lunes, 23 de septiembre de 2019

BANCO DE SANTANDER JUNTO A GRANDES EMPRESARIOS, SIENDO SU REPRESENTANTE MANDADO, PEDRO SÁNCHEZ, MANDAN LA REPETICIÓN DE ELECCIONES, PORQUE NO LE HA INTERESADO UN ACUERDO DE GOBIERNO CON PODEMOS


¿Y si de verdad esto (Pedro Sanchez-Pablo Iglesias y el gobierno de España) es más complicado que lo que nos están contando?



Así comienzo el artículo de Monedero que se reproduce más abajo. Esto es tan complicado que, a los que se le atribuye el saber, tienen que empezar sabiendo por qué parte les da el viento. No se trata de una determinada posición o ideológica política. Se trata en muchos casos de supina ignorancia por parte de los señores profes de la universidad. A estas alturas ningún profesor de universidad debería ignorar el avance que supuso para las ciencias sociales el materialismo histórico, ciencia instaurada por Marx, que da lugar precisamente al nacimiento de la ciencia histórica como tal. A partir de este momento debería haber quedado “proscrita”, al menos dentro del campo de los enseñantes, la alusión al elemento personal como factor explicativo de la historia. La historia, en última instancia, como señala Marx, la explica la economía. No solo la economía, sino el última instancia, o sea, que los elementos políticos e ideológicos también están siempre presentes, en mayor o menor medida.



Así, que el que unos profesores, según señala Monedero en el artículo que sigue, intenten explicar el no acuerdo entre el Banco de Santander y grandes empresarios y Podemos, actuando como portavoz de los primeros, Pedro Sánchez, a razones de tipo personal, significa que para ellos la ciencia histórica todavía no ha nacido y permanecen en el idealismo (en el filosófico, que no tiene que ver nada con la moral), cuando menos hay que calificarlo de inaudito, porque todavía ideológicamente permanecen en la primera mitad del siglo XIX y andamos ya por el primer cuarto del siglo XXI.



Pero de este idealismo (seguimos hablando del idealismo filosófico, que no tiene que ver necesariamente ni con la moral ni con la nobleza de espiritual) no queda exento el propio Monedero al criticarle a Pedro Sánchez que este no tiene ningún proyecto de País. Pero señor Monedero, ¿no habíamos quedado en que la historia no se explica por las actuaciones propias de ningún personaje? Y este idealismo del señor Monedero (seguimos hablando del idealismo filosófico) es el que le lleva a afirmar que “las personas por supuesto que cuentan, pero lo definitivo es cómo te posiciones respecto del poder”, porque en esta afirmación, para que responda a la realidad de los hechos, falta incluir algo tan sustancial como la economía, la política y la ideología, porque el capitalismo se basa en un poder económico, un poder político y un poder ideológico, y a ellos hay que responder, y no reducir la cuestión a una suma de votos y unos cuantos actos teatrales o de engañifa política.

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¿Y si de verdad esto es más complicado que lo que nos están contando?

Rebelión
Público.es
23.09.2019


Desayunando con catedráticos magdalenas y soluciones fáciles a los problemas de España
 
Pude discutir en la UNED con destacados catedráticos de filosofía y sociología acerca de las perspectivas de España. Me quedé bastante sorprendido porque insistían -y algún medio insiste- en que los problemas de España se solventarían con una mejor voluntad de las partes. La ausencia de gobierno era -rezaba una de las conclusiones-, por culpa de machos alfa, por falta de química, por desconfianzas, por el talante de los negociadores… Pobre Marx, sustituido por explicaciones que recuerdan a aquella que daba cuenta de la revolución francesa porque Maria Antonieta había sido grosera con su peluquera. ¿Lo individual vence invariablemente las estructuras?

Así se escribía antes la historia, porque la historia la hacían los héroes, no los pueblos ni la economía, la religión o las razas. Es sencillo decir que los problemas de la investidura tienen que ver con desencuentros personales, porque nos brinda de paso despreciar a todos los políticos por igual y hacer como las palomas, que cagan para sentirse más ligeras cuando alzan el vuelo. Es muy de la vieja academia, que cuanto más desprecia a los políticos más crece en su púlpito (y mira que los políticos merecen desprecio…). Siempre hay una explicación sencilla para un problema complejo, pero es mentira.

Ahora resulta que los problemas del capitalismo, incluido el calentamiento global, son una cuestión de talante ¿por qué lleva el capital siglos matando, mintiendo, encarcelando y controlando escuelas, medios e iglesias? Los de Bankia van a la cárcel porque mintieron con la intención de robarle el dinero a la gente. Y la CEOE es más sincera cuando dice que quiere nuevas elecciones y no quiere gobierno de coalición. Claro. Otra pregunta es más complicada: ¿por qué les obedece el PSOE?

La izquierda que no se atreve (o de olvidarse de los de abajo)
 
El PSOE ha podido gobernar porque se dirige a ese espectro de la izquierda española que entiende perfectamente cuando tu jefe te dice “no vayas más lejos”. Ese pueblo asustado por tantos golpes desde 1939 y al que hoy le siguen asustando para que piensen que si piden demasiado, igual se rompe todo y lo pierden. Es el argumento que ha tenido maniatados a los pensionistas como voto cautivo durante estos 40 años. Es el argumento para tener monarquía y no república.

Si miramos hacia atrás veremos que ha sido el PSOE, más que la derecha, quien ha puesto los argumentos que metían miedo ante cualquier fuerza política que apostara por los de abajo. ¡No subas el salario mínimo! ¡No subas las pensiones! ¡No hagas gratuitas las tasas universitarias! ¡No frenes las emisiones de CO2! ¡No es momento para la memoria histórica! El PSOE, como la socialdemocracia europea, es el poquito de igualdad, de justicia, de libertad que permite el poder a los que trata como súbditos. En tiempos de crisis, el PSOE, igual que el PP, se ponen de acuerdo en reformar la Constitución, en las reformas laborales, en las leyes mordaza, en salvar el trasero real del emérito o en nombrar a la Presidenta de la Comisión Europea. Franco dijo que con la elección del Rey Juan Carlos como su sustituto a título de Rey en 1969 lo dejaba todo atado y bien atado. Pero como no se fiaba del todo, justo antes de morirse fusiló a otros cinco españoles. Para que entráramos con miedo en la democracia. Y ese es el principal argumento del PSOE.

Ay si Pedro Sánchez tuviera un proyecto de país…
 
Pedro Sánchez no tiene un proyecto de país: su único objetivo es gobernar. Y quiere reducir cualquier inconveniente. Como carece de ideología coherente, da bandazos. En la oposición o en campaña electoral, sabía que un discurso de izquierda le resultaba rentable. Así ganó las primarias y sacó 123 escaños en las elecciones. Pero a la hora de formar gobierno, la estabilidad, en ausencia de movilización social, se la otorga el pacto con Ciudadanos o el PP porque es lo que quiere el poder económico, la monarquía y la mayoría neoliberal de la Unión Europea. Además, así se libera de los ataques beligerantes y guerracivilistas de la derecha por pactar con Unidas Podemos. Incluidos los medios de comunicación, que ya han virado de manera igualmente virulenta hacia el bipartidismo. Sin cambiar las cosas la vida es más tranquila.

Conclusión: las personas por supuesto que cuentan, pero lo definitivo es cómo te posiciones respecto del poder
 
Claro que las personalidades cuentan en política. El control absoluto del PSOE por parte de Pedro Sánchez y sus complejos con Iglesias (que le llevaron al hecho insólito del veto) dificultaron los acuerdos. Y también está pendiente que Podemos afine sus herramientas que le hagan un verdadero partido-movimiento (aunque Podemos consultó a sus bases, cosa que Sánchez, pese a haberlo prometido, nunca lo hizo). Pero no nos engañemos. El PSOE nunca quiso un gobierno de coalición. Porque estamos hablando de romper el esquema histórico de poder en España, que ahora se superpone a la propuesta neoliberal de Europa, para la cual es funcional el esquema bipartidista y el papel del Rey como tapón del régimen. El PSOE sólo aceptará que entren fuerzas a su izquierda y abajo cuando no tenga más remedio. Es decir, cuando la presión de la calle y los votos lo hagan inevitable. Porque de no ser así, el lugar que le corresponde a la socialdemocracia española, al igual que en el resto de Europa, es un acuerdo con la derecha que termine por desmantelar el estado social nacido de la derrota de los fascismos después de la Segunda Guerra Mundial. Por eso han votado juntos a Ursula von der Layen como Presidenta de la Comisión Europea. Y los dos forman parte del mismo sistema que dirige la CEOE y justifican los medios de comunicación que andan gritando el regreso al bipartidismo.


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