martes, 7 de abril de 2009

ACTA DE UNA CLARIVIDENTE SESION DE TONTOS NO ENTONTECIDOS (QUE DIOS LOS COJA CONFESADOS)

En Zaragoza, siendo las catorce horas y treinta y dos minutos con seis segundos y centésima y media, más o menos, del día de Gracia siete de Abril de dos mil nueve, Año Triunfal del modo de producción capitalista, crisis aparte para no incomodar sensibilidades, en lugar que por cosa de chirigota no conviene citar, se reúne un número indeterminado de tontos no entontecidos, bajo la Presidencia de Abundio (el tonto aquel que vendió el coche para comprar gasolina) y haciendo de Secretario el que suscribe, con un único punto del Orden del día a tratar:

DESPELOTAMIENTO Y CHUFLAS DERIVADAS DE LAS MEDIDAS ACORDADAS POR EL G-20 EN LONDRES CONTRA LA CRISIS QUÉ CRISIS DEL SISTEMA.

Abierta la Sesión por el Presidente Abundio y leído el Orden del día por el señor Secretario, es sometido a debate por parte de los asistentes el tema a tratar.

Tras los correspondientes y encendidos cabezazos de algunos asistentes contra las esquinas del recinto dispuestas al efecto por los servicios de seguridad privados, a quien más y quien menos, se le hincha las cejas y amoratan sus frentes, y todos ellos cogiditos de las manos, solemnemente entonan el canto de la cabra la cabra, la puta de la cabra, la madre que la parió, yo tenia una cabra que se llamaba Asunción, y después de pedir todos ellos ser enterrados en una bodega con un grano de uva en el paladar, por unanimidad, ACUERDAN, sea dada a conocer a través de cualquier medio, para general conocimiento, y porque el que avisa no es traidor, sino avisador, LA REPRESENTACION GRAFICA del estado en que quedará toda aquella persona que viva de su trabajo, después de que sean aplicadas las medidas contra la crisis acordadas por los figuretas asistentes a la reunión del G-20, a lo que procedo en mi función de Secretario:

(Estado en que queda el personal despues de pasarle por encima las soluciones del G-20)

En Zaragoza, a las tantas del día y lugar al principio reseñado, firmo la presenta, para que surta los efectos oportunos, aquí y en Casa Dios.

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