¿Descubriendo el número cero para la acción política?
Tercera información /Izquierda Castellana
22/09/2019
El 12 de abril
del presente año, antes aún de las Elecciones Generales, publicábamos un
editorial titulado “¿Cuanto tardarán las siguientes elecciones generales,
después de las próximas?”. Ya tenemos la respuesta: menos de siete
meses. En cuatro años, cuatro elecciones generales y un cambio de Presidencia y
de Gobierno por una moción a mitad de legislatura, Pedro Sánchez por Mariano
Rajoy. Es obvio para todo el mundo, menos para los tertulianos y otros
comunicadores que siguen viviendo en su mundo yuppie-estúpido, que el Régimen
del 78 y cada vez más el Sistema en que este se enmarca atraviesan por una
grave crisis que dificulta severamente su reproducción.
Es también
bastante evidente que Pedro Sánchez y/o su equipo sí comprenden, al menos en
sus términos generales, la naturaleza y gravedad del momento, aunque
públicamente no lo reconozcan; es por ello que buscan por todos los medios
articular un “Gobierno de Salvación del Régimen”, tal y como decíamos en otro
editorial publicado el 2 de agosto de 2019 (“Pedro Sánchez trabaja por un Gobierno de Salvación del
Régimen del 78”). Pero esta tarea no es en absoluto sencilla, aunque
hay que reconocer que ese equipo le echa imaginación y han conseguido algunas
victorias tácticas.
El resultado
final de la operación “Salvar al Régimen” dependerá en lo fundamental de lo que
hagamos las fuerzas sociales y políticas que estamos por un auténtico cambio en
clave republicana y soberanista para el conjunto de naciones bajo jurisdicción
del Estado español y para cada una de estas en particular, es decir, un cambio
en clave democrática. La oportunidad para impulsar y realizar ese cambio es
clara, pero ciertamente no se producirá por sí solo. Habrá que impulsarlo y
únicamente será posible mediante la conjunción de todas las fuerzas que están
por que tal cosa ocurra.
En diversas
ocasiones hemos dicho que el Estado español es el eslabón débil del capitalismo
occidental. Ello condiciona la poca elasticidad y capacidad de maniobra del
Régimen en la confrontación política. Esa circunstancia condiciona el que
prácticamente todos los movimientos a favor de cambios sociales o políticos de
cierta envergadura se encuentren casi de inmediato frente a la vía de la
respuesta represiva por parte del Estado. El Régimen solo permite un cierto
margen de negociación cuando hay una renuncia explícita a los objetivos estratégicos,
tal como se ha visto recientemente en la Audiencia Nacional.
La coyuntura es
muy compleja para el bloque dominante. Además de los problemas socio-políticos
propios, entre los que destaca el brutal incremento de la violencia contra las
mujeres en todas sus formas, incluyendo los asesinatos y las violaciones en
manada, asistimos también a la intensificación de la dramática precarización
social que afecta a las clases trabajadoras de todas las naciones del Estado, y
que se magnifica en la vida cotidiana por el progresivo desmantelamiento de los
servicios públicos: sanidad, educación, etc. así como de los sociales: sistema
de pensiones, prestación de desempleo…, así como la cuestión catalana.
A todo ello se
añade la reagudización de la crisis del capitalismo global, espoleada por la
política de Trump, o el desmoronamiento de la UE, cesto en el que el Estado
español había depositado todos los huevos. Bien, pues en este panorama complejo
y en la búsqueda de articular el “Gobierno de Salvación del Régimen” que sus
amos necesitan, Pedro Sánchez y su equipo parece que están intentando descubrir
el cero para la acción política.
En matemáticas
la invención del cero tuvo una grandísima utilidad y, aunque
tardó siglos en asimilarse, supuso un salto cualitativo en esa disciplina. La
cuestión para el Sanchismo y su Régimen es que sus problemas necesitan
soluciones a corto plazo y, además, que la Política es un mundo mucho más
concreto que las matemáticas, aunque estas sean de gran utilidad también para
la primera. Un cero a la izquierda no varía para nada una cifra, salvo en la
impresión visual. Un cero a la derecha, en cambio, la multiplica. Un cero
intercalado entre dos números también varía sustancialmente la cifra.
Pudiera parecer
que están mareando la perdiz, pero seguramente al menos algunos saben lo que
buscan. ¿Y qué buscan? Como decíamos un Gobierno para salvar al Régimen, y por
tanto, un Gobierno contra el Pueblo. Un Gobierno que va a avalar la sentencia
del Tribunal Supremo sobre el Procés, pero ojo: esta sentencia no va a ser solo
sobre el Procés, sino que va a sentar jurisprudencia, a la española, sobre el
ejercicio de derechos civiles y políticos
para tod@s l@s ciudadan@s del Estado, por supuesto en la
orientación de recortar estos.
Un Gobierno que
no va a abrir, salvo postureos, ningún camino para abordar el problema político
de Cataluña, ni ningún otro de los que afectan a los límites democráticos de
este Régimen; un Gobierno que va a seguir con las políticas privatizadoras y
neoliberales, así como con las políticas de alineación con el imperialismo
yankee y su política guerrerista a nivel mundial; un Gobierno que no va a tomar
medida alguna de utilidad para los pueblos del Estado español ante las
repercusiones del proceso de desmoronamiento de la UE.
Algunos
sectores del soberanismo en Cataluña y Euskal Herria están confundiendo -cosa
siempre muy peligrosa, pero ahora más- sus deseos con la realidad, apostando
por un Gobierno de Pedro Sánchez frente a la derecha. Ese es un escenario
irreal. El Régimen y el Sistema en el que este se enmarca (ahora mismo ello
puede cambiar y cambiará en un futuro más o menos próximo) apuestan porque sea
Pedro Sánchez y el PSOE quienes den cuerpo a ese programa que necesitan. Nadie
lo puede hacer mejor en este momento.
Finalizamos
este editorial remarcando que ha surgido una importante corriente de opinión en
la sociedad castellana favorable a la abstención activa en las elecciones del
próximo 10 de noviembre. En el seno del movimiento popular castellano hemos
iniciado un debate sobre tal cuestión, que finalizaremos en las próximas
semanas y cuyas conclusiones trasladaremos públicamente. Una cosa tenemos
clara: adoptaremos finalmente aquella posición que sirva más y mejor para
profundizar en el desgaste de este Régimen ineficaz y corrupto, y por tanto,
para avanzar en la construcción de un modelo político y socio-económico al
servicio del pueblo.
Izquierda
Castellana, 20 de septiembre de 2019.
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