(Foto, Elmundo.es)
La foto muestra cuatro presidentes de Gobiernos españoles en posición de gestículo general, porque para todos ellos, lo digeron y lo dicen sus asesores que son en realidad quienes dicen y obran milagros en la política, lo que importa es el gesto gesticulante de gesticular para que la gesticulación no falte, de manera que todos los gestos lleven a Roma.
Donde quiera que pueda estar Roma no importa, lo que importa es que hay que llegar a ella que no se sabe donde está. Porque en política lo que importa es eso: llegar a Roma, que se sigue sin saber donde está. ¿Dónde coño estará Roma? ¡Que no importa!, insisto en eso, porque lo que importa es no saber a donde se va.
Tres de esos presidentes, por lo tanto, ex, viviendo a cuerpo de rey por haber contraido los méritos del gesto rampante, y quiere decirse a cuerpo de rey, y el cuarto, Mariano Rajoy, como puta por rastrojo, porque la verdad es que no es vivir como vive don Mariano Rajoy, porque es que me lo tienen mareado y va por ahí como pollo sin cabeza y harto de vino, el pollo. Que es que me lo tienen mareado con tanta reunión europea; exo europea; minieuropea, etc.,y que si la una le dice, Mariano esto, que si el otro que le dice, Mariano, de esto ni hablar es aquello, que si el de más allá le atosiga diciéndole Mariano, Mariano que me estás cabreando, ni esto ni aquello, que es que me estás resultando muy plastilino-mendingo tal que flojedad de moco de pavo. No sé si me estoy explicando, Mariano, así que, lo que yo te diga: ni esto ni lo otro, sino lo que yo te diga y te vaya diciendo.
Y encima, que ya es el colmo, hay que entenderlo, el del Ojo Atipico que parece que le tiene algo de ojeriza pegajosa tal que mosca cojonera plúmbea, diciendo que don Mariano Rajoy no es tonto ni cernícalo ni calicatre ni embustero ni más simple que el mecansimo de una cuchara sopera ni nada que se le parezca, sino algo mucho peor, y que además, ahora va y dice el del Ojo Atipico, que por sus cojones, que no quiere decirlo, que ya lo dirá cuando sea, que si don Mariano va a Roma, que vaya, que lo importante nos es que se pierda Mariano por esos caminos de Dios venga dale que te pego que p´ande está Roma, maño mío, sino que no eran tres las que la tenían y ella sola se moría (eso de tres es otra cosa, las de Elena, sus hijas. Ahora es otra cosa) sino cuatro: Felipe González que entre otras lindezas que le ha costado el reunir lo suficiente y lo que le cuelga para vivir muy bien, no tal que jubilata de 47 años cotizado, trabajador del campo andaluz y con paga de 586 euros mes para él y su mujer (datos de hoy mismo), abrió el melón del avance retroactivo de los derechos de los trabajadores, el allanamiento de la banca oficial en amigable encomienda a la banca privada que funcionaba y funciona muy bien y el estáte quieto no te acerques al cajón del dinero que vas llená de ká, de ká y de ká, asi que estate quieto que ya te buscaremos sobre enchufe adecuado; José María Aznar, descubridor de la célebre frase ancha es Catilla y como un solar que me la voy a dejar: liberalización del suelo, menester imprescindible para el invento de la burbujosa inmobilairia; un aeropuerto aquí mismamente, en este punto, que no molesta y si no llegan aviones mejor, que para pasear pedestremente por las pistas de pegue y despegue, lo más mejor es que los aviones ni se acerquen, que es que molestan, oiga. Y a sus amigos dio dinero y salud, que lo del amor no lo tocó. La corrupción no tiene nada de amorosa; José Luis Rodriguez Zapatero, descubridor del azafrán y ganador del premio Nobel de química taléntica por haber conseguido la transforamcion en mierda tanto la política como la economía, que a buen seguro la historia le juzgara como un autentico farsante, dado que de original no tuvo nada para tan deseado galardón, puesto que los elementos que utilizó para su transforamción mierdosa tanto de la politica como de la economia, eran elementos que ya fueron inventados por sus predecesores José María Aznar y Felipe González, de manera que su invento se debe más bien a un chis pun que le saltó en las manos y ya ven a dónde a ido a parar la cosa, a Juan Palomo, porque el cuarto de los 4, Mariano Rajoy, él no lo sabe, pero nosotros sí, pasará a la historia como Juan Palomo simplius: a él se lo guisan a él se lo dicen y nosotros nos comemos los que otros le cocian a él para nosotros, ¿que les parece? ¿Es para cabrearse o no?
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