladores. Echar al FMI se vuelve imprescindible para frenar el saqueo en
curso. Macri se va, nos deja al FMI y su ajuste, para los años que vienen se
necesita una izquierda fuerte.
01/10/2019
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