"El papa Francisco insta
a una rebelión contra el capitalismo”
23
jul 2015 07:51 GMT
REUTERS/ALESANDRO BIANCHI
El papa Francisco está fomentando la
desobediencia social, llevando a una rebelión de las masas contra los
superricos capitalistas, asegura el periodista Paul Farrel.
·
En su artículo para MarketWatch el
columnista analiza el discurso del Sumo Pontífice en Bolivia del pasado 9
de julio.
"El reciente viaje de
Francisco a América del Sur reveló un obvio mensaje socialista y
anticapitalista que insta a un cambio estructural de la economía global
que atenta contra el proyecto de Jesús", escribe Farrel.
Dicha conclusión del periodista se basa en
los argumentos del papa presentados a continuación.
Tierra,
techo y trabajo son "derechos sagrados"
Todas las personas tienen el derecho
otorgado por Dios a un trabajo, a la posesión de tierra y a una vivienda, según
la probablemente más audaz declaración del papa Francisco.
Por supuesto, no son promesas ni objetivos
de los sistemas económicos actuales de EE.UU. y otras partes del mundo.
Tampoco
están dentro de la enseñanza tradicional de la Iglesia católica, que aunque aboga por un
trabajo digno, no lo declara un derecho otorgado por Dios, señala el
periodista.
La gente,
y no el beneficio, debe ser el foco de la economía global
Tildando el capitalismo no controlado como
"dictadura sutil" y "estiércol del diablo", Francisco
sostiene que cuando gobierna "la ambición desenfrenada de dinero", el
"servicio para el bien común queda relegado".
"Digamos
'¡No!' a una economía de exclusión e inequidad donde el dinero reina en lugar
de servir. Esa economía mata. Esa economía excluye. Esa economía destruye a la
Madre Tierra", insta el papa Francisco.
Miles de
millones ya no pueden esperar más los cambios
Refiriéndose a las injusticias económicas
el papa dijo que "el tiempo parece que se estuviera agotando; no alcanzó
el pelearnos entre nosotros, sino que hasta nos ensañamos con nuestra
casa".
El papa moviliza a la gente:
"digámoslo sin miedo: queremos un cambio, un cambio real, un cambio de
estructuras".
El cambio
empieza desde abajo
El papa subraya que los cambios
estructurales no llegan "porque se impuso tal o cual opción
política".
Los cambios desde abajo funcionan, dijo,
porque vivir "cada día, empapados, en el nudo de la tormenta humana"
conmueve y mueve.
Obligación
moral, un mandamiento
"La distribución justa de los frutos
de la tierra y el trabajo humano no es mera filantropía. Es un deber moral.
Para los cristianos, la carga es aún más fuerte: es un mandamiento. Se trata de
devolverles a los pobres y a los pueblos lo que les pertenece", recuerda
Francisco.
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