miércoles, 10 de febrero de 2010

DELEGACION ESPAÑOLA DEL SANTO OBAMA, CAPATAZ E HIJO DEL GRAN DIOS DINERO

(Delegación Obamica en el reino de España y de Obama)

Esperanza Aguirre, parte de que su familia política es rica, y más que se ha hecho porque el AVE de Guadalajara que no para en Guadalajara, sino en una finca de la familia política de la susodicha a varios kilómetros de Guadalajara, con calificación urbanística de la rustica territorialidad familiar, que la política putrefacta está para algo, es mujer que mangonea la mar de bien eso de la política y, sobre todo, el vocabulario. Le llama hijo de puta a algunos de sus compis de partido, y además, en tono barrio altero, como corresponde a la mafia del teje y maneje dinerario, pregunta a sus colaboradores que a ver que se puede hacer para cargarse políticamente a ese compañero suyo al que llama hijo de puta, a la sazón, directivo de Caja Madrid, unas de las principales entidades financieras españolas, a las órdenes y al servicio de quien sea, menos del currito español que se gasta la vida produciendo para que unos poquitos zancochetes y zancochetas se enriquezcan y vivan a su costa.
No pretendo ponerle las peras a cuarto a doña Esperancita. Si los jueces no la juzgan por el robo planificado contra las arcas del Estado por la privatización que hace de la sanidad pública madrileña, no soy yo quien para sacarle los colores. Yo lo único que quiero decir es que si ella, con más razón que una santa, puede llamarle hijodeputa a su compañero dirigente del PP, con mucha más razón yo, que ni soy santo ni amigo de los representantes de General Motors bien puedo llamarle a estos hijos de puta y quedarme más tranquilo que el Porras, por proponerle a los sindicatos, de entrada y para ir haciendo boca en el negociábulo que se prepara, cuatro años de congelación salarial (¡Pero no estamos ya saliendo de la crisis, pero no nos va a hacer trabajar más por menos dinero ZaPaPero, pero no nos han robado ya bastante los bancos!), aparte de la parte contratante de la otra parte, consistente en que esos hijos de puta de la General Motors quieren más cientos de millones de euros de todos los españoles para fabricar sus coches, además de despedir a cientos de trabajadores, eso sí, con consenso con los de la cosa sindical que dicen defender los intereses de los trabajadores, porque hay que decirlo. Son unos hijos de puta, pero tontos no. Así que quieren darnos por el culo en la cama sindical y encima que les demos las gracias, además de pagar la cama. ¿Son unos hijos de puta o no?
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