Si Rusia afloja en Siria,
aflojará en todos los frentes
DIARIOOCTUBRE / diciembre 7, 2024
Con muy poco
los yihadistas han hecho mucho en Siria. La intervención de Turquía, otro actor
por delegación, no es pretexto suficiente para explicar el fracaso del ejército
regular, pero también de Rusia e Irán, que tenían la cabeza puesta en otros
lugares.
No se puede
dejar ningún trabajo sin terminar, y menos una guerra. No se puede dejar a los
terroristas a sus anchas en Idlib, bajo la tutela de de un país como Turquía.
Que no hayan proclamado un califato no es excusa. Los han dejado prepararse
durante cuatro años y en tres días han capturado Alepo, que es la segunda
ciudad más grande de Siria.
Rusia no puede
caer otra vez en la trampa de dejar el trabajo sin terminar en Ucrania. No
puede congelar la guerra. Debe terminarla definitivamente y enviar un aviso a
sus vecinos, desde el Báltico hasta el Cáucaso. De lo contrario los
imperialistas no les van dejar un minuto de tranquilidad.
Además, si
Rusia quiere hacer las cosas bien, debe hacerlas por sí misma. No puede contar
con aliados y socios circunstanciales. Los iraníes estaban demasiado ocupados
con Palestina y Líbano.
Erdogan le ha
apuñalado por la espalda, y no es la primera vez. Turquía nunca ha dejado de
trabajar para la OTAN, ni tampoco de dirigir a los yihadistas que operan en el
norte de Siria. Sin el MIT, su servicio de inteligencia, el ataque terrorista
contra Alepo habría sido imposible.
Los acuerdos
internacionales son papel mojado si no están respaldados por la fuerza bruta.
Los últimos ejemplos son los de Misk de 2014 o el firmado en 2020 en Astaná. La
captura de Alepo es una burla directa a un trato que convirtió a Rusia, Irán y
Turquía en países garantes de Siria, un papel que ninguno de ellos ha cumplido.
Los días 11 y
12 de noviembre se celebró en Astaná la 22 reunión internacional sobre Siria en
el “formato Astaná”, y sobre sus resultados se emitió una declaración conjunta.
Más papel mojado.
La caída de
Alepo no se pudo producir sin la traición de los generales sirios, sin la huida
de sus subordinados, sin que el frente quedara expuesto y sin que muchas armas
quedaran se abandonadas en manos de los yihadistas. Es poco probable que esto
hubiera sido posible si Damasco hubiera sido plenamente consciente de la
situación, incluida la lealtad y el profesionalismo de sus oficiales
superiores.
Para que los
dirigentes sean conscientes de la situación es necesario tener fuentes de
información sobre el terreno y un organismo capaz de recopilarlos, analizarlos
y transmitirlos de manera oportuna.
Rusia no puede
ceder en Siria. Si lo hace, sucumbirá en todas partes. La coincidencia en el
tiempo de acontecimientos como la escalada en Ucrania, los ataques de largo
alcance contra el interior de Rusia, el ataque al sistema bancario ruso, la
crisis en Abjasia, la desestabilización en Georgia y la crisis en torno a Alepo
no son accidentales.
Al imperialismo
los nievos misiles Oreshnik no le han impresionado en absoluto y ha respondido
intensificando significativamente sus esfuerzos para presionar a Rusia en todos
los frentes.
El éxito en
Alepo puede alentar a los imperialistas a atacar en otros puntos. Rusia debe
mantener unidas todas sus líneas y estar preparada para afrontar nuevos
desafíos.
Si Rusia
todavía tenía dudas sobre la pertinencia de las negociaciones, la situación
actual en Siria debe haberles convencido de que tienen que abordar la cuestión
ucraniana de forma definitiva, que no deje lugar a dudas.
Fuente: mpr21.info
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