Robert Weil. Rebelión.
Traducido para Rebelión por Sebastián Risau
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=37814 1 of 14 26/9/2006 07:51
Lejos de ser nuevas, las ideas de izquierda están firmemente arraigadas entre los obreros y los campesinos.
De todos modos, exagerar estas tendencias seria un serio error. La izquierda china, como fuerza reconocible, es aún pequeña, marginalizada y dividida (como las propias clases trabajadoras) en muchos grupos y facciones. Como ocurre con la izquierda en todo el mundo, ha tenido que hacer frente al derrumbe del mundo que alguna vez conoció, y está ahora tratando de encontrar nuevos caminos, sin un conjunto de conceptos unificador alrededor del cual organizarse y movilizar a las clases trabajadoras. En gran medida son ahora los obreros y los campesinos quienes están al mando, llevando a cabo luchas que a veces son enormes. Aunque estas a veces son lideradas por gente de izquierda de sus filas, hasta ahora no hay casi ningún movimiento organizado dentro de la izquierda en general. Las nuevas ideologías competidoras, incluyendo los conceptos reformistas liberales y social democráticos, también representan un desafío para la izquierda. Tal como ha ocurrido en Estados Unidos, incluso el término clase se usa menos hoy en día, y en vez de eso se habla de grupos sociales débiles en el mercado, mientras que el concepto de explotación se hace menos explícito. Estas tendencias se ven reforzadas por el estilo de vida de muchos profesionales, sin importar sus preferencias políticas. Algunos intelectuales, incluidos aquellos que se consideran de izquierda, están ganando mucho dinero en las ciudades y en la práctica no tienen casi lazos con las clases trabajadoras, cuyas condiciones pueden parecerles cada vez más remotas, comparadas con sus propias experiencias.
Para aquellos que sí intentan asumir posiciones públicas o trasladar sus ideas a la acción, la supresión es frecuente, aunque esta no está necesariamente enfocada en la izquierda o la derecha.
Más bien, que el gobierno actúe o no, depende más de cuan lejos uno se aparte del marco de referencia aceptado. Incluso un organizador migrante, que está a favor de las reformas y es partidario de la privatización de la tierra para convertir a los campesinos en ciudadanos , fue detenido por tratar de llevar a cabo una reunión en Beijing para promover los derechos humanos .
Los intentos organizados de acabar con el régimen unipartidista marcan una línea que no se puede cruzar, y cualquier cosa que parezca atentar contra el monopolio del Estado sobre todas las áreas de la actividad pública puede rápidamente causar problemas, independientemente de su contenido político especifico.
Sin embargo, la izquierda es vista por las autoridades como una amenaza especial, ya que tiene el poder de dar una forma más organizada a la rápidamente creciente lucha de la clase trabajadora.
En este sentido, es típica la clausura del sitio Web y las listas de discusión de los Trabajadores Chinos. A diferencia de la mayor parte de los otros foros similares, este era el primer sitio web en China manejado por gente de la izquierda, que permitía a los obreros y campesinos hablar de sus luchas para defender el socialismo en la China actual. En él los intelectuales, incluidos los que pertenecen a las propias clases trabajadoras, podían participar en discusiones con trabajadores acerca de los asuntos de los trabajadores. (Stephen Philion, Una entrevista a Yan Yuanzhang,MRZine, http://mrzine.monthlyreview.org/philion130306.html). Esta conexión entre intelectuales y trabajadores representa una amenaza especial para los líderes del partido y del estado porque, como lo explicó uno de los miembros del colectivo editorial en Beijing del sitio web, el gobierno no está haciendo socialismo. Es sobre esta base que los trabajadores hacen la diferencia entre el Partido Comunista del período maoísta y el de la actualidad. Desde el punto de vista de las clases trabajadoras es crucial hacer que sus voces sean escuchadas. Este es el tipo de cosas que una democracia socialista desearía, que los trabajadores que tengan el tipo de democracia que el capitalismo no puede proporcionarles. Pero, en vez de eso, el sitio web fue cerrado, mediante la imposición de una matrícula exorbitante, que los miembros de las clases trabajadoras no pueden pagar.
Entre los trabajadores y los campesinos, los intelectuales en general, y también dentro de la nueva clase media, hay una amplia exigencia de transparencia en los sistemas políticos y económicos, y también del derecho a tener mayor participación en las decisiones que los afectan. Aunque la democracia electoral al estilo de EE.UU. no tiene todavía un atractivo extendido, mucha gente está empezando a hablar bastante abiertamente de derechos democráticos. Para algunos la principal meta es la libertad de expresión, mientras que para otros es la existencia de partidos de oposición.
Muchos trabajadores ya hablan de que el sistema de partido único no funciona. Se están llevando a cabo foros, incluso dentro del partido, buscando formas de tener más espacio para el debate abierto, y las ONG de la sociedad civil que están surgiendo cubren un amplio rango de temas, como los derechos de la mujer y el medio ambiente.
Hay en consecuencia un extendido deseo de mayor democracia que el gobierno sabe que no puede simplemente reprimir. Más bien está tratando de enfrentar este desafío introduciendo cambios graduales. Rebelión.
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