Una mayoría del Parlamento Europeo se rebela contra el TTIP de servicios que negocia la UE con 22 países
Los
socialistas votan contra su propio informe con la izquierda y los
verdes por las enmiendas de conservadores y liberales para restringir
la transparencia sobre el acuerdo, que negocia la UE con 22 países,
entre ellos EEUU, Australia, Corea del Sur y Pakistán
La
eurodiputada francesa ponente del texto denuncia la “agenda
ultraliberal” del Acuerdo sobre Servicios, mucho más ambicioso que
el TTIP, y los beneficios para las multinacionales en detrimento
de las pymes
Pablo
García/ Bruselas
Diario.es
13.11.2015
Interior
de la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. Foto: I.S.U.
El
TiSA (Trade in Services Agreement), el Acuerdo de libre comercio
sobre servicios que la UE negocia casi en secreto con otros 22
estados desde 2012 y que tiende a promover la liberalización masiva
de servicios como la banca o el transporte, empieza a toparse con
resistencias internas insalvables.Filtrado
por Wikileaks en
2014 y reconocido
casi un año después por la Comisión Europea,
el TiSA es mucho más ambicioso que el polémico TTIP y ahora mismo
en el Parlamento Europeo hay una mayoría de socialistas,
izquierdistas y ecologistas que amenazan con bloquear cualquier
resolución.
Este
bloqueo ya se ha dado en la crucial comisión de Mercado
Interior y Protección del Consumidor (IMCO) de la Eurocámara, donde
la ponente del informe de opinión sobre el TiSA, la socialista
francesa Virginie Rozière, ha votado contra su propio informe
arrastrando a la izquierda del GUE y a los verdes. La negativa de la
eurodiputada se produce por la introducción de enmiendas por parte
de la derecha y de los liberales para restringir la transparencia y
volver al antiguo sistema de arbitraje inversor-estado (ISDS) que ha
sido incluso descartado del TTIP, según explica la propia Rozière a
este medio.
Según
portavoces del Parlamento Europeo, ver a un eurodiputado votar contra
su propio informe no es algo habitual. “Viendo los problemas de
transparencia que afectan al TTIP y viendo que el TiSA se ha
presentado ante la sociedad de manera aún mucho más opaca, quisimos
resolver el problema del acceso a documentos que encuentra la
ciudadanía”, señala la socialista francesa. “Pero la
negociación con la derecha europea fue ruda”.
En
la enmienda del informe de opinión, Rozière incorporó la frase
“aumento del acceso a la información a lo largo del proceso” a
los ciudadanos y a las empresas; pero los populares, liberales y
conservadores europeos antepusieron su propia enmienda, pidiendo que
los documentos abiertos sean los “relevantes” y que éstos sean
enviados “a los comités competentes del Parlamento Europeo”
exclusivamente.
Si
el TTIP ha sido acusado de opacidad por restringir sus documentos y
la Comisión Europea, que negocia en exclusiva con Estados Unidos
este acuerdo en nombre de la UE, ha tenido que cambiar
sobre la marcha las normas de acceso a
los textos confidenciales, el TiSA, que discute la Comisión
igualmente, se presenta como algo mucho más oscuro. Salió a la luz
por una filtración de Wikileaks en junio de 2014, como
recogió Público,
aunque el número de países implicados ha pasado de medio centenar a
23. Además de los 28 estados miembros de la UE y EEUU, aparecen
Australia, Islandia, Japón, Corea del Sur, Colombia o México e
incluso Pakistán.
Todos
estos países pertenecen a la OMC. El objetivo reconocido es el
intercambio comercial de los "servicios financieros, las
telecomunicaciones, el comercio electrónico, el transporte marítimo
y de los trabajadores que se desplazan temporalmente al extranjero
para proporcionar servicios", según la web de la Comisión
Europea. Con el TiSA, lamenta Rozière, "se permitirá a las
grandes multinacionales entrar en el mercado europeo sin que las
pymes tengan las mismas oportunidades con los demás países socios.
Es una agenda ultraliberal".
"Inadmisible"
"Hasta
ahora existe muy poca información sobre las negociaciones",
critica Lola Sánchez, de Podemos. Esta eurodiputada también dirige
otro informe de opinión en otra comisión. "Debemos exigir más
información porque es inadmisible que hasta ahora haya sido
WikiLeaks quien haya informado y no la propia Comisión Europea".
"Es
la prueba de que estamos a favor de un acuerdo, pero no de cualquier
acuerdo", dice Sergio Gutiérrez, eurodiputado del PSOE y
miembro de la Comisión IMCO. "Como en el TTIP, pedimos
transparencia, arbitraje público, garantías sociales y protección
al consumidor". En el PPE nadie ha querido hacer comentarios
sobre este asunto.
Otro
de los choques entre socialistas y populares en torno al TiSA se debe
a los mecanismos de intermediación de conflictos entre una
multinacional y un estado. Los segundos apostaron por acoplar en el
informe “un sólido mecanismo para arbitrar las diferencias, el
cual debe garantizar que las partes implicadas respeten sus
compromisos y respeten también las reglas”. Se trata de una
referencia directa al polémico ISDS, formado generalmente por
árbitros procedentes del sector privado y que la Comisión Europea
ha tenido que cambiar en del TTIP siguiendo la orden del Parlamento
Europeo. El nuevo
modelo que
Bruselas presentará se denomina Investment Court System (ICS), y aún
no ha sido negociado con EEUU pero tendrá, en principio, un barniz
público.
La
tramitación parlamentaria del informe
de opinión del TTIP,
aprobada en julio en medio de la crisis griega, tuvo momentos de
tensión y debió ser postergada un mes por las disidencias de
algunos socialistas. Al final el TTIP recibió los votos en contra de
los socialistas franceses o belgas, pero fue respaldado por la
mayoría del S&D, entre ellos el PSOE. La Eurocámara no puede
negociar, pero sí tumbar el resultado de la negociación, cuando
esta concluya. Con el TiSA sucede lo mismo, aunque este acuerdo aún
está en la fase preliminar.
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