Otra policía infiltrada
descubierta en movimientos sociales de Barcelona
No ha sido el primer
caso de infiltración policial en movimientos sociales, ni será el último. Esta
deleznable práctica ha sido una constante, a través de los años, por la parte
gobernante (capitalista).
INSURGENTE.ORG
/ 05.03.2025
Fue durante dos años, concretamente entre 2018 y 2020. Con la falsa identidad de Belén Hammad Gómez, la agente de la policía se infiltró como militante de la Comunidad Palestina de Catalunya, la organización de la Esquerra Independentista Endavant y el Casal Popular 3 Voltes Rebel. También participó en movilizaciones como la batalla de Urquinaona en 2019. Una investigación llevada a cabo por La Directa revela que utilizó, como hemos señalado, documentación falsa, abrió cuentas bancarias y accedió a programas financiados por la Generalitat para ampliar su red de contactos.
Según se ha podido
saber, la infiltración comenzó el 22 de octubre de 2018. La agente contactó con
la presidenta de la Comunidad Palestina de Catalunya, Natàlia Abu-Sharar, a la
que le mostró su interés de militar en la organización propalestina.
Más adelante se integró
en la Coalición Prou Complicitat amb Israel y, después, en espacios de la
Esquerra Independentista. La agente de la policía infiltrada continuó abarcando
espacio. En febrero de 2019, se inscribió en Rizoma, un programa de liderazgo
social gestionado por Novact con apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al
Desarrollo. Núria Millán, de Novact, considera que “su objetivo era ampliar su
red de infiltración”. La agente también utilizó su identidad falsa para
inscribirse en un equipo de fútbol sala en el Eixample y realizar transacciones
bancarias a través de Triodos Bank.
La falsa Belén Hammad
Gómez Barcelona se fue de Barcelona en 2020, pero continuó manteniendo contacto
con militantes que conocía hasta 2023.
Finalmente llegó la
confirmación de su verdadera condición como miembro de la policía; esta se
produjo tras la emisión del reportaje Infiltrados en TV3 y una posterior
investigación interna de Endavant.
Varios colectivos afectados,
como es el caso de Alerta Solidaria, estudian emprender acciones legales. Martí
Majoral, de esta organización expresó: “Estamos ante un acto de espionaje con
motivaciones políticas, no policiales”. Por su parte, Novact también valora
denunciar el uso fraudulento de subvenciones públicas. En cuanto a Lafede.cat
se refiere, esta analiza posibles acciones en defensa de las entidades
afectadas.
No ha sido el primer caso de infiltración policial en
movimientos sociales, ni será el último. Esta deleznable práctica ha sido una
constante, a través de los años, por la parte gobernante (capitalista).
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