El papel de Rusia en el orden
mundial
El
estado de las cosas para el septiembre de 2015
Josetxo Ezcurra / Rebelión
Rebelión
Interunion.info
18.09.2015
Traducido del ruso por Arturo Marián Llanos
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En más de una ocasión he dicho que después
de la derrota de la URSS, Rusia se había convertido en el Estado imperialista
de "Tercer orden". Ya lo era con los zares, por lo que Lenin dijo que
Rusia era "el eslabón más débil dentro de la cadena de la explotación
imperialista". Eso quiere decir que su clase dirigente (la así llamada
"élite") parasita sobre su población y la renta natural del
territorio "nacional" que ocupa. Después de llevar a cabo el
"termidor" contrarrevolucionario Stalin aumentó el estatus del
imperio soviético hasta el nivel de "Segundo orden"- la nomenklatura
comenzó a parasitar (y no económica, sino políticamente, lo que era mucho más
fuerte) sobre el movimiento contestatario mundial y más tarde sobre el campo
socialista y los países satélites del Tercer mundo. Derrotada en la guerra fría
Rusia ocupó dentro de la Pax Americana el estatus algo superior al de los
antiguos países de "Tercer orden" Japón y Alemania, que fueron
derrotados en una guerra caliente y convertidos en desprovistos de soberanía
territorios administrativos (países objetos). Rusia obtuvo el estatus (muy
relativo) de "socio menor", por supuesto totalmente controlado - ¡el
famoso "permanecer de rodillas"! (propaganda putinista afirmaba que
en 1991 con Yeltsin Rusia fue puesta de rodillas por los Estados Unidos, pero
que con Putin a partir de los 2000 comenzó a levantarse - N. del T.). Pero lo
específico de las potencias de "Tercer orden" es que su
"élite" no puede dejar de esforzarse por ascender al nivel de las
potencias de "Segundo orden". Y este nivel permite parasitar aunque
sea sobre una parte del espacio internacional, es el nivel de Francia y Gran
Bretaña, así como de la antigua URSS.
El
Orden Mundial (¡no confundirlo con el Sistema!) no puede permitir que los
parásitos de formato nacional aspiren al estatus imperialista supranacional. No
era para eso para lo que rebajaban la URSS del "Segundo orden" al
"Tercero". No obstante Kremlin debía hacer el intento: históricamente
estaba escrito. No tuvo suficientes fuerzas, y no podía tenerlas: ¡al igual que
hace cien años la burguesía compradora ha pretendido jugar en la liga que no le
corresponde!
Después
de la anexión de Crimea Rusia ha perdido el estatus de "socio menor"
que, pese a su carácter ficticio la élite lumpen rusa valoraba muchísimo dentro
de su esquizofrenia tan específica. Las sanciones y el aislamiento diplomático
lenta, pero sistemáticamente convierten a la "3ª Roma" frustrada
(cuando Crimea metafóricamente sustituye a Constantinopla y los estrechos) en
el país-objeto.
La
clase dirigente rusa está dispuesta a ponerse de nuevo urgentemente de
rodillas, sin anunciarlo dentro del país, pero de eso ya nada. Los Estados
Unidos no están dispuestos a retroceder sin más. Antes Kremlin derrotado,
desideologizado, prooccidental, (el socio menor) era necesario para que los
descontentos de este mundo lo tuvieran claro: no hay nada que hacer ¡no existe
alternativa! En primer lugar, para los Estados Unidos, lo debía de tener claro
Europa... Pero ahora sucede al revés: "el chinche que ha rugido" le
hace falta a los Estados Unidos para reunir bajo su bandera a todas la fuerzas
antiestadounidenses. A Rusia, que ha dejado de ser el socio para convertirse en
el simple ejecutor de trabajos sucios al servicio del padrino, la están
preparando para el papel del Pope Gapón que se pondrá a la cabeza del
movimiento contestatario mundial para llevarlo a ninguna parte. (El Pope Gapón
fue un famoso agente-provocador cuya actuación fue clave en la primera
revolución rusa de 1905 - N. del T.).
Para
muchos observadores dentro de Rusia queda cada vez más claro que el
"levantarse de estar de rodillas" tras el "Discurso de
Munich" no fue más que el hábil engaño del ciudadano patriota. El estado
real de las cosas comenzó a destaparse con los escándalos de corrupción dentro
de la industria de defensa. El fracaso de la construcción del cosmódromo
"Vostochni" ("Oriental"), los misiles disparados en las
maniobras que vergonzosamente no levantaron el vuelo y muchas otras cosas no
son más que la punta del iceberg. Fueron sacados a los paraísos fiscales miles
de millones de rublos del presupuesto invertidos en defensa. Surge la pregunta
de cómo es posible que rublos de los presupuestos destinados a la industria de
defensa se conviertan en el cash en dólares y acaben por reposar en los
paraísos fiscales totalmente controlados por los servicios secretos
estadounidenses. Cuando cualquier transacción en dólares es de inmediato
conocida por la ANS y el Wall Street. Los Estados Unidos se presentan como los
luchadores contra la corrupción mundial. Cómo es posible que los corruptos en
el seno de la industria de defensa rusa convierten lo robado en dólares a la
vista del tío Sam. Solo cabe una respuesta y no les va a gustar a los
patriotas: hoy en día el Complejo Militar Industrial está controlado por las
correspondientes estructuras estadounidenses igual de cerca que en los tiempos
de Boris Yeltsin.
Escondiéndose
detrás de la retórica antioccidental Rusia está dispuesta a ejecutar cualquier
orden de los Estados Unidos. Y ya podemos contemplar cómo la aviación rusa se
traslada a la base aérea cerca de Damasco para intervenir en el curso de la guerra
civil en Siria. Los Estados Unidos lo han comentado por boca de uno de los
altos funcionario del Pentágono: "contamos con que Rusia vaya aumentando
su esfuerzo bélico contra el Estado Islámico". En otras palabras, con el
fondo del aislamiento estratégico y la pérdida del estatus anterior aunque no
fuese muy alto, debido a la anexión de Crimea, Washington arrastra a Rusia al
nuevo frente. Si hace 10 años Rusia ayudó a la OTAN contra el movimiento de
liberación nacional de Afganistán cuando ofreció la base de Uliánovsk, ahora el
ejército ruso está dispuesto a sustituir directamente a los estadounidenses
derrotados en Iraq y Afganistán. Otro testimonio de hasta qué punto ha bajado
el estatus político del país.
Los
Estados Unidos están detrás del proyecto del cerco, aislamiento y partición de
Turquía. Naturalmente los estadounidenses no pueden aparecer como los autores
del proyecto porque nominalmente Turquía es un aliado, miembro de la OTAN. Pero
de hecho Turquía se ha convertido en el principal desafío a los intereses
estadounidenses en Asia anterior. Hoy ha surgido un fenómeno específico que
podríamos llamar el "neocalifato híbrido". Está formado por Turquía
como tal, el Estado Islámico y Jabhat an Nusra con grupos afines. Turquía
justamente se ha convertido en la intermediaria entre las dos principales
fuerzas rivales de los mojahed. Como resultado en el gigantesco territorio de
Turquía, Iraq y Siria surge una zona que el Sistema no controla. Podemos ver
cómo contra este "neocalifato" se está organizando una coalición de
países que para el observador de a pie parecían enemigos: Rusia, Irán, Arabia
Saudita e "Israel". Su objetivo principal consiste en la
neutralización del Estado Islámico y la liquidación del régimen de Erdogán, y
en perspectiva probablemente la partición de Turquía que hace casi cien años no
logró perpetrar la Entente.
A
estas alturas hay que ser realmente tonto para no darse cuenta de que desde el
inicio el principal recurso de apoyo a Asad fueron los Estados Unidos. Pero
como es lógico, Obama no podía defender su régimen sin más. Entonces se tendría
que quitar la máscara para declarar abiertamente su posición hostil frente a
los mil y medio millones de musulmanes que ven en el derrocamiento de los
alavitas un imperativo religioso.
El
Occidente no está tan loco como para desear que se vaya el régimen de la
minoría antiislámica de Damasco - la capital del primer Califato en la historia
del Islam. El control sobre Damasco en manos de sectarios y ateos es igual de
importante para Occidente que en control sionista sobre Jerusalén. La
perfección del juego diplomático de la Casa Blanca consiste en que envía a
Rusia y a Irán en defensa de Asad, ambos posicionados como enemigos de
Washington. Obama se limitaba mientras tanto a soltar las frases comunes como
"Asad debe marchare". Hay multitud de ejemplos (incluyendo el famoso
incidente del uso de armas químicas) para demostrar que los Estados Unidos han
hecho lo posible por conservar en el poder a este régimen odioso para los
musulmanes. Hoy de hecho han dejado de fingir oponerse a Damasco oficial y no
ocultan que Federación Rusa cumple en Siria sus órdenes con la esperanza de
recibir una palmadita de aprobación en el hombro.
Por
supuesto que los Estados Unidos solo se alegrarían si las unidades rusas sufrieran
una derrota a manos de los combatientes del Estado Islámico porque no sienten
ningún cariño hacia su así llamado ex-"socio". Más aún, si este
"socio" se ve envuelto en una gran guerra con el mundo musulmán (ya
que al día de hoy el Estado Islámico sin exagerar representa a todo el mundo
islámico), los estadounidenses estarán encantados. Sin embargo su objetivo
inmediato consiste en provocar el colapso de Turquía y crear el Estado unitario
kurdo (por supuesto no reconocido, al estilo de Osetia del Sur y Abjasia) que
sería capaz de mantener la guerra permanente contra el Islam, de defender a
"Israel" y también de quitarle a China su querido "Nuevo Camino
de la Seda" - la salida de las mercancías chinas al mercado europeo.
Lo
que hoy ya es evidente para algunos observadores dentro de Rusia -el carácter
simulado de la nueva Guerra Fría y de la presunta desobediencia de Rusia frente
a Occidente- mañana quedará claro para todos. El recurso del éxtasis patriótico
provocado por la anexión de Crimea se fundirá como hielo en primavera.
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