La UE, sin
estrategia ni liderazgo, se dirige hacia su próximo naufragio, que nos
arrastrará a todos con ella. Entre Trump y Putin, ha quedado fuera de juego, y
sus elites, como pollos sin cabeza, tratan desesperadamente de seguir sacando
tajada.
El destino de Europa
El Viejo Topo
7 marzo, 2025
EL DESTINO DE
EUROPA: GUERRA, RECORTES Y CRISIS SOCIAL
La Unión
Europea avanza con el piloto automático hacia la militarización. El primer
ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha revelado que se está discutiendo un
mecanismo de endeudamiento conjunto para financiar el rearme europeo, una idea
que cobra impulso en Bruselas.
Annalena
Baerbock no supo guardar el secreto y reveló en la Conferencia de Seguridad de
Múnich que se planea invertir entre 500.000 y 800.000 millones de euros en
armas en los próximos cuatro años. Bloomberg señala que este gasto será
financiado con recortes en el Estado de Bienestar, lo que provocará una
respuesta popular en aumento. Las recientes manifestaciones en Grecia contra la
privatización del ferrocarril, que movilizaron a más de un millón de personas,
son un anticipo de la creciente resistencia social. La inexistencia de fuerzas
políticas enfrentadas al sistema y que puedan recoger y vehicular políticamente
la ira popular es también una de las características esenciales de la sociedad
europea actual.
LA ESTRATEGIA
FALLIDA DE LA UE
Por su parte
los grandes Think Tanks en el seno de la UE proponen más de lo mismo.
El European
Council on Foreign Relations (ECFR), representante de los intereses de las
grandes familias europeas, ha presentado su “plan de cinco puntos”, un
documento delirante, un absoluto sinsentido donde se mezclan a partes iguales
la prepotencia con la locura o la ingenuidad política, demostrando el enorme
desconocimiento de la realidad europea. La propuesta parte de cinco elementos
clave: el rearme de Ucrania con fondos de la UE, nuevas sanciones contra Rusia
aunque las anteriores han dañado más a la UE que a Rusia. Una agenda de alto el
fuego definida sin participación rusa. Rearme europeo e inversión del 3% del
PIB para defensa, y por último proponer la sustitución de EEUU como potencia
mundial sin aclarar cómo se haría cuando la UE depende militar, económica y
políticamente de Washington.
Las élites
europeas no han diseñado un plan ni una estrategia; son meros megalómanos sin
contacto con la realidad. Sin ejército propio y sin capacidad industrial ni
económica para sostenerlo es absurdo plantearse ser una potencia militar, como
pretende el documento; de igual forma la situación financiera en franca
recesión sin materias primas propias, y rezagada tecnológicamente respecto a
competidores como China (la empresa Audi acaba de anunciar el cierre de su
planta en Países Bajos y el despido de 3.000 trabajadores) impide a la UE
liderar, como pretende el documento, la Geopolítica Mundial.
Por último, y
en un rapto de inteligencia y perspicacia política, exige a Rusia, que está
ganando esta guerra, un “plan de reparaciones de guerra”. Moscú, según los
artífices del documento, debería además de pagar las reparaciones de guerra,
limitar sus armas de largo alcance y cumplir las directrices de Bruselas.
El documento
está en plena sintonía, aunque presumen de independencia ideológica, con el
famoso informe de la corporación Rand de abril de 2019. El plan presentado por
ECFR no asegura la paz, sino que es una receta hacia la catástrofe política y
la ruptura de la UE. Según el diseño planteado se pretende transferir más poder
a Bruselas, los países van a perder la poca soberanía que aún tienen cuando al
mismo tiempo hay una enorme tensión interna y grandes fuerzas centrífugas
empujan a naciones y países, en la perspectiva de la derrota ucraniana, fuera
del marco comunitario.
Bruselas no
tiene nada que ofrecer a los pueblos europeos más que un horizonte de recortes
y pobreza para aumentar el voraz apetito de la industria militar y los fondos
de cobertura. Pero hay un lado positivo, aunque únicamente es desde la
perspectiva de los buitres europeos. La guerra contra Putin es la cobertura
mediática perfecta para seguir desmantelando el estado de bienestar y
privatizar todo, desde la infraestructura hasta los servicios sociales que es
en definitiva el objetivo final buscado por las élites globalistas europeas. La
UE, sin estrategia ni liderazgo, se dirige hacia su próximo naufragio, que nos
arrastrará a todos consigo.
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