Dos
mil taxistas protestan en Córdoba contra la liberalización
Profesionales
del sector de toda España se congregan para mostrar su rechazo al informe de
Competencia, que tildan de "atropello"
F. J. CANTADOR CÓRDOBA
Diario de sevilla
12.09.2015
Una panorámica de la manifestación de los taxistas ayer en Córdoba.
"El taxi quiere
vivir", rezaba ayer una camiseta portada por Fernando Luengo, un taxista
balear, en la glorieta de la Ciudad de Nuremberg, en Córdoba, punto de inicio
de la manifestación que la Asociación Provincial de Trabajadores Autónomos del
Taxi (Auttacor) había organizado contra el informe de la Comisión Nacional de
los Mercados y de la Competencia (CNMC) que pretende la liberalización del
sector. Eran poco menos de las 10:00. Desde esa hora y hasta aproximadamente las
14:30 -tiempo de duración de la manifestación, que recorrió avenidas del centro
de la ciudad- el taxi demostró que está muy vivo. Tanto que la marcha, que
concluyó a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba, estaba
compuesta por una hilera de unos 2.000 vehículos repartidos en tres kilómetros
y medio y llegados de prácticamente todos los puntos de España. Según el Área
de Seguridad del Ayuntamiento, "más de 1.500 coches y unas 250 personas a
pie". Según la organización, "más de 2.000 coches y unas 3.000
personas, entre las que van en los coches y a pie".
Pese a este baile de cifras -normal cuando se trata de una protesta en la
calle-, lo que está claro es que el presidente de Auttacor, Miguel Ruano, vio
ayer cumplida su profecía del pasado viernes, cuando apuntó a los medios de
comunicación que "va a ser una manifestación nunca vista en Córdoba".
La pancarta que encabezaba la marcha -No al control del taxi por las
multinacionales- era la respuesta clara de los miles de taxistas allí
congregados en contra de las intenciones de la Comisión Nacional de los Mercados
y la Competencia -órgano adscrito al Ministerio de Economía- de derogar las
ordenanzas municipales -de momento, las ciudades de Córdoba y Málaga-
"para conseguir la desregulación del sector", según insistió Ruano.
Antes de partir la protesta, se concentraron taxis llegados, entre otros
puntos: Andalucía, Cataluña, Madrid, Valencia, León, La Mancha, Baleares y
Murcia. El prólogo a la marcha, en la que era palpable la indignación de los
profesionales del taxi contra el miedo a perder sus empleos, lo puso el
presidente de Auttacor al denunciar que "la desregularización del sector
que pretende competencia, apoyada seguramente por algún lobby español o europeo", acabaría
con el trabajo de 100.000 personas en España".
Ruano puntualizó que "el taxi dejaría de trabajarse por los taxistas
españoles, para trabajarse por multinacionales; los taxistas autónomos
desapareceriamos; finalizaría la garantía al usuario en materia de precios
quedando al libre mercado, y en función de las circunstancias, y cuando un usuario
utilice el taxi habrá momentos en los que le beneficie, porque haya muchos
vehículos y esos precios sean bajos, y que le perjudique, porque se encuentre
que hay un sólo taxi en la calle y el taxista, por su libre competencia, le
pida un precio desorbitado".
La preocupación por el futuro del sector la expresó también el presidente de la
Federación Nacional del Taxi y de la Asociación Gremial de Madrid, Julio
Moreno. "Todo esto es para favorecer a los grandes grupos de poder. Hay
que tener en cuenta que el sector del taxi factura anualmente en España 4.000
millones de euros, lo que supone una tarta muy golosa para esos
operadores", resaltó. "Por un lado vemos que todos los partidos
políticos, ayuntamientos y comunidades autónomas dicen que están con el taxi;
si están con el taxi, ¿quién narices manda aquí?, no lo acabamos de
entender", lamentó el presidente de la Federación Nacional del Taxi, que
consideró como un "atropello al sector" el dictamen.
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